Los ambientalistas se quejan: "En pleno Fenómeno de El Niño, no se puede dragar."

Los finqueros y areneros de la zona advierten que el lodo del dragado afecta el ecosistema y termina cayendo al río Chinchiná. "El agua del río San Francisco baja contaminada y por eso el ganado no la bebe. En la zona hay poco material de arrastre", dice un propietario de una finca aledaña al embalse.

El malestar entre finqueros y ambientalistas de Chinchiná y de Palestina radica en que la Chec viene haciendo desde enero del año pasado un dragado controlado del Lago Sur de Cameguadua. Según ellos, esa práctica afecta las fuentes hídricas porque los residuos los están arrojando a las aguas del río Chinchiná y que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) autorizó un piloto de dragado controlado en el Cameguadua que terminará este año.

Sin afectación de afluentes 

Laura Gómez Giraldo, profesional del área de Generación de Chec, asegura que los residuos del dragado van de forma controlada a los ríos Chinchiná y Cauca, y que estos materiales de arrastre no afectan a los afluentes ni al ecosistema.
 La aclaración fue con motivo de una denuncia similar que se registró el año pasado. 

Hoy el embalse San Francisco sigue habilitado para la pesca. Está ubicado en la vereda La Esmeralda y proporciona alimento a unos 50 pescadores artesanales.
 Añade que el Lago Norte de Cameguadua, detrás del actual sitio de dragado, está enfocado en la generación de energía y en el turismo recreacional y de pesca. 

Asimismo, luego de las denuncias de la comunidad, ANLA solicitó investigar posibles afectaciones ambientales en Camegudua mientras que Corpocaldas "practicó mediciones de impacto y remitieron un informe técnico a ANLA."

Costos 

La operación de dragado la hace el contratista Geodragados y su inversión, solo de operación y monitoreo, es de por lo menos $3 mil millones, con recursos de Chec