Los 36 clubes del fútbol profesional colombiano (Dimayor) instaron ayer al Gobierno Nacional para que instalen mallas de seguridad en las tribunas populares para mitigar los hechos de violencia.

Las mismas fueron levantadas para el Mundial Sub-20 del 2011 que se disputó en el país por mandato de la Fifa. Incluso, también por reglamento, se pusieron las escalas de acceso de las gradas al campo para casos de emergencia.

Hoy, de todos los estadios habilitados en el país para la Liga, solo Techo, de Bogotá; La Independencia, de Tunja; General Santander, de Bucaramanga, y Palmaseca, de Cali, tienen mallas.

Dimayor cita la Ley 1270 de 2009 y el Decreto 1717 de 2010, normas que nacieron a partir de la creación del Plan Decenal del Fútbol y la Comisión Local de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol.

En ellas también está reglamentada la carnetización de los aficionados y la instalación de la tecnología (biometría) para identificar a cada espectador. Entre el 2018 y 2019 carnetizaron a 230 mil hinchas ($2.760 millones) y los aparatos no aparecieron porque nunca hubo acuerdo entre Dimayor y Gobierno, dado que los estadios son de las alcaldías y el fútbol es un ente privado.

Alirio Amaya, experto en temas de convivencia y seguridad en el fútbol, dijo que poner mallas no es la solución: "El país y el mundo lo saben. Hay otros elementos para impedirlo y eso va en contra de los principios de Fifa y Conmebol".

Agregó que hay herramientas: "ya estamos enrolados, pero la mejor es la cédula y cruzar datos. Las normas están desde que se generó el Plan Decenal del Fútbol".

Recalcó la importancia de que los clubes y los hinchas tengan una buena relación.

Los clubes en su comunicado, anunciaron que no habrá patrocinios para las barras: "Se establece la prohibición para los clubes profesionales de otorgar beneficios a las barras organizadas y populares".

Hoy se conocerán las sanciones que recibirán el Once Caldas y el Palogrande por lo sucedido el pasado martes cuando decenas de hinchas entraron al campo y agredieron física y verbalmente a jugadores y personal de logística.

Normas incumplidas

* Ley 1270 de 2009: Por medio de la que se creó la Comisión Nacional para la Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol para implementar políticas, planes y programas, así como en la ejecución de estrategias dirigidas a mantener la seguridad, comodidad y convivencia en la organización y práctica de este espectáculo deportivo.

* La ley 1445 de 2011: la que reglamentó las "disposiciones penales en materia de seguridad y convivencia en el deporte profesional". En otras palabras, con la que se sanciona.

* Decreto 1007 de 2012: el que creó el Estatuto del Aficionado al Fútbol en Colombia. Su objeto fue promover la seguridad, comodidad y convivencia en el fútbol profesional y aficionado en el país, así como la protección de los derechos de los aficionados y el cumplimiento de sus deberes.

Promesas incumplidas

1. Más tecnología en los estadios

Prometieron: Implementación de cámaras con identificación facial en los estadios de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Manizales. La medida podría ampliarse a aeropuertos y terminales de transporte terrestre.

2. Carnetización y biometría

Prometieron: Identificación de los hinchas por medio de carnés y entrada biométrica a los estadios, a partir del 1 de septiembre del 2016, en su fase de prueba en las cinco ciudades, y en febrero del 2017 debía estar listo en todo el país.

3. Legislación más fuerte

Prometieron: Un subcomité de la Comisión revisará en menos de un mes (octubre del 2019) las medidas que podrían implementarse para imponer sanciones pecuniarias, de cultura ciudadana y otras que irían hasta la detención de delincuentes.

4. Individualización de delincuentes

Prometieron: Las autoridades de Policía y de Fútbol publicarán una lista de los responsables de actos de vandalismo en los estadios. En un mes (octubre del 2019), la Comisión volverá a reunirse para hacer seguimiento al desarrollo de estas medidas y se invitará a Migración Colombia para evitar que se presenten hechos de delincuencia en el exterior.