Estela Galvis (izquierda) limpia los muebles de su casa que quedaron repletos de lodo luego de que se desbordara la quebrada Carmelo el lunes festivo en la noche. Los habitantes de la vereda reclaman ayuda del Estado para prevenir una nueva emergencia.

Foto l Freddy Arango l LA PATRIA
Estela Galvis (izquierda) limpia los muebles de su casa que quedaron repletos de lodo luego de que se desbordara la quebrada Carmelo el lunes festivo en la noche. Los habitantes de la vereda reclaman ayuda del Estado para prevenir una nueva emergencia.

“Donde no hubiera estado mi hijo mayor se me ahogan los más pequeños”, sentencia Dina Luz Palomares, ayer con por lo menos 24 horas sin dormir, al referirse a la noche del lunes festivo cuando la quebrada Carmelo se creció por la lluvia, tomó una altura de 60 centímetros y se abrió paso por su casa, en la vereda Gallinazo de Villamaría.

Dina tiene cinco hijos de 11, 13, 14, 20 y 21 años y estaban solos cuando el agua llegó a su puerta. El mayor, en un intento por retenerla, sostuvo con sus manos la entrada. Al final la puerta cedió y el agua reventó las ventanas y avanzó hasta el patio llevándose parte de la ladera sobre la que fue construida la vivienda. Ahora hay un barranco entre la casa y la quebrada.

En minutos

La vereda Gallinazo está atravesada por dos quebradas: Carmelo y Frailes. El lunes festivo a las 6:00 de la tarde comenzó a llover, y media hora después la quebrada se desbordó. En cuestión de minutos el agua rebasó la altura que están acostumbrados a ver los vecinos e inundó siete casas. La comunidad fue la primera en auxiliar a los afectados, luego fueron los Bomberos y la Alcaldía de Villamaría.

Iván Galvis, propietario de la tienda La Mixta Gallinazo, con escoba en mano saca lodo de su negocio y recuerda que el aguacero fue tan impresionante que el agua les llegó hasta la cintura. Los productos perecederos que estaban en las repisas cercanas al suelo se perdieron: granos, arroz, panela y lentejas. “Tengo pérdidas de $10 millones a $15 millones. Todo quedó nadando. Menos mal, la comunidad y los bomberos llegaron inmediatamente a ayudar”.

Foto l Freddy Arango l LA PATRIA  Algunos de los damnificados perdieron todos los electrodomésticos, muebles y enseres con la inundación. Recibieron colchones por parte de la Alcaldía de Villamaría, pero exigen acciones contundentes con respecto a las quebradas.

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Algunos de los damnificados perdieron todos los electrodomésticos, muebles y enseres con la inundación. Recibieron colchones por parte de la Alcaldía de Villamaría, pero exigen acciones contundentes con respecto a las quebradas.

No es tema nuevo

Luis Felipe Flórez, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda, narra que avisaron de la emergencia por el grupo de WhatsApp y llegaron 100 personas a auxiliar. Sin embargo, asegura que hace tres años hicieron una petición a la Unidad de Gestión del Riesgo Municipal para intervenir las dos quebradas.

“Hasta ahora no tenemos respuesta. Incluso, la semana pasada, hicimos una solicitud verbal al Municipio para que nos ayudará con 120 bultos de cemento y les dijimos que nosotros poníamos la mano de obra para canalizar. Un día después de la emergencia vinieron de la Alcaldía, esperamos que puedan actuar con prontitud”, sostiene Luis Felipe.

Foto l Freddy Arango l LA PATRIA  Con cuerdas y fuerza corporal los habitantes de la vereda Gallinazo intentan levantar y remover las rocas que bajaron desde la montaña. Por el puente de madera y guadua transitan niños de hasta cinco años.

Foto l Freddy Arango l LA PATRIA
Con cuerdas y fuerza corporal los habitantes de la vereda Gallinazo intentan levantar y remover las rocas que bajaron desde la montaña. Por el puente de madera y guadua transitan niños de hasta cinco años.

Desde la Alcaldía

César Hernández, coordinador de Gestión del Riesgo de Villamaría, asegura que Bomberos y Defensa Civil estuvieron hasta las 11:00 de la noche auxiliando a las familias. Añade que el Municipio entregó ayudas (colchones) a las familias más afectadas. “Estamos a la espera de cobijas, mercados y del presupuesto para ayudar lo más rápido posible”.

Afirma que el caserío está en riesgo porque muchas casas están construidas al lado de las quebradas. “No se cumple la norma de respetar por lo menos 15 metros de distancia, pero las viviendas las hicieron hace 30 años y las personas, tal vez, pensaron que no había peligro. Vamos a realizar un adecuado sistema de canalización”.

Por la no repetición

Iván, el dueño de la tienda, pese a la pérdida millonaria de su mercancía regala gaseosa y jugo a sus vecinos. Una de las hijas de Dina compra mecato y lo comparte con su familia. Luis Felipe, para aligerar el ambiente, cuenta un chiste mientras descansan y los allí presentes se ríen. Está soleado, pero todos en momentos distintos, miran hacia el cielo como implorando que no regrese la lluvia o adivinando su llegada.

 

Tenemos pérdida total de electrodomésticos y el resto está lleno de lodo. Mi casa, en el primer piso, está vacía. Estaba con mi nieto, un bebé de cinco meses, y mi nuera. Nos tocó quedarnos en la segunda planta hasta que el aguacero paró. Cuando bajamos, todo estaba destruido. Desde hace años pedimos ayuda con los desagües, que se canalicen y amplíen. No es algo nuevo.

Estela Galvis
Tenemos pérdida total de electrodomésticos y el resto está lleno de lodo. Mi casa, en el primer piso, está vacía. Estaba con mi nieto, un bebé de cinco meses, y mi nuera. Nos tocó quedarnos en la segunda planta hasta que el aguacero paró. Cuando bajamos, todo estaba destruido. Desde hace años pedimos ayuda con los desagües, que se canalicen y amplíen. No es algo nuevo.

Esteban Salazar
Toda la vida he vivido aquí. Mi casa no se vio afectada, pero aquí estamos colaborando. Somos una comunidad unida. Llegamos unas 60 personas con escobas, trapeadoras y palas. Esta es la hora (10:00 de la mañana de ayer) que todavía seguimos sacando lodo de las casas.

Mauricio Arroyave
El agua rebosó y llegó hasta la tercera escala del primer piso de mi casa. Se nos dañaron la nevera, la lavadora, los clósets, los colchones y el sofá. Pedimos lo que siempre hemos reclamado, que no nos descuiden, que nos arreglen el alcantarillado. No servimos solo cuando necesitan votos.

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