LA PATRIA | MANIZALES

El Banco de la República (Banrep) en estos 100 años también se debe a su gente, entre esos están sus trabajadores, pensionados y usuarios frecuentes que utilizan todos los servicios que esta institución les ofrece como el acceso a cerca de 90 mil ejemplares de libros, charlas, conversatorios, exposiciones y cursos de todo tipo, que se ven reflejados en las 12 mil personas que llegan a ingresar cada mes.

LA PATRIA tuvo la oportunidad de conversar con un pensionado, una trabajadora y dos usuarias frecuentes para conocer más sobre sus historias y lo que significa el Banco de la República en sus vidas.

"Mi segunda casa"

Para Marleny Lince Díaz el Banco de la República es como su segunda casa. Lleva 20 años como usuaria, ya que entre el 2002 y el 2005 cursó su bachillerato, y asistía al Banrep para hacer sus tareas. En la actualidad, va constantemente a sacar libros que se lleva para su casa, ya que es su lugar preferido para leer.

"Significa bastante porque con honrosas excepciones los funcionarios son queridos, muy atentos, atienden mis solicitudes, para mí eso es mi todo, como mi segunda casa", esto significa para ella la institución ubicada en la carrera 23 con 23 de la ciudad.

"La mitad de mi vida"

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

Alonso Ignacio Parra Zapata era auxiliar cultural del Banco de la República. Trabajó durante 41 años en la institución y se pensionó el año pasado.

"Como la mitad de mi vida, porque yo terminé mi bachillerato y al poco tiempo ingresé al Banco. Allí estuve trabajando 41 años y para mi representó muchísimo", explicó Parra Zapata.

Cuando ingresó a la institución su función era organizar los libros, porque inicialmente la biblioteca empezó con dos particulares, que eran la biblioteca de Silvio Villegas y la de Jorge Santander Arias, hasta que llegaron los libros de consulta. "Estuvimos trabajando a puerta cerrada desde el 25 de mayo de 1981 hasta el 14 de septiembre del mismo año, porque ese día fue la inauguración oficial y el 17 se abrió al público", comentó Alonso sobre la apertura de la biblioteca en el edificio antiguo del Banco de la República.

Parra contó una de las anécdotas que le ocurrieron en sus 41 años de trabajo: "En la biblioteca del edificio viejo, al fondo del salón de consulta, había unos cubículos que los habían hecho para estudiantes y en una ocasión una chica que estaba haciendo su trabajo de grado se quedó dormida y nosotros no nos dimos cuenta al salir. Y apagamos todas las luces, cerramos y cuando esa chica se despertó ya era tardísimo y a la 1:00 a.m. tuvo que ir el jefe de seguridad con varios acompañantes del cuerpo de vigilancia a abrir la puerta porque los gritos eran desgarradores, porque eso era completamente oscuro. Cuando fueron a abrirle ella de tanto tocar la puerta de vidrio se había pelado los nudillos".

Por último, en este cumpleaños 100 del Banrep, LA PATRIA le preguntó lo que le regalaría a la institución. "Le regalaría de nuevo una sala de música que fue lo que la gente pidió casi que a gritos. En el edificio anterior había una que fue muy famosa y a la gente le gustaba mucho. En este edificio la música está ubicada en el séptimo piso, pero no es lo mismo, porque la sala anterior era cómoda, supremamente agradable y estaba dirigida por una persona que era muy conocedora de la música clásica, era Jorge Eduardo Mejía Marín", dijo el exempleado.

Aprender

Foto | Cortesía | LA PATRIA

"Ir al Banco para mí significa creatividad, poder expresarme libremente, disfrutar de las actividades, divertirme y aprender". Así define el Banrep María Angel Giraldo González, de 10 años, quien desde hace un año es visitante frecuente acompañada de su madre, Sandra González.

Una de las anécdotas que más resalta Sandra es que ella va a la biblioteca y hojea los libros, y a su casa llega con palabras nuevas que no son comunes para una niña de 10 años.

El regalo de María Ángel para el Banco en estos 100 años es: "Ese sentimiento de alegría de un niño, de un joven y de un adulto que cuando van al banco se sientan, se expresan, se inspiran, leen, escuchan, hablan, socializan y dialogan".

Historia

Foto | Cortesía | LA PATRIA

María Victoria Ramírez Aristizábal es auxiliar cultural y este domingo cumplirá 33 años trabajando en la institución. También compartió el significado del Banco de la República en su vida: "Muchísimo, porque uno ingresar a una entidad tan grande enla que cuando uno va a entrar le dicen tantas cosas bonitas y tan generosas con sus empleados, significó mucho en ese momento y ha significado mucho trabajar toda la vida en el Banrepública. Es una entidad rentable y respetuosa para todo el mundo".

Y el regalo de Ramírez Aristizábal en estos 100 años sería: "Mi honestidad y mis ganas de trabajar, mis ganas de estar en una institución tan grande como la es el Banco de la República".