El segundo semestre para el Deportivo Pereira ha estado lejos de las expectativas de los hinchas. Después de un primer semestre prometedor, donde el equipo matecaña llegó a cuadrangulares y estuvo cerca de disputar la final, la ilusión por una nueva estrella estaba en el aire. Sin embargo, el panorama cambió drásticamente.

La renuncia sorpresiva de Leonel Álvarez y su cuerpo técnico, justo antes de iniciar la pretemporada del segundo semestre, dejó al equipo en una incertidumbre que duró varios días. 

Aunque la contratación de Luis Fernando Suárez, técnico con una trayectoria importante, parecía la elección correcta para continuar con un proyecto ganador, los resultados ni el nivel de juego han estado a la altura de los pergaminos del entrenador paisa.

Los hinchas, desconcertados y frustrados, han criticado duramente al equipo, señalando la falta de actitud de los jugadores. Sin embargo, Suárez en sus conferencias de prensa ha negado que ese sea el verdadero problema. 

Pese a esto, el buen juego no ha sido constante y los resultados han sido decepcionantes. De los 14 partidos disputados, el equipo ha ganado solo 4, empatado 4 y perdido en 6 ocasiones.

Es cierto que las lesiones han afectado al equipo desde la llegada de Suárez. Jugadores clave como Piedrahita, Carlos Darwin Quintero y Fernando Uribe –este último decidió retirarse del fútbol por las afectaciones–, han estado fuera por problemas físicos, lo que ha debilitado el ataque. 

Sin embargo, más allá de las ausencias, tampoco se ha visto una idea clara de juego que logre revertir la situación.

Otro golpe al equipo fue la salida de Faber Gil al Pachuca de México. Su préstamo, que coincidió con la semana en que se reveló que los jugadores no entrenaron por falta de pagos, dejó al Pereira sin una de sus piezas clave en el ataque. 

Gil fue fundamental en el primer semestre, aportando desde la banda derecha en varias jugadas que terminaron en gol.

Además, el plantel no cuenta con la profundidad necesaria para que Suárez pueda hacer cambios tácticos significativos. 

Esto ha obligado al técnico a recurrir a jugadores de la cantera, como Javier Mena y Julián Bazán, quienes han mostrado un buen desempeño, pero aún están en proceso de formación y no pueden cargar con la responsabilidad de cambiar el rumbo del equipo.

Con este panorama, el Deportivo Pereira encara los últimos cinco partidos de la fase regular con un margen de error mínimo. De los 15 puntos en disputa, necesita sumar al menos 12 para tener posibilidades de clasificar al grupo de los ocho. Entre sus próximos rivales están equipos como Millonarios y Atlético Nacional, lo que incrementa la dificultad de la tarea.

Si el Pereira logra ingresar al grupo de los ocho, mantendría viva la posibilidad de participar en un torneo internacional el próximo año, uno de los principales objetivos de la administración López. Con la inversión realizada a principios de 2024 en jugadores de alto nivel, la directiva esperaba consolidar al equipo en el fútbol colombiano y empezar a escribir su historia a nivel continental.

El primer desafío será el próximo martes 29 de octubre a las 8:10 p.m., cuando el Pereira reciba a Envigado en el estadio Hernán Ramírez Villegas. Posteriormente, enfrentará a Jaguares en Montería el sábado 2 de noviembre. 

Después tendrá una seguidilla de tres partidos en 7 días. Empezará recibiendo a Atlético Nacional el jueves 7 de noviembre y viajará a Bogotá para enfrentar a Millonarios el sábado 9 de noviembre, en un duelo crucial tanto por la reclasificación como por la Liga. El cierre de la fase regular será en casa, ante La Equidad, el 13 de noviembre.

El Deportivo Pereira está ante una recta final decisiva, donde cada punto cuenta para mantener viva la esperanza de un semestre que, hasta ahora, ha dejado mucho que desear.

Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.