El esloveno Primoz Roglic (Bora) dio un pasó decisivo para lograr su segundo Dauphiné al firmar un doblete en la séptima y etapa reina de montaña disputada a través de 155,3 kilómetros entre Albertville y Samoëns 1600.

Roglic (Trbovlje, 34 años), triple ganador de la Vuelta a España, atacó en el momento justo cerca de meta para llevarse la etapa, bonificar 10 segundos y dejar la carrera sentenciada a falta de una jornada. El arreón final le permitió alzar los brazos por segundo día consecutivo, con un tiempo de 4h.29.16, a una media de 34,6 km/hora.

A 2 segundos llegaron Matteo Jorgenson (Visma), un enorme Oier Lazkano (Movistar), protagonista al final con varios ataques, el canadiense Gee y el italiano Ciccone. A 8 segundos cruzó Carlos Rodríguez (Ineos) y a 33 Mikel Landa (Soudal), antes que su jefe de filas Remco Evenepoel, quien no estuvo con los mejores y se dejó 1.56 minutos.

Protagonismo de los corredores españoles en la etapa reina, en la que Roglic dejó el Dauphiné sentenciado, a falta de una etapa que no será fácil. Su estado de forma le acredita como claro favorito. Le sigue en la general a 1.02 Jorgenson, a 1.13 Gee, a 1.56 Vlasov y Carlos Rodríguez es quinto a 1.58. Dentro del top 10 Oier Lazkano es octavo a 2.20 y Mikel Landa décimo a 3.51.

Soler, gran protagonista de la fuga del día

Auténtica etapa reina del Dauphiné con 3 puertos de primera, 1 de categoría especial hacia la meta y 4.200 metros de desnivel. Prueba de fuego para los aspirantes, y reto para los valientes que quisieran aventuras de envergadura. Ya de inicio tocó ascender el Col des Saisies (1a, 9,5 km al 6,5), donde se sucedieron los intentos de fuga y algunos abandonos.

 Cinco hombres se destacaron en la subida, con Soler (UAE) y Formolo (Movistar) como revulsivos. Por detrás se produjeron reacciones que desembocaron en un grupo de 10 hombres que iban a abrir camino con permiso de un pelotón controlado por el Bora de Primoz Roglic, poco alterado por una fuga que no entrañaba peligro para la general.

Pasó por la cumbre Fortunato en su afán se lograr el maillot de la montaña, y el italiano repitió en el techo de la Cota D'Arâches (1a, 6,2 km al 7,4), donde la decena de rebeldes aún se entendía a la perfección. Por detrás, a 3.30 minutos, el pelotón con todos los favoritos al son que marcaban los hombres del maillot amarillo.

Fue en la subida al Col de la Ramaz (1a, 14 km al 7) cuando Marc Soler decidió lanzar su carta ganadora. El ciclista catalán arrancó de lejos, coronó en solitario con 1.35 minutos sobre los perseguidores y consolidó un proyecto muy esperanzador.

Soler se hunde a 2 km de la meta, Roglic sentencia al final

Soler afrontó en solitario el ascenso a Samoens 1600 (Especial, 10 km al 9), todos el sacrificio concentrado en el corredor de Vilanova i La Geltrú, que comenzó el puerto con 4 minutos sobre el grupo de Roglic y Carlos Rodríguez. Por detrás perseguían Barguil, Rafferty y Prohomme, pero a 5 de meta fueron absorbidos por los favoritos.

Quedó Soler a su suerte, con 2 minutos de adelanto a 4 km de meta. El peligro ya estaba en 10 corredores con los mejores de la general, menos Remco Evenepoel, soltado a 7 km de la cima, confirmando que su estado de forma dista mucho de ser el ideal con el Tour de Francia a la vuelta de la esquina.

El grupo de 10, incluidos Carlos Rodríguez, Oier Lazkano, Mikel Landa y Javier Romo terminó de hundir a Soler a 2 km de la cima. El catalán se dejó todo por un sueño imposible, tal vez atacando con pleno riesgo desde muy lejos, al comienzo de la etapa.

Lazkano contestó a un ataque de Buitrago, saliendo desde atrás que prometía algo bueno, pero hubo reacción de Vlasov, llevando a Roglic a puestos de vanguardia. Y el esloveno en un rápido final no suele perdonar. Se adelantó a Jorgenson dejando claro quién es el que manda en el Dauphiné.

Este domingo se disputa la octava y última etapa entre Thônes y Plateau des Glières, de 160.6 kms, una jornada de montaña con final en alto, 3 puertos de primera y 1 de tercera. De salida espera el Col de la Forclaz-de-Montmin (7.1 km al 7.2%), seguirán el Col des Esserieux (4.6 km al 5) y Le Salève (12.2 km al 6.8) antes de la última batalla hacia meta con un ascenso de 9,3 km al 7,3 que conduce a meta. 

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