Fotos | EFE | LA PATRIA Los efectos de las cuentas de Baily y el anillo de diamantes durante el eclipse solar total en Veterans Memorial Park en Dripping Springs, Texas, EE. UU., 08 de abril de 2024.
EFE | LA PATRIA | Eagle Pass (EE.UU.)
La localidad de Eagle Pass (EE.UU.), en la frontera con México, recibió este lunes la ansiada oscuridad total durante un lapso de casi cinco minutos gracias a la llegada del eclipse solar, que comenzó así su recorrido por 15 estados del país.
En total son unos 160 minutos entre el eclipse parcial y total en Eagle Pass, un evento que empezó con algo de desilusión entre los espectadores debido a las nubes.
"Mi piel se puso chinita (de gallina) al ver que se puso oscuro y se encendieron las luces, no lo podía creer", dijo una mujer.
"Fue una experiencia increíble, que es mejor vivirla sin tecnología, fue algo maravilloso", agregó.
Sin embargo el viento ayudó y el espectáculo, apodado el Gran Eclipse Americano, no decepcionó.
Esta ciudad fronteriza, conocida más por la disputa de los Gobiernos federal y estatal por el tema migratorio, olvidó hoy por algunos minutos esa crisis histórica hacia las 13:30 hora local (18:30 GMT) cuando se vivía la total oscuridad del eclipse.
Si las condiciones son claras, decenas de millones de personas en Estados Unidos comenzarán a disfrutar de impresionantes vistas cuando la luna pase entre la Tierra y el sol y bloquee temporalmente la luz del sol.
El fenómeno astronómico se registró en su totalidad en la frontera de Eagle Pass, al ser visible dentro de la franja de la totalidad que abarcó alrededor de 185 kilómetros de ancho desde México hasta el estado de Maine.
El día amaneció nublado y de acuerdo con el servicio meteorológico había probabilidades de lluvia, lo que provocó cierto desánimo en los miles de ciudadanos de Eagle Pass y el condado de Maverick, incluyendo a visitantes.
A pesar de ello, se registraron vientos, lo que favoreció que se observara durante lapsos de tiempo el fenómeno natural.
Este lució intenso en los diferentes sectores de la comunidad que está hermanada con la frontera de Piedras Negras, en Coahuila (México), donde también el eclipse fue observado con especial emoción.
En sus diferentes fases, el eclipse total de sol durará cerca de dos horas y la totalidad en el centro de la trayectoria, donde se ubicaba Eagle Pass, se mantuvo casi cinco minutos.
En Washington
La capital de Estados Unidos celebró este lunes un festival al aire libre y con variedad de actividades para observar el último eclipse solar total en el país hasta dentro de 20 años, un acontecimiento que convirtió el día de partes de México, Estados Unidos y Canadá en una breve noche y que dejó a la capital estadounidense bajo una luz crepuscular.
En Washington, fueron miles de personas las que se reunieron en el extenso parque National Mall, donde el Museo Nacional del Aire y del Espacio organizó una celebración que se prolongó durante cuatro horas con “estaciones” lúdicas para todas las edades, entre las que destacó la oportunidad de observar el eclipse a través de distintos telescopios.
"Estoy muy emocionada, me siento una privilegiada por poder ver el eclipse", dijo a EFE desde el parque Alexandra Hopkins, una estudiante universitaria en Washington, originaria de Ohio.
"Parece casi imposible que algo así pueda suceder", añadió la joven equipada con las gafas homologadas cuando ya se podía ver de forma significativa el efecto del eclipse y el cielo empezó a oscurecer.
En Washington pudo verse cómo la luna cubría el sol al 89 % y, concretamente, el eclipse fue visible entre las 14:04 hora local (18:04 GMT) y las 16:32 (las 20:32 GMT); con el punto máximo situado a las 15:20 (19:20 GMT).
En Nueva York
El eclipse solar que atravesó este lunes toda Norteamérica se convirtió en una atracción efímera a su paso por Nueva York, una ciudad adicta a las novedades que el viernes vivió su primer terremoto en un siglo y hoy ya lo había olvidado: todas las miradas y las conversaciones se concentraron en el cielo durante unas horas.
La Gran Manzana celebró su eclipse parcial con "fiestas de visionado" en lugares icónicos como el observatorio del Empire State o el Museo Intrepid, y la expectación por el fenómeno astronómico dio lugar a reuniones espontáneas en calles y edificios, desde Times Square hasta la sede central de la ONU.
A las 14:15 hora local, cuando la luna empezó a tapar al sol, el Empire State encendió sus luces y al oeste de Manhattan, en el río Hudson, la cubierta del portaaviones que acoge el Museo Intrepid se llenó de cientos de personas pertrechadas con gafas especiales de usar y tirar.
"Es un evento muy 'cool', aunque los aztecas estarían aterrados: en una semana, hemos tenido un terremoto y un eclipse", bromeó a EFE un neoyorquino llamado Leo, que intentaba tomar fotos poniendo las gafas sobre la lente del celular, uno de los gestos más repetidos de la jornada.
"Hemos repartido 3.000 gafas aquí", dijo un trabajador, Kendry Vega, encargado de explicar la ciencia detrás del eclipse a los visitantes, y que subrayaba la importancia de usar esas gafas, con filtros cien veces más oscuros que los de unas gafas de sol normales, para proteger la vista.
La cálida espera tras una semana de lluvias fue agradecida por los neoyorquinos, que se relajaron tumbados en el suelo y en el césped de los muelles cercanos hasta ver llegar la "cuasi totalidad" del eclipse parcial -un 90 %-, acompañada de un manto de tenues nubes y de un coro de murmullos.
Precauciones para un eclipse
Durante un eclipse, nunca debe observarse el Sol directamente, ni a simple vista ni con gafas de sol (aunque sea parcial) porque el Sol nunca está totalmente cubierto por la Luna y por lo tanto mirarlo sin protección segura y adecuada puede dañar los ojos.
Tampoco hay que mirar al Sol con aparatos (cámaras, vídeos) o instrumentos (telescopios, prismáticos) que no estén preparados para ello o dispongan de filtros solares homologados.
El Sol puede ser observado viendo su imagen proyectada sobre algún tipo de pantalla o con gafas de eclipse, que están diseñadas para ello.
El pasado 14 de octubre en el Eje Cafetero fue visible un eclipse anular de Sol, a pesar del cielo nublado.