Fotos | Luis Fernando Rodríguez | LA PATRIA La llegada de la mula, una vieja tradición que se recupera en Salamina para reavivar la solidaridad por los adultos mayores.
LA PATRIA | Salamina
La Fundación Hogar Nuestra Señora de las Mercedes de Salamina (Caldas) realizó su Asamblea General Ordinaria el mes pasado. Durante esta reunión, se procedió a la elección de los miembros que conformarían la Junta Directiva.
Entre las dos listas de candidatos presentadas, la Junta Directiva quedó establecida así: presidente, Manuel David González Valencia; vicepresidente, Jaír Ballesteros Castrillón; tesorera, Yorladis Amaya Amaya, y fiscal, Miriam Pérez Ramírez.
“La Junta constituida se ha propuesto velar por la calidad de vida de nuestros 18 adultos mayores, cuyas edades oscilan entre los 67 y 94 años. Para llevar a cabo esta tarea, es esencial contar con el respaldo de los habitantes de Salamina y del Gobierno local. Hacemos un llamado a la acción para que se sumen a este esfuerzo, brindando un apoyo firme y sostenido a nuestros ancianos”, dijo González Valencia.
Rescatando tradiciones
Hubo un tiempo en que las calles de Salamina resonaban con el singular tintineo de una campana, anunciando la presencia de una mula cargada con dos canastas, que era una invitación a la solidaridad. Se trataba de un símbolo de la comunidad para cuidar de sus mayores.
Esta tradición volvió a cobrar vida el 30 de marzo. En el sector de la Galería y extendiéndose por los negocios y almacenes de la calle real, la mula regresó, uniendo a la comunidad en el apoyo a sus abuelos. Es una iniciativa para recaudar fondos y la actividad la organiza la Fundación.
En esa primera salida se logró una colecta de $739 mil 200. Además, entre los artículos donados se encontraban elementos básicos como jabón, café y panela, así como mantequilla, galletas, huevos, pastas y chocolate.
Este acto de generosidad colectiva no solo refleja el compromiso de la comunidad con las causas benéficas, sino que también proporciona un apoyo tangible a aquellos que lo necesitan.
El presidente expresó el compromiso de la organización de saldar las obligaciones financieras pendientes con los empleados y proveedores, así como de proceder con la reparación y mejora de las infraestructuras de la Fundación que presentan deterioro.
Las personas llenan los canastos con sus donaciones.