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La Universidad de Caldas realiza procesos de inducción con los alumnos nuevos como estrategia para que no abandonen sus estudios y así evitar la deserción, de las situaciones que están llevando a que los jóvenes no vean oportunidades en el estudio.
Reimaginemos*
LA PATRIA | MANIZALES
Entre los desafíos que enfrenta Caldas en materia de desigualdad, al igual que otros departamentos de Colombia, se encuentran el acceso y la permanencia en la educación; la estigmatización y falta de oportunidades para los jóvenes; y las carencias en la atención de la salud, especialmente la salud mental.
En lo educativo, el departamento presenta altos índices de deserción escolar, especialmente en la transición de la educación primaria a la media, y limitadas oportunidades de acceso y permanencia en la educación superior. Como lo señala Diana Carmona, profesora de la Universidad de Caldas, esto demuestra una contradicción, ya que “la educación que tiene como principio acabar con la inequidad, termina siendo en sí mismo un asunto inequitativo”. Una de las razones que explican la deserción del sistema educativo, es la inestabilidad financiera.
La necesidad urgente de generar ingresos económicos en un contexto de pocas oportunidades y alta desigualdad económica hace también que “muchos jóvenes terminen en carreras que no necesariamente son de su agrado, pero que son la forma de tener una economía medianamente buena (…) y también, de no ser estigmatizado por ser artista o ser rapero en una sociedad tan conservadora como Manizales”. Así lo señala el rapero y educador popular Pitu mijo.
Limitaciones
Esto se relaciona con una segunda manifestación de la desigualdad, que tiene que ver con la forma en la cual los jóvenes son estigmatizados. Se les suele catalogar de irresponsables e irreverentes; y en el estallido social del 2020 se les tildó incluso de vándalos. Este tipo de discriminaciones terminan dificultando el acceso de los jóvenes al mundo laboral.
En un contexto como Caldas, hay limitadas trayectorias prósperas para la juventud, sobre todo en el campo, y por eso, “el campo se está quedando sin jóvenes”, como lo señala Sandra Olaya, de la Red de jóvenes por el Oriente de Caldas y la Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural.
Una tercera disparidad en el departamento se centra en la salud mental, especialmente entre las personas más jóvenes. En 2021, Manizales, registró la tasa más alta de suicidios en el país. Factores como la falta de oportunidades, la estigmatización, la violencia, la sobrecarga académica y laboral, contribuyen a las dificultades en salud mental. La pregunta es entonces ¿cómo garantizamos que haya condiciones económicas dignas, contextos seguros y salud mental para los y las jóvenes?
Como concluye Ángela Guarín, profesora de la Universidad de Los Andes, de origen caldense, “si no estás en un contexto seguro, la educación no sirve, pues van a haber otras necesidades y urgencias que van a primar”.
Redefiniendo el horizonte
Frente a estos desafíos, surgen alentadoras propuestas de solución, principalmente desde las voces de los. Iniciativas como la Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural, en la cual participa Sandra Olaya, han logrado una notable participación e influencia política en el departamento y en el país.
La Mesa aborda temas críticos para la juventud desde un enfoque de red que une fortalezas, experiencias y contactos. Del mismo modo, el Festival Hip Hop por la Vida, que lidera anualmente Pitu mijo, destaca como una expresión artística clave para la prevención del suicidio y la reafirmación del valor de la vida. Además, actores clave en el contexto regional, como la Universidad de Caldas, están contribuyendo a la educación, extendiendo programas de pregrado y posgrado a diferentes municipios.
Iniciativas como estas, que ya son existentes y que responden a las necesidades particulares de un departamento, requieren destacarse y fortalecerse para lograr tener un impacto continuo. Además de estos esfuerzos locales, existen otras posibles soluciones con el potencial de abrir camino hacia un Caldas más equitativo.
Posibles salidas
Para abordar los desafíos de acceso y permanencia en la educación, es importante difundir más ampliamente y de manera más clara, la información existente sobre oportunidades de educación superior, las opciones de financiamiento disponibles, y los procesos de inscripción a las instituciones educativas. Otra solución transformadora puede ser implementar preicfes gratuitos, que igualen las oportunidades que tienen estudiantes de diferentes contextos económicos. Por supuesto, es clave fortalecer programas de becas y apoyos; además de llevar la educación superior a más sitios a lo largo del departamento, aprovechando, entre otros, la conectividad digital.
Otra solución sencilla pero relevante, es flexibilizar los horarios académicos y laborales, respondiendo a las necesidades de muchos estudiantes que trabajan. Existe a su vez una oportunidad de reducir las brechas en educación a través del apoyo entre los mismos jóvenes, por ejemplo, a través de ejercicios de mentoría, que, además, sirvan para generar transformaciones en los imaginarios colectivos sobre lo que es posible alcanzar.
En relación con la estigmatización y la escasez de oportunidades laborales para los jóvenes, existen medidas sencillas que pueden tener impactos en el corto plazo. Por ejemplo, reducir los requisitos de experiencia para los primeros empleos, o regular las condiciones laborales para que estas sean dignas. Generar oportunidades para ellos requiere también garantizar su participación efectiva en espacios de decisión pública y privada, y pensar las soluciones de manera colaborativa entre el Estado, la empresa, la academia y las organizaciones sociales. En este sentido son claves las alianzas público-privadas y público-populares que amplíen las oportunidades de las organizaciones y emprendimientos juveniles.
Labor colaborativa
Para solucionar los retos en materia de salud mental, es también importante abrir espacios de colaboración, por ejemplo, entre instituciones educativas y secretarías de Salud. Brindar apoyo psicosocial oportuno a los jóvenes, simplificando los trámites de acceso a estos servicios de salud. Dentro de las instituciones educativas se pueden tomar medidas también, por ejemplo, a través de programas de bienestar y acogida para alumnos, en especial para aquellos que migran a estudiar. Otro paso fundamental es ampliar espacios culturales, deportivos y artísticos que contribuyan a reducir problemas de salud mental y a generar redes juveniles.
Caldas es un departamento con grandes potencialidades, respaldadas por instituciones sólidas y por personas con grandes sueños de avanzar en la construcción de una sociedad más equitativa. Confiamos en que, a través de una colaboración efectiva entre Estado, comunidades, organizaciones sociales, colectivos juveniles y aquellos que buscan un futuro mejor, es posible avanzar hacia la creación de una región donde la riqueza existente se traduzca en oportunidades para toda la población y, en especial, para la juventud, impulsando así las transformaciones sociales que necesitamos.
* Artículo que hace parte de una serie de 32 columnas sobre la desigualdad en los departamentos de Colombia. Son el resultado de un proceso de diálogo entre académicos, artistas y activistas del país para el proyecto Diálogos Territoriales sobre Desigualdad. Coautores: Diana E. Carmona González, profesora Universidad de Caldas; Sandra M. Olaya Cardona, dinamizadora territorial, Red de jóvenes por el Oriente de Caldas y la Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural; Ángela M. Guarín Aristizábal, profesora Universidad de Los Andes; César Ramírez (Pitu mijo), rapero, actor y educador popular. Editora: Allison Benson, investigadora y directora de Reimaginemos.
Con el arte
Como parte de este proceso de transformación, y visibilizando el potencial del arte para reimaginar un Caldas menos desigual, Pitu mijo compuso la canción de rap Caldas Igual, que invita a creer en la igualdad y el florecer. Escúchela en la parte superior de este artículo.