Fotos | Albiero Rudas | LA PATRIA
El parque Arango Zea como un escenario bucólico.
LA PATRIA | Manizales
Durante los días de invierno y de intensas lluvias, que también se viven en el Occidente caldense, se presenta la oportunidad de disfrutar de paisajes no siempre a la vista. Anserma ve cubrirse de neblina sus espacios, así de la tenue llovizna.
Los atardeceres también hacen lo suyo y pintan de naranja el cielo sobre las montañas, mientras las nubes se internan en formas de algodones.
La neblina también está cubriendo calles, plazas y parques, mientras que las finas gotas de agua crean con la luz de las lámparas del alumbrado público estampas borrosas y sombras que se mezclan con las personas.
Las formas se tornan caprichosas entre la neblina y las luces, resaltando aspectos de la arquitectura circundante. Así, se puede ver la Abuela de Caldas por estas noches.
Con las luces del alumbrado público se forman paisajes diferentes en lugares de siempre.
En la Plaza de Robledo, una noche de lluvia y niebla.
Otro paisaje en la Avenida El Libertador.
El cielo al atardecer, desde una empinada calle.
Las nubes se aprecian así desde el Hospital de Anserma.
La Plaza de Robledo permite una vista excepcional a las montañas.