Foto | www.pixabay.com | LA PATRIA
Un pulso de rayos X generado por una explosión nuclear podría vaporizar la superficie de un asteroide y, con ello, cambiar su trayectoria, según una prueba de laboratorio, lo que sugiere que esta tecnología podría utilizarse en futuras misiones de defensa planetaria.
El estudio que expone esta técnica e imitó la desviación de un modelo de asteroide corrió a cargo de un equipo de los Laboratorios Nacionales Sandia (EE.UU) y que publica Nature Physics.
Existen diversas ideas sobre cómo desviar un asteroide que amenace la Tierra. Recientemente la técnica del impactador cinético mostró su eficacia con la misión DART de la NASA, en la que una sonda se estrelló contra el asteroide Dimorphos y desvió su órbita respecto al asteroide que orbita, Didymos.
El nuevo estudio, encabezado por Nathan Moore, exploró la posibilidad de utilizar los rayos X de una explosión nuclear para calentar rápidamente la superficie del objeto, haciendo que se vaporice, se expanda en el vacío adyacente y con ello cambiar su dirección de movimiento.
Los investigadores realizaron en el laboratorio una prueba de concepto (estudio de viabilidad) en la que probaron a imitar el efecto del impacto de un artefacto nuclear contra un asteroide para lo que usaron rayos X que apuntaban a dos simulacros de asteroide de 12 milímetros de ancho en el vacío.
Una de las muestras usadas era de cuarzo y la otra sílice fundida, dos formas del óxido de sicilio (SiO2), las cuales se cree que abunda en muchos asteroides, indicó Moore.
Conclusiones
En ambos experimentos, observaron que los pulsos de rayos X calentaban la superficie de los modelos de asteroides, dando lugar a un penacho de vapor que transfería impulso a los objetivos de cuarzo y sílice y generaba velocidades de unos 69,5 metros por segundo y 70,3 metros por segundo, respectivamente.
Los investigadores utilizaron estas mediciones para realizar simulaciones numéricas sobre cómo se podría escalar este método de desvío de asteroides y sugirieron que los objetos cercanos a la Tierra con un diámetro de unos 4 kilómetros podrían desviarse con la estrategia del impactador nuclear.
Moore señaló que la prueba con estos minerales es “solo un punto de partida. Será necesario examinar otros minerales en el futuro para construir una biblioteca completa de posibles respuestas de los asteroides”.
Aunque hay muchas ideas diferentes sobre cómo desviar asteroides, para Moore, “la principal ventaja de la explosión nuclear es que son las más potentes y pueden desviar los asteroides más grandes en el menor tiempo posible”.
Para el investigador, esto “podría ser importante en cualquier situación de emergencia", por ejemplo si se detecta un asteroide cerca de la Tierra y no hay mucho tiempo de aviso previo.
Esta técnica pasaría por lanzar un cohete de algún tipo para interceptar el asteroide, cuanto más grande fuera antes habría que desviarlo, y lo ideal es que estuviera “lo más lejos posible de la Tierra, a millones de kilómetros o más", ilustró Moore.
Hasta aquí, todo es una prueba de concepto realizada en laboratorio, pero el investigador indicó que “una de las ventajas de una estrategia de interceptación nuclear para desviar asteroides es que gran parte de la tecnología necesaria ya existe”.
En todo caso, hizo hincapié en el carácter experimental del estudio, pues aún hay cosa que no saben, entre las que citó cómo podrían responder los distintos materiales de los asteroides.
“Estamos iniciando esta investigación. Esa es una de las principales aportaciones de nuestro trabajo. Con este enfoque experimental, podemos empezar a desarrollar esa comprensión”, concluyó Moore.
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