Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
Patricia (al fondo) abre de 6:00 a.m. a 7:00 p.m. Para ella es mejor que el volcán expulse ceniza, “porque debe respirar para no ahogarse. No vemos ningún fenómeno distinto. El día que haga erupción, hará lo mismo, llegará por el mismo camino”, dice la manizaleña que llegó hace varios años a la zona.
LA PATRIA | MANIZALES
- “Se nos están quedando los quesos porque es poca la gente que pasa”: Liliana.
- “Las ventas están bajas. Esto es como una pandemia”: Patricia.
- “Un mes con el hotel cerrado”: Wilson
- “Si esto sigue así tengo que entregar": Marleny
Las voces son de encargados y propietarios de establecimientos que se han visto afectados por el nivel de actividad naranja del volcán Nevado del Ruiz. Las historias se irán contando a través de los kilómetros en línea recta que los separan del León Dormido.
A 17 kilómetros
El Alto de Letras es el límite entre Caldas con Tolima. La vereda pertenece a este último, específicamente a Herveo y en esta zona transitada por vehículos de todo tipo, por ser una vía principal (conecta con Bogotá), laboran Liliana y Patricia a 3.700 metros de altura sobre el nivel del mar.
Según Liliana, del establecimiento Tierra Alta Quesos Artesanales, el volcán no los afecta, pero el temor hace que el turista evite subir y disfrutar de su especialidad: queso curado, campesino y mozzarella. “Antes comprábamos cinco canecas de leche, pero ahora pasamos a cuatro porque se nos está acumulando el queso. Pasa muy poca gente”.
Patricia, del Parador Brisas del Ruiz, tuvo que prescindir de una empleada por la reducción de las ventas. En su negocio ofrece aguapanela con queso, chorizos, empanadas, buñuelos y prendas para el frío. También su carta incluía almuerzos y desayunos, pero no volvió a prepararlos porque “esa comida se pierde”. “Han venido organismos de socorro a informarnos lo del Nevado, pero aquí no está pasando nada, la actividad del Ruiz es la misma, lo que emite de ceniza es lo mismo y nosotros lo podemos decir porque vivimos en el territorio. Hay productos que se nos han vencido. No sé por qué dicen que el volcán va a explotar si eso no lo sabe nadie. La gente está asustada por la mala propaganda”.
Su empleada añade que la Semana Santa fue dura porque no pasó gente y fue pérdida total. Asimismo, que los niños están viendo clases desde casa y que “se asusta más el que está lejos que nosotros que estamos acá. Estamos enseñados a convivir con el Nevado. Esto es muy turístico y los fines de semana subían ciclistas, ya no, les da miedo”.
Los quesos son la especialidad en el local en el que trabaja Liliana.
A 16 kilómetros
Por un kilómetro de más El Parador Turístico La Esperanza quedó fuera del perímetro de zona de amenaza (15 kilómetros). No obstante, la falta de visitantes lo tienen al borde del cierre. Marleny Sarmiento es su propietaria y está preocupada porque de seis empleados pasó a tener dos. “Estamos muy afectados. En un 90% bajó el turismo y los domingos ya no se está abriendo. El sitio como tal no está en zona de riesgo y no nos dieron orden de evacuación. Al Nevado lo queremos, lo respetamos y a la vez le tenemos mucha admiración porque vivimos de él”.
La incertidumbre la rodea al igual que la soledad de la vía que conduce hacia el Nevado, incluso cierra antes de la 5:00 p.m., como estaba acostumbrada. “En estos momentos, así tenga dos empleados estamos en pérdidas. Acá un domingo y un sábado eran los días de más ventas. Podían llegar 180 personas en un día, pero ya un domingo se venden solo cuatro almuerzos. Si esto sigue así tengo que entregar porque no soy capaz. Este sitio es de Inficadas, les pago alquiler, estoy en negociaciones y si no me dan un auxilio o una rebaja en los arriendos debo entregar”.
Marleny lleva 13 años en este establecimiento, pero con negocios en la zona completa 20 años. Ha estado en Laguna Negra, El Arbolito y la Casa de Brisas.
Marleny, desde El Parador Turístico La Esperanza, dice que sabe lo que es una erupción porque vivió la avalancha del Ruiz en 1985, desde Ventanas (vía a Murillo). Ahora espera que su negocio vuelva a tener las sillas llenas y no vacías.
A 10 kilómetros
El Hotel Termales del Ruiz es un lugar que conecta al turista con la naturaleza. Cuenta con senderismo, cascadas, avistamiento de aves, alojamiento y piscinas de agua termal que desde hace un mes y siete días no recibe a ningún visitante.
Wilson Orozco Morales, empleado del Hotel, expresa que para evitar recorte de personal, adelantaron periodos vacacionales y mientras la emergencia pasa hacen adecuaciones dentro de la estructura. “Desde que el volcán comenzó con su actividad naranja hemos estado con el hotel cerrado. En días normales podíamos recibir entre 60 y 80 personas sin contar lo que hubiera en alojamiento”.
Agrega que los han visitado organismos de socorro para capacitarlos y así saber qué hacer en caso de una erupción. También saben que deben contar con linternas, pitos, agua potable y en caso de caída de ceniza cubrir puertas y ventanas. Denunció que la vía por Gallinazo (Villamaría) está en tan mal estado que ni en carro es transitable y que en caso de estar en buenas condiciones quizá no se hubieran visto obligados a cerrar el Hotel. “Nuestra ruta de evacuación es subir a la vía principal, devolvernos hasta El Arbolito y llegar a La Esperanza”.
Acciones
Valentina Carvajal, secretaria de Desarrollo Económica de Caldas, afirma que trabajan bajo los lineamientos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para entregar información adecuada, veraz y técnica de la situación del Nevado. "Sin embargo, a causa de la desinformación desde los medios de comunicación nacionales se ha generado un pánico económico y la Gobernación decidió sacar una campaña para visitar esos puntos estratégicos en los que se dice que pueden estar en riesgo, pero que no es cierto. Lugares que la gente ha dejado de visitar y que causan un impacto negativo en la economía del sector".
En ese sentido llegaron a la vereda Gallinazo (Villamaría) para reactivar a los comerciantes de la zona, pues no pretenden que detengan sus actividades a excepción de quienes están dentro del perímetro de la zona de influencia en caso de una posible erupción.
"El Viceministerio de Turismo nos delegó dos personas que vienen trabajando con el sector y los gremios. Hemos tendido dos reuniones y estuve en Bogotá (en el Viceministerio) solicitando apoyo y manifestando las necesidades del sector turístico que dinamiza la economía del departamento".
Añade que las acciones son:
- Creación de una mesa técnica por los delegados del Viceministerio con la participación de gremios y representantes del sector para trabajar en la estrategia de comunicación.
- Anuncio desde el Viceministerio de la creación, formulación y radicación de un proyecto ante Fontur para diseñar un producto turístico para el departamento, principalmente para la zona afectada, con el que buscan "que quienes se han visto afectados (operadores, guías, exportadores) puedan migrar hacia otra psicología de turismo y sean ellos quienes operen directamente" para mitigar así el impacto negativo sobre la economía de ese sector.
- De la mano del Viceministerio trabajan en estrategias para el apoyo de la formulación de otros proyectos que permitan reactivar la economía.
- En los puestos de Mando Unificado enfatizan poner más atención en el sector turístico para recibir "alivios tributarios o recursos que den un respaldo a las nóminas de estas personas. La gestión se sigue haciendo y dependemos de la voluntad del Gobierno nacional. Asimismo, trabajamos con las alcaldías para analizar las estrategias que están implementando".
LA PATRIA intentó comunicarse con el gerente encargado de Inficaldas para saber qué ayudas entregarán a la encargada del Parador Turístico La Esperanza, pero al cierre de esta edición no se tuvo respuesta.
No pasa
La Vuelta de la Juventud cambió el recorrido de las etapas 5 y 6 de la edición 56, que se realiza del 1 al 7 de mayo. La quinta fracción que debía llegar a Manizales ayer, previo paso por Fresno, Padua y Alto de Letras, ahora finalizará en el Alto del Vino a causa de la situación del volcán.
En Delgaditas (Herveo)
La situación en esta vereda del Tolima no es diferente. No están en zona de amenaza por el volcán, pero las ventas en Semana Santa se redujeron para los vendedores. “La gente no pasó. Vendo almuerzos, desayunos, aguapanela con queso, chorizo, costilla, chicharrón y hasta donde sé, al presidente de la Junta de Acción Comunal le dieron una camilla y un tapabocas por si pasa algo”, dice Tulia, quien lleva 10 años en esta vereda. Otra vendedora es Yeny Roncancio. Llegó a trabajar a Delgaditas hace seis meses proveniente de Manizales. “Los fines de semana y los festivos si se ha sentido el bajón, pero nosotros no corremos riesgo”.
En el Hotel Termales del Ruiz el cierre no solo los tiene afectados, también la falta de mantenimiento de la vía que conduce a la vereda Gallinazo (Villamaría).