Fotos |Luis Fernando Trejos/LA PATRIA 700 huesos de 79 personas están a disposición de los estudiantes para analizarlos. Se descatan pelvis, fémures, tibias, peronés y cráneos.
"Donde la muerte enseña a vivir". Esta es la frase que se lee en la entrada del laboratorio de morfología de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM) donde estudiantes de carreras afines a la salud aprenden del cuerpo humano analizando 10 cadáveres (nueve hombres y una mujer) que reposan allí. Así mismo, tienen a su disposición 700 huesos que pertenecieron a 79 personas.
En el 2018 este centro de educación superior fue galardonado con el premio Sura a la empresa segura y saludable por reducir los niveles de formol de 7.2 a 0 y pasar a usar la solución chilena que hasta la fecha es aplicada para la conservación de los cuerpos.
Gustavo Toro Alzate, coordinador de los laboratorios, lleva trabajando en la institución 41 años y es el encargado de la preparación de esta solución.
En la Anatoteca están expuestos para el estudio alrededor de 30 cráneos y 3 réplicas.
Los estudiantes pueden llevarse los huesos para estudiarlos en sus casas. Gustavo Toro es quien se encarga de llevar el registro del préstamo.
Este es el galardón del premio Sura que recibió la institución en el 2018. A su lado están expuestos fetos en diafanización, un proceso para la conservación y sacarlos del uso del formol.
En cada préstamo, los alumnos marcan los huesos para estudiar los detalles óseos.
En el laboratorio de morfología se dictan clases todos los días a diferentes grupos de instituciones académicas.