LA PATRIA | ANSERMA

Desde hace unos siete años, a través de la oficina de Planeación Agropecuaria de Anserma (Caldas), se viene tratando de talar las palmas y otros árboles en la Plaza de Robledo, el Parque de Bolívar y la avenida El Cementerio de este municipio. El argumento, según Dailin Lopera, ingeniera ambiental y funcionaria de dicha dependencia, es que la caída de ramas puede representar un riesgo para quienes transitan a su alrededor y, en el caso de los árboles, asegura que cumplieron su ciclo de vida.

Las palmas ubicadas a un costado del templo del Nuestra Señora del Carmen también se erradicarán.

En ocasiones, la medida de talarlos obedece a solicitudes de la comunidad cercana al sector donde están ubicados, como sucedió hace menos de un año cuando la Empresa Metropolitana de Aseo (Emas) realizó una intervención en el parque Arango Zea que arrasó con varios árboles con el pretexto de que serían reemplazados por otras especies de menor altura.

Corpocaldas y la oficina de Planeación Agropecuaria prometieron que por cada árbol talado se plantaría uno nuevo. Sin embargo, hasta el momento, hay desconfianza en algunos ciudadanos de que esto se cumpla.

Se salvó un guayacán

En un costado de la Terminal de Transporte está sembrado un guayacán amarillo que desde hace una década se puso en lista para ser talado por solicitud de residentes del sector. Las voces de ambientalistas lo impidieron y hoy continúa regando la calle con sus flores.

Por otro lado, el árbol que sí sería talado es el guayacán rosado, de 80 años, ubicado en la glorieta cercana al hospital San Vicente de Paúl, que, según Lopera, "ya está viejo, enfermo y puede representar un riesgo".

En el caso del parque Cristo Rey, en visita realizada por las autoridades se confirmó que las especies están en buen estado. No obstante, algunos vecinos insisten en que se remuevan, mientras otros tratan de impedirlo.

Este guayacán rosado será talado. En el municipio hay posturas a favor y en contra de la tala.

Voces

• Fernando Ocampo, concejal de Anserma, pidió que, antes de proceder a talarlos, se debe concientizar a la ciudadanía de la importancia de las especies y que las personas que tienen árboles cerca de sus barrios y casas aprendan, y conozcan los beneficios de estos seres vivos.
• Gustavo Ríos, aspirante al Concejo y docente pensionado, que lidera campañas de protección al medioambiente, dijo que con respecto a la tala de las palmas tiene sus reservas.
• Luz Elena Grajales, funcionaria de la oficina de Turismo Municipal, enfatizó en que hay lograr un turismo regenerativo y mirar cómo los seres humanos "nos involucramos en el cuidado sostenible y amigable del medioambiente", y concluyó que la naturaleza hay que conservarla y no talarla.

En el caso de las palmas que están en la avenida El Cementerio es notable la falta de mantenimiento. Las autoridades dicen que la solución es cortarlas de raíz, pero la comunidad propone que en vez de quitarlas, las conserven.