Dos tapas metálicas cuadradas ubicadas a un costado de la carrera 23 en el sector del barrio Belén de Manizales, generan problemas para los buses, taxis y carros particulares que circulan por ahí.

Las cubiertas están hundidas y cuando los vehículos pasan sobre ellas, las llantas de los móviles se hunden junto con la tapa haciendo que estas últimas vibren amenazando su desprendimiento. Según aproximaciones de peatones que transitan diariamente por el sector, las láminas pertenecen a una recámara de cableado.

Aseguran que están flojas hace al menos dos años, tiempo en el que el ciudadano Jesús Arias, registró cómo el metal se ha ido deformando y desencajándose del pavimento.

Teme que las tapas se desprenden y ocurra un accidente. "Puede ser un potencial peligro para cualquier conductor. Además, transitan muchos buses y que más pesado que un colectivo para terminar de dañarlo", comenta el ciudadano. Arias y otros dos denunciantes especulan que la recámara pertenece a Tigo Une. Piden a la entidad hacer la restauración.

En proceso

DENUNCIE fue hasta Tigo Une. Radicó una petición y la funcionaria a cargo del proceso manifestó que en un plazo de 15 días habría respuesta de la entidad.

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