Andrés Morales es papá, técnico en soldadura, hincha del Once Caldas e invasor. Se crió en el barrio San Joaquín de Manizales y se enamoró de Rocío Giraldo, su esposa. Ambos son los padres de Tifany Morales Giraldo, de nueve años. Los tres fueron los primeros en invadir un lote de la Alcaldía desde hace dos años. Antes vivían en El Carmen, pero Andrés se quedó sin trabajo y en consecuencia, sin arriendo.

Al año, llegó a la invasión Carmenza Vera Ramírez, mamá de Rocío y suegra de Andrés, quien trabajaba como jefe de cocina en un restaurante del Centro hasta que le dieron dos trombosis y el médico le ordenó reposo. Pasó de recibir mensualmente $1 millón 800 mil a no ganar nada. Tomaron la decisión y construyeron dos casas de bahareque y guadua en la ladera.

Hay vecinos que los apoyan y les dan donaciones, pero también están quiénes denuncian el ocupe ilegal y exigen intervención de las autoridades.

La invasión está en la calle 24 con carrera 28, de San Joaquín. Al final, la cuadra se queda sin vía y remata en unas escaleras que no conducen a ningún lugar. En la mitad, a mano izquierda, están las edificaciones. Andrés construyó las dos viviendas en una de las terrazas de la montaña.

"Todos tenemos derecho a casa. Este monte se había vuelto un basurero. Recogimos las basuras y adecuamos el terreno. Lo cambiamos para bien", manifiesta Andrés. "No me quedo varado, un primo me enseñó a pintar y hago lo que resulte para sostenerlas", añade.

Condiciones

Cuentan con servicio de agua, alcantarillado y electricidad. "Hicimos un empalme con un vecino y conectamos una manguera de agricultura, pagamos por mitad la factura y coloqué 60 metros de tubería que llegan a la recámara", según Morales.

Además, tienen huerta con tómate, cilantro, cebolla, brócoli, manzanilla, yerbabuena, frijol, papa criolla y un galpón con tres gallinas.

Tifany estudia en la Institución Educativa Gran Colombia, está en cuarto de primaria y hace las tareas en el Telecentro Comunitario del barrio. Y según el testimonio de una docente, varios profesores de primaria están pendientes de ella y recogen donaciones.

Vecindad

Algunos vecinos denuncian y aseguran que están obstruyendo las canaletas. Sin embargo, los invasores explican que son los trabajadores de la construcción de al frente los que depositan escombros en ella. "Ellos sí están construyendo en la canaleta, pero como es legal el predio, no pasa nada. Yo las limpio porque sé la importancia de tenerlas sin nada. Ojalá vinieran las autoridades y vieran que no somos nosotros, sino ellos. Incluso las recogemos a diario en costales", reclama Andrés.

"No causamos perjuicio a nadie y queremos legalizar nuestras casas. Varios barrios de por aquí, fueron primero invasión. Vinieron de la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) y comprobaron que no estábamos tapando nada", indica Carmenza. Hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta de la UGR para verificar el testimonio.

La oficina de Seguridad Ciudadana de la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía relata que los funcionarios del grupo de vigilancia y control realizaron visita a la invasión. Está pendiente conocer su diagnóstico y proceder.

Fotos | Luis Trejos | LA PATRIA
Trabajadores de obra depositan diariamente escombros cerca a la canaleta, según los ocupantes. Los invasores recogen a diario en costales las basuras y esperan poder quedarse en el predio como familia.

Población vulnerable

La Personería de Manizales explica que la población vulnerable se identifica desde su condición socioeconómica en varios criterios legales:

1. Nivel del Sibén

2. Adulto mayor que requiera atención del Estado

3. Niños, niñas y adolescentes.

4. Víctimas del Conflicto Armado

5. Migrantes venezolanos

Indagación

La Personería indica que, para el caso puntual, pueden haber dos personas en condición vulnerable: Tifany y Carmenza. Y que el Estado está en la obligación de protegerlas. "No sabíamos del caso, vamos a entrevistarnos con Andrés para indagar y averiguar la situación de la familia".

Otras invasiones en la ciudad

LA PATRIA ha registrado el comienzo y el desarrollo de la invasión Samaria de 600 casas al norte de la ciudad. También la del barrio Bosques de La Enea con cinco casas y dos pesebreras. Ahora, documenta la invasión de San Joaquín de dos viviendas y una familia.

Esta es la entrada a la casa de Andrés y su familia.