Fotos | Albeiro Rudas | LA PATRIA
Buscaban refugio en las sombras que daban las palmas, pero ya no está.
LA PATRIA | Anserma
Luego de los trabajos de poda y tala de árboles que realizó Emas en varios sitios de Anserma, debido a un convenio con la Oficina de Planeación Agropecuaria local, las comunidades del barrio Pablo VI esperan que se realice la prometida siembra de árboles de reposición.
El compromiso es que se sembrarán nuevas especies en el separador de la denominada avenida del cementerio y en los otros lugares, donde fueron talados más árboles, para restituir aquellos árboles que sucumbieron por la decisión adoptada.
Por fortuna, el guayacán rosado se salvó, gracias a la petición de varios habitantes del sector y de empleados del hospital San Vicente de Paúl. A este árbol solo lo sometieron a una poda o descope de unas ramas altas, que no contaban ya con follaje.
Las labores de tala y de poda, según el caso, se realizaron durante la semana pasada, en medio del intenso calor, por lo que causó sorpresa en quienes buscaban sombra en las bancas del parque de Bolívar, donde se talaron las palmas que se ubicaban a un costado del templo de Nuestra Señora del Carmen, porque, según el diagnóstico hecho público, generaban peligro.
La decisión se tomó luego de la visita de una comisión y no valieron los llamados de la ciudadanía ni de líderes ecologistas para preservar estas plantas. Estas también serían remplazadas por nuevas especies, y se espera que esta vez sí se cumpla, pues en otros tiempos no se han repuesto plantas taladas en la plaza de Robledo y en el parque Arango Zea.
A la Arango Zea llegó la poda.
Algunos árboles apenas recibieron una poda técnica.
La decisión se mantuvo hasta el final.
El parque de Bolívar, sin palmas.
En espera de la siembra de nuevos árboles.