LA PATRIA | MANIZALES

La ciudad despertó ayer triste y avergonzada. Se sintió en la calle y en las redes sociales. No por la campaña del Once Caldas, sino por los incidentes que se dieron en el juego que el equipo perdió con Alianza Petrolera, 1-2. Medio centenar de hinchas se metieron al campo y provocaron el final del partido.

El representante a la Cámara Juan Sebastián Gómez, líder de la barra Holocausto Norte, señalada, justificó lo sucedido: "La gente no aguantó más, no solo la de la barra sino de otras tribunas. Fue un momento de desespero porque se ven a la puertas del descenso. Nada ha valido y hemos hecho reuniones con directivos, técnicos y jugadores, así como protestas pacíficas y la situación no aguanta más".

Jorge Enrique Vélez, miembro de la Junta Directiva del Club, indicó en la Revista Semana que lo de Manizales y Medellín confirmó que hay fuerzas oscuras desde afuera: "No son barristas, porque los barristas quieren al equipo, no son violentos, ni atacan, ni extorsionan, ni hacen todas las cosas que hacen estas personas".

Agregó: "No me queda duda de que fueron a hacer el daño y tenían preparado todo antes de empezar el partido. Hay información de la Policía que fue contra ellos, inclusive un par de caballos fueron heridos. Aquí lo que hay son unos delincuentes y hay que llamarlos por su nombre".

Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, se mostró preocupado en el programa Tiempo Xtra de Telecafé: "Todos estamos muy preocupados. Hay que tomar decisiones de fondo con medidas de choque".

El futuro del Palogrande está en manos de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor y los organismos de seguridad de la ciudad, encargados de evaluar lo sucedido.