LA PATRIA | MANIZALES

Don Ómar Cardona Duque vive en la calle 15A con carrera 3B del barrio La Isabela de Villamaría y afirma que un año atrás comenzaron a notar inconsistencias en el alcantarillado.

"Por el sifón del garaje de mi casa trató de salir agua y se sentía olor a cañería. Llamamos a Aquamaná; vinieron, revisaron y dijeron que como estamos cerca a una ladera y hay flujo de agua eso era normal".

Hace unos ocho meses comenzaron a ver grietas en la calle 15A, lo que se agudizó con la pavimentación de vías en diciembre pasado porque circularon volquetas y maquinaria pesada.

Luego don Ómar detectó grietas en pisos y paredes de su casa y en la de enseguida. Fueron evacuados preventivamente por Bomberos.

"Llevamos derechos de petición a Aquamaná y la Alcaldía. La semana pasada vinieron, destaparon el pavimento y se encontraron el terreno lleno de agua".

Antecedente

Don Ómar dice que construir el barrio fue una lucha de 16 años. "Siendo alcalde Jairo Alberto Llano Gómez nos vendieron un proyecto de vivienda, después nos entregaron un barranco. Hubo mucho problema, desprestigiaban mucho este terreno, pero pagamos profesionales para que hicieran estudios y nos dieron licencias y permisos para construir".

En su edición del 22 de mayo del 2014 LA PATRIA publicó que La Isabela se comenzó a construir en el 2001 como proyecto impulsado por la asociación Promover, que iba a ser cofinanciado por la Alcaldía. 117 familias pagaron cuotas entre $3 millones 500 mil y $6 millones por un lote en el que, en ese entonces, no se podía construir, pero que en el 2007 se cambió el Plan de Ordenamiento Territorial y fue declarado zona de expansión urbana apto para edificar, lo que motivó a las familias a construir con sus propios medios, pero sin contar con vías ni con servicios públicos.

En el 2013, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a varias personas por estafa y urbanización ilegal en este sitio, entre ellas al exalcalde Llano, sentenciado a tres años de cárcel. En el 2014, siendo alcalde de Villamaría Jairo Antonio Valencia López dijo que la Alcaldía había advertido a Corpocaldas sobre los riesgos del terreno debido a posibles fallas.

Responde la actual Administración

• Argemiro Ocampo Villegas, gerente de Aquamaná, reporta que desde la semana pasada visitan el barrio La Isabela con personal y han visto que la calle está muy fisurada y por debajo el terreno está colmatado de agua. "Vamos a empezar a romper la calle para llegar hasta la tubería de alcantarillado; si está mala, que no creemos, vamos a cambiarla y nos vamos a ir mirando las aguas de las casas, sobre todo de las dos más afectadas para intervenir estas aguas y volver a pavimentar".
• Camilo Sánchez Sepúlveda, secretario de Planeación de Villamaría, anunció que van a cerrar la calle 15A para evitar el tránsito de vehículos (carros y motos) y reducir el peso. También van a revisar las licencias de construcción de las casas para verificar si se hicieron tal y como fue aprobado, el tipo de cimentación y de suelos. "La idea es comparar con un estudio de suelos que vamos a contratar para determinar si es agua residual, si es agua lluvia, si es agua del nivel freático de la tierra que está afectando el terreno". Agrega que hay que tener en cuenta que las casas afectadas colindan con una ladera, área de cesión que fue entregada por el Municipio y no tiene ninguna obra de estabilidad. "Se deben esperar las recomendaciones del geotecnista para analizar y decidir qué se puede hacer desde la Administración".

Hablan habitantes

Lida Yazmín Isaza Giraldo, 6 años en el barrio

Hemos estado en constante comunicación con las autoridades, han atendido, pero no conocemos un diagnóstico de la situación. Estamos a la espera, es muy preocupante porque muchas familias podemos salir perjudicadas. Con el hundimiento de la vía la puerta de mi casa está descolgada, lo sentimos desde el martes en la noche.

Guillermo Loaiza Carmona, 7 años y medio en el barrio

La situación está muy delicada porque el agua puede hacer muchos daños. Preocupa que si ahí llega a reventar una bomba, el problema es para todo el barrio y las casas de abajo. Se demoraron para prestarle atención, aunque el martes vinieron a empezar trabajos y alivia un poco. Lo importante es que encuentren la razón del problema.

Edelberto Bedoya Lozano, 6 años en el barrio

Esta situación está gravísima, es una bomba de tiempo. Según los afectados, han radicado solicitudes y hasta ahora vienen a dar luz verde. Esto tiene que ser un asunto prioritario en Villamaría, trabajarle continuo, que no vaya a pasar lo del barrio Cervantes en Manizales.