Foto | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA
Desde anoche es el máximo goleador del Campeonato Colombiano en 75 años de historia.
LA PATRIA | Manizales
Corrían los primeros días del 2001 y los equipos del fútbol colombiano hacían sus veedurías para encontrar talentos. Once Caldas no era la excepción. Carlos 'Panelo' Valencia dirigía dos categorías: la juvenil y la Primera C.
A 'Panelo' le recomendaron dos jugadores tolimenses: "No me acuerdo del nombre del portero; el otro era Óscar Calderón, volante mixto, un jugadorazo", rememora.
Los dos deportistas se presentaron a trabajos y le dijeron a Valencia que habían llegado con un compañero más para que lo viera. El técnico manizaleño les dijo que no había problema, que lo llevaran al otro día a la cancha del Batallón Ayacucho.
Al día siguiente los dos tolimenses arribaron en compañía de Dayro Mauricio Moreno Galindo, el jugador que ayer hizo historia en el fútbol colombiano al convertirse en el máximo anotador en solitario del Campeonato Profesional o Liga BetPlay. Superó a Sergio Alejandro Galván Rey, que tenía el récord con 224 anotaciones.
Así nació el más reciente ídolo del Blanco, como dice Eduardo Galeano en su libro El fútbol a sol y sombra: "...y un buen día la diosa del viento besa el pie del hombre, el maltratado, el despreciado pie, y de ese beso nace el ídolo del fútbol. Nace en cuna de paja y choza de lata y viene al mundo abrazado a una pelota".
Dayro nació en Ibagué, pero su hogar está en Chicoral, corregimiento de El Espinal (Tolima). Es hijo de Edinael e Hilda Rosa, y es hermano de Jenny Sonidia y Alexis Esperanza. El hogar de los Moreno Galindo está ubicado en el barrio El Centro y desde allí Dayro iba a estudiar a la escuela ICCE y a jugar con el equipo de don Héctor Rosas.
Después, de la mano de su tío José Jairo fue a Fonelec, el club que le permitió llegar a la selección departamental y al Once Caldas.
Su desarrollo
"Lo recibí, tenía 17 años y jugaba de lateral derecho", recuerda 'Panelo'.
Los primeros días, dice el entrenador, a Dayro le costó mucho por el frío de Manizales, pues Chicoral es un pueblo caliente: "Me llegaba arropado y temblando de frío, pero siempre con la disposición de trabajar".
Dayro ganó confianza y progresó. 'Panelo' lo empezó a valorar y le fue cambiando de posición: de lateral derecho lo subió como volante recuperador y finalmente lo puso adelante, como extremo o centrodelantero.
"Le vi técnica y habilidad, y Heimar González, el preparador físico en ese momento, le desarrolló la potencia física, que no la tenía. A pesar de su edad, era serio y noble para trabajar".
Dayro, ese año, en el Nacional Interclubes, con la camiseta del Once Caldas, anotó 34 goles en el equipo cuya delantera integraban además Luis Núñez, Camilo Hernández y Javier Araújo.
Jairo Quintero Trujillo, presidente en ese entonces del Once Caldas, dice que pagó $7 millones por los derechos deportivos de 'Peluca', como le decían a Dayro en sus comienzos.
"Se los pagamos a una cooperativa deportiva de Ibagué, que manejaba un pariente de él".
'Panelo' cuenta que fueron tantos los progresos que, en el 2001 y el 2002, Dayro se consolidó como delantero: "Se movía de un lado para otro sin problemas gracias a su potencia física".
El 2003 fue un año muy importante en la historia del Once Caldas. Llegó Luis Fernando Montoya como técnico y el Club le sugirió que 'Panelo' Valencia fuera su asistente.
Con el ascenso de Valencia, fue Ricardo 'Chicho' Pérez, otra gloria del fútbol caldense y colombiano, el que tomó el mando de las divisiones menores. 'Panelo' se integró al grupo de trabajo del profe Montoya y ganaron la Liga del 2003 y la Copa Libertadores del 2004.
"Recibí el equipo con muchos talentos y la idea era potenciarlos a la rama profesional. Dayro era una máquina para hacer goles, los hacía en los entrenamientos y en los partidos", recalca 'Chicho', campeón de la Copa Libertadores de 1989 con el Atlético Nacional e integrante del seleccionado nacional de Colombia el Mundial de Italia 1990.
De la mano de Pérez, el Once Caldas fue campeón del Nacional de Primera C y Dayro fue el goleador: "Estoy seguro de que nadie le enseñó a hacer goles, perfeccionó detalles, pero nació definidor".
Al profesionalismo
La puerta del equipo profesional se le abrió con Carlos 'Panelo' Valencia: "Le dije al profe Montoya que teníamos un jugador muy bueno, que lo viera", dice el hoy asistente técnico de La Equidad.
23 de los jóvenes de los que trabajaron con Valencia, en el 2001 y 2002, y con Pérez, en el 2003, jugaron al fútbol profesional. Muchos lo hicieron gracias a la figura del sub-20, que obligaba a tener en cancha a un jugador de esta categoría actuando en la Liga.
Dayro lo hizo y se ganó muy rápido un lugar en el equipo profesional: "Se encontró en el profe Montoya a una persona justa que lo supo llevar y así se consolidó".
El técnico campeón de la Copa Libertadores del 2004 recuerda qué jugador recibió: "Era un joven lleno de condiciones. Creo que tuvo personas determinantes a su lado entre los 14 y los 16 años", menciona el profe Montoya.
Dayro subió a la primera división en compañía de Alexis Henríquez, Edwin Móvil y Javier Araújo, también consagrados después en el fútbol profesional colombiano.
Montoya cuenta que una vez el equipo profesional jugaba en Ibagué y le pidió a la dirigencia que le dieran tiquetes a Dayro Moreno: "Me preguntaron si era que lo iba a poner a jugar y les dije que no, que quería conversar con su familia para que le ayudaran a crecer y que no hubiese elementos distractores en su carrera". Ya había indicios de indisciplina.
Dayro, desde chico, mostró carácter y personalidad. 'Panelo' no olvida que en la Libertadores que ganó el Once, en el partido con el Barcelona de Ecuador, en los octavos de final, el tolimense mostró de qué estaba hecho: "En la definición desde el punto penal, pidió la pelota para hacer el tercer cobro".
Alfonso Sosa es psicólogo. En dos ocasiones se ha cruzado laboralmente con Dayro Moreno. La primera fue en el Once Caldas en el 2004 y la segunda, en Atlético Nacional.
"Valoro mucho su alegría y su solidaridad. Y mentalmente es muy fuerte, traza objetivos y los logra. Se prepara muy bien y siempre quiere más".
José Miguel Rodas fue kinesiólogo del Once Caldas y compañero de Dayro durante 15 años; lo conoció desde niño: "Siempre fue irreverente. Nunca marcó distancias con nadie y entró al grupo de los grandes en el camerino por su personalidad. Tomaba cerveza con ellos en el bus. Su autoestima es y ha sido tan grande que, cuando las figuras lo puteaban porque pateaba tanto al arco rival, les decía: 'Tranquilos que cuando la meta los pongo a cobrar'".
No obstante, a Dayro lo golpeó fuerte la muerte de su tío José Jairo, su primer representante. "Le ayudaba en muchos aspectos y siempre nos decía que él iba a jugar fútbol profesional. Lo vio ser campeón de la Libertadores y se murió justo cuando el Once estaba en la Copa de la Paz en Corea", recuerda Alexis Esperanza, su hermana.
Va y viene
A partir del 2007, el delantero empezó a ir y a volver. Ha estado en seis ciclos en el Once Caldas: 2003-2006, 2007, 2010-2011, 2012, 2020 y 2023-2024. 266 partidos en total.
Fue al Atlético Paranaense, de Brasil, y volvió al Blanco. Un año después fue al Steaua de Bucarest, de Rumania, equipo con el que jugó la Liga de Campeones de Europa. No tuvo empatía con sus entrenadores.
En el 2010 regresó al Once Caldas y volvió a ser clave en el equipo, pues fue el goleador de la Liga y brilló en la Copa Libertadores al lado de Fernando Uribe y Wason Rentería.
El míster Juan Carlos Osorio fue el técnico de ese Once Caldas: "Dayro mantiene la combinación de fútbol calle-potrero y fútbol estructurado. Tiene la capacidad de anotar goles espectaculares, goles significativos y goles de finalizador".
"Hace goles con controles apretados, cortos y ceñidos. Tiene ese segundo extra para definir al lugar, algo muy difícil para los porteros rivales. Y lo mejor, es un gran ser humano", agregó.
Salió al fútbol mexicano para jugar en el 2011 en el Tijuana, recién ascendido a la A.
Retornó al país y de nuevo recaló en el Once Caldas. Y a partir de allí comenzó su periplo por el Junior de Barranquilla y Millonarios. Volvió al Tijuana en el 2014 y estuvo dos temporadas.
Firmó en el 2017 con el Atlético Nacional. Y allí vivió un incidente notorio en su carrera. Se peleó con Jeison Lucumí en el campo por el cobro de un tiro libre y el Club lo despidió por "justa causa", por actos de indisciplina reiterados que venían perjudicando la imagen del equipo.
Se incorporó a Talleres de Córdoba, de Argentina, sin mucho suceso. En el 2021 jugó con Oriente Petrolero boliviano y volvió en el 2022 al Atlético Bucaramanga. Retornó al Once Caldas para escribir el capítulo inolvidable de su carrera.
Más allá del goleador y el jugador extrovertido, con rastas, uñas pintadas y tatuajes, todos hablan de un profesional en los entrenamientos y un hombre noble fuera de la cancha.
"Él tenía un contrato con Adidas y pasaba por las divisiones menores buscando jugadores con necesidades. Íbamos a Pereira, recogía la mercancía y se las regalaba", recuerda Rodas.
"Viene en vacaciones y es muy humilde, es buen hermano y buen tío. Mi hermana lo aconsejaba o lo regañaba y siempre le decía que sí, lo voy a tener en cuenta", recalca Alexis Esperanza. A las dos les ayudó a pagar los estudios universitarios.
Siendo aún muy joven, Dayro le dijo a 'Panelo' que en Ibagué había otro talento para ver: "Me recomendó a un volante menudito, creativo y talentoso. Averiguamos y era James Rodríguez. Sé que pidieron $15 millones por su pase y no hubo acuerdo, luego supimos que fue al Pony Fútbol y sabemos su historia".
Según Jairo Quintero, es un honor para el Once Caldas tener a los dos máximos goleadores del Campeonato Colombiano.
Dayro es el máximo goleador de la Liga en toda su historia y ya anunció que va por la marca de ser el artillero colombiano de todos los tiempos. Sin duda, este devorador de arcos rivales, con pinta rockera y un gran ser humano, según quienes lo rodean, está en el corazón de todos.
Los árbitros lo valoran
4 tarjetas rojas en 460 partidos jugados de Liga: 3 con Once Caldas en el 2005, 2010 y 2012, más una expulsión con Atlético Nacional en 2017.
Wílmar Roldán, el árbitro más importante del fútbol colombiano la última década, analizó a Dayro desde su posición, la del árbitro: "Un jugador de élite y ellos, los de esta categoría, se preocupan por el equipo y por desarrollar sus habilidades. Poco se mete con los árbitros. Nunca tuve una discusión con él. Es diferente y ellos lo que menos hacen es poner problemas".
Roldán cuenta que a Dayro le gusta que él le dirija: "Hay respeto, siempre me ha dicho que le gusta porque doy continuidad, que eso le permite tener más posibilidades de remate y hay más juego. La última vez que nos vimos le dije que no se podía retirar sin imponer su récord".
Con poca historia en la Selección
Su paso por los seleccionados nacionales no fue tan intenso como su misma carrera. Con las menores estuvo en Suramericano del 2005 (Eje Cafetero) y el Mundial de Países Bajos. Con la mayores participó en dos Eliminatorias (2010 y 2014) y dos Copa América (2011 y 2016). Hizo un gol en 19 partidos.
"Me acuerdo de que lo vimos como un jugador muy importante en el Suramericano, era local. Era para jugar como extremo y no de 9. Desde pequeño demostró su riqueza técnica, olfato goleador y ese don de saberse ubicar", dice Eduardo Lara, el técnico del combinado nacional que ganó el Suramericano del 2005 en Manizales.
Marcado por la indisciplina
Fueron varios los incidentes en los que Dayro Moreno resultó o fue involucrado. La sanción que le impuso el Once Caldas en el 2005; la llegada tarde a la pretemporada con el Steaua de Bucarest (Rumania) en el 2010; el accidente de transito que sufrió en el 2012 en Chicoral (Tolima), su pueblo natal; y lo incidentes que le costaron la salida del Atlético Nacional en el 2017.
La más recordada fue la del 2007, tras el partido que Colombia le ganó 2-1 a Argentina y uno de los dos goles lo hizo Dayro. El jugador se quedó en Bogotá, después fue visto en una discoteca, lo que desencadenó la salida del técnico Santiago 'Sachi' Escobar del Once Caldas.
Jairo Quintero, expresidente del Once, recuerda el momento: "'Sachi' llegó a mi oficina ofuscado y me dijo: 'O es Dayro o soy yo', y le dije: 'Sachi, no me haga responderle'. Y volvió a decir lo mismo y le dije: 'Es Dayro'".
¿Y qué dice 'Sachi'? "Dayro no llegó el martes al entrenamiento. Llamé a don Jairo y me dijo que le habían dado permiso para quedarse en Bogotá para sacar la visa porque iba al fútbol alemán. Le pedí que lo mínimo era que me lo hubiesen dicho por ser el técnico. El miércoles fue el día de la cita, el jueves no llegó y el viernes estuvo en una discoteca".
Y agregó: "Se llegó la hora de la concentración y la dirigencia me dijo que si lo iba a tener en cuenta y les dije que no. Entonces me respondieron que el sábado me debía presentar para dirigir la Primera C y les dije que no y opté por la renuncia".
José Miguel Rodas, quien compartió muchos espacios con Dayro, cuenta: "No es un secreto que muchas veces optamos porque no saliera a la cancha porque había llegado en condiciones no óptimas para entrenar. En esa época los entrenos eran a puerta abierta y todos se iban a dar cuenta. Dayro ha sido tan fuerte que pudo defender ese derecho de salir a rumbear, como cualquier ciudadano".
Quintero Trujillo agregó: "Tuvo sus momentos de indisciplina y lo castigamos, pero es un gran ser humano y un excelente deportista".
La frase
"Fue de los delanteros más difíciles que tuve que enfrentar, por sus movimientos, picardía y capacidad para definir": José Fernando Cuadrado, con 10 goles, el portero más vencido por Dayro Moreno.