Foto | Diego Salgado | LA PATRIA Fueron 10 los hijos, 24 nietos, 29 bisnietos, 4 tataranietos y 1 hijo de crianza.
La familia Aguirre Giraldo se encuentra de fiesta con la celebración del aniversario número 70 de matrimonio de José Aníbal Aguirre Salazar y Nelly Giraldo Giraldo. Se suman a un exclusivo club, que cada vez es más difícil de encontrar miembros, como es el de las parejas que alcanzan las bodas de titanio.
Esta historia de amor se remonta a las veredas Muelas, donde vivía él, y Buenos Aires, de donde procede ella. Aníbal solía ir a los bazares que hacían en Buenos Aires y allí vio a la chica que le llamó la atención por su belleza. Le gustó tanto que se arriesgó a hablarle y empezó el noviazgo.
Durante esta etapa la visita era solo en la sala de la casa y siempre les ponían quién los cuidara, no le era permitido a la pareja cogerse de la mano y darse un beso era impensable. Eso no pasó hasta el matrimonio.
Pasados los días, él le dio un año de plazo para tomar la decisión de casarse; plazo que no se llegó a cumplir porque ella aceptó mucho antes.
En el templo de Aranzazu, Aníbal y Nelly celebraron sus bodas de titanio. 70 años de matrimonio.
La boda se realizó en el antiguo templo parroquial de Aranzazu el 16 de febrero de 1953 ante el padre López. La celebración fue con una fiesta en la casa de un familiar en el pueblo.
Aníbal solo estudió hasta primero de primaria. Fue primero jornalero y ganaba 15 pesos a la semana. Este dinero no le alcanzaba para sostener su hogar, entonces consiguió dinero prestado y compró mercancía, ropa para niños, adultos y otros cacharros que empezó a vender a crédito.
Para lograr las ventas, recorría varias veredas casa por casa, así fue como levantó su familia hasta que se fueron a vivir al casco urbano, donde puso una tienda, la cual administraba con mucho juicio.
Del matrimonio nacieron 10 hijos, de los cuales hay cinco vivos. La descendencia está compuesta por 24 nietos, 29 bisnietos, 4 tataranietos y 1 hijo de crianza.
Los secretos para durar 70 años casados son, según Aníbal, mucho amor como el primer día y el respeto. Los dos conidnciden en que nunca han tenido una palabra ofensiva del uno contra el otro.
Para Nelly, la clave está también en orar todos los días, allí en este hogar siempre se reza el Santo Rosario y se mantiene la puerta abierta para quién desee entrar a rezar con ellos, lo haga en el altar que tienen muy cerca de la puerta.
Según Carlos Alberto, el nieto mayor, ellos son el ejemplo, los ídolos de toda la familia, construyeron la familia con valores y amor. Daniel Mauricio, otro nieto, dice que son el gran orgullo y ejemplo para la sociedad.
Rosa Adela es la hija mayor. Comenta que el legado más importante de sus padres es la honestidad y el ejemplo que les dieron.
Alba Nidia, la hija menor, dice que lo mejor es el amor y el respeto entre ellos, así como lo tienen para toda la familia. Viviana, nieta, dice que el de ellos es el amor más grande del planeta.
Alejandro es uno de los bisnietos, piensa que el mayor tesoro que tiene, es contar con estos bisabuelos todavía unidos en matrimonio.
Juan Martín es un tataranieto que goza con ese cariño que le dan.
La puerta de la casa permanece abierta para que quien desee pase a rezar con ellos.