Los guayacanes amarillos florecen por estos días y engalanan la vía a Anserma.
Con la pausa en el intenso invierno, el sol viene prolongando su presencia por varias semanas y con él, los guayacanes amarillos sembrados en las márgenes de la Troncal de Occidente florecen.
Esta vía, entre los municpios de Anserma y Risaralda (Caldas) ofrecen este bello espectáculo para el deleite de los viajeros.
Están florecidos y con el azul del cielo y el verde de las montañas contrastan aún más los amarillos intensos. Este árbol después de florecer va viendo caer sus pétalos hasta formar tapetes en el piso.
Cada vez se ven más árboles de estos en la región, recuperando un paisaje que se había ido perdiendo por el monocultivo del café.