Foto | Freddy Arango | LA PATRIA La Fundación Cristiana Rescatados por su Sangre pertenece a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia. César Quintero dirige a diario la ceremonía con micrófono en mano, justifica el ruido porque "hay que motivar a los muchachos para que continuen con su proceso de rehabilitación".

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

La Fundación Cristiana Rescatados por su Sangre pertenece a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia. César Quintero dirige a diario la ceremonia con micrófono en mano, justifica el ruido porque "hay que motivar a los muchachos para que continúen con su proceso de rehabilitación".

“Éramos criminales, comíamos de la basura y olíamos feo. Ahora somos hombres nuevos y pedimos una oportunidad, pero la sociedad nos condena. Lo único que queremos es hablar de Dios”, proclama César Quintero Gómez, director de la Fundación Cristiana Rescatados por su Sangre, con micrófono en mano y amplificando su voz en un bafle, mientras responden en coro 39 hombres: “Amén, Amén".

La fundación tiene sede en el segundo piso de una casa antigua y con suelo de madera del Centro Histórico de Manizales. Allí residen 38 exhabitantes de calle y un administrador. Se levantan a las 5:00 a.m. y a las 8:00 a.m. empiezan su ceremonia hasta las 10:00 a.m. César dirige la sesión y mientras pregona, algunos lloran con las manos en dirección al techo y otros se arrodillan con los ojos cerrados. Al final reproducen una canción que cantan al unísono mientras aplauden y gritan palabras de redención.

La queja

Algunos residentes del sector se quejan por el ruido. Aseguran que la ceremonia es diaria, incluso en festivos y fines de semana. Y al hacerla con amplificador, toda la cuadra escucha. “Consideramos que es una buena obra social, pero deberían realizarla en otro espacio. En donde no afecten a los demás. O si se van a quedar que al menos le bajen al volumen. Entendemos que intentan rehabilitarse y tienen derecho a hacer su culto, pero es demasiada bulla y hacinamiento”, asegura una vecina de la cuadra.

Respuesta

“Si aquí hubiera una discoteca no se quejarían, incluso vendrían. Yo escucho a los de Alcohólicos Anónimos enseguida y no nos incomoda porque hacemos lo mismo. Ellos con sus muchachos y nosotros con los nuestros. En la esquina hay un bar que sí hace ruido hasta tarde y fines de semana ¿por qué no se quejan de ellos?”, responde César Quintero.

Añade que después de las 10:00 a.m. todo queda en silencio. "Los muchachos se van a trabajar vendiendo maní y galletas. Y nos acostamos a las 9:00 p.m. Ojalá tuviera dinero para comprar un lugar, no estaríamos aquí, sino en una finca. Pero somos autosustentables, vivimos de donaciones y de las ventas de paquetes en las calles”.

Queja formal

“Hablamos entre varios y presentamos una queja formal. Aquí hay personas mayores y todos están desesperados con el tema. El proceso está en la Inspección de Policía y la audiencia es en noviembre. El ruido continuará sin solución por siete meses más”, reclama un denunciante.

“Debemos comparecer el 22 de noviembre para dar solución a la queja presentada por comportamiento contrario a la convivencia. Mis muchachos están preocupados. Me dicen: "Si nos sacan de aquí, ¿para dónde nos vamos?" Son hombres que encontraron un refugio, una cama, un techo y una vivienda digna”, concluye Quintero Gómez.

Mientras se resuelve en noviembre formalmente la queja, la convivencia entre ambas partes continúa, aparentemente, sin diálogo. El bafle seguirá sonando diariamente para quienes quieren y para quienes no quieren escucharlo. Amén, Amén.

En la sede de la fundación hay cupo para 40 personas. Allí se hospedan y alimentan a exhabitantes de calle. La Adminitración asegura que solo hacen ruido dos horas en la mañana y luego todo queda en silencio. También afirman que los apoyan algunos vecinos.

En la sede de la fundación hay cupo para 40 personas. Allí se hospedan y alimentan a exhabitantes de calle. La Administración asegura que solo hacen ruido dos horas en la mañana y luego todo queda en silencio. También afirman que los apoyan algunos vecinos.

 

¿Qué hacer en caso de queja por ruido?

Información proporcionada por Luz Andrea Garzón Mozo, abogada magíster en Criminología.

1. Intentar realizar un acercamiento de manera voluntaria y amistosa con el vecino para que disminuya el ruido.

2. Si no se logra lo solicitado se debe elevar una queja formal ante la Inspección de Policía más cercana, en virtud al Código Nacional de Policía y Convivencia en el Artículo 33: “comportamientos que afectan la tranquilidad y relaciones respetuosas de las personas”.

a) Sonidos o ruidos en actividades, fiestas o eventos similares que afecten la convivencia del vecindario cuando generen molestia por su impacto auditivo. En cuyo caso podrán las autoridades desactivar temporalmente la fuente del ruido, en caso de que el residente se niegue a desactivarlo.

b) Actividades que trasciendan a lo público y perturben o afecten la tranquilidad de las personas.

3. Las personas involucradas serán citadas en atención al Artículo 223 del Código para iniciar el trámite del proceso verbal en una audiencia pública con invitación a conciliar, presentar pruebas y tomar una decisión e interponer los recursos de ley cuando se esté en desacuerdo con la decisión tomada por el inspector.

El Código de Policía contempla que los puntos a y b dan lugar a una multa general tipo tres, cuyo valor es equivalente a 16 salarios mínimos diarios legales vigentes para el año 2023 ($618.666).

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