LA PATRIA | MANIZALES

Hablar con José Horacio Basualdo es tener al frente a un referente del fútbol suramericano. Jugó dos mundiales con Argentina: Italia 90 y EE.UU. 94. Eso sin contar su trayectoria con Deportivo Mandiyú, Racing Club, Vélez Sarsfield, Boca Juniors, Villa Dálmine (Argentina), más VfB Stuttgart (Alemania), Extremadura y Real Jaén (España).

Ganó la Copa América de 1993 en Ecuador y fue campeón de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental con Vélez Sarsfield y Boca Juniors.

Basualdo estuvo el pasado fin de semana en Manizales. Vino al partido que promovió la Fundación de Santiago Zapata, un joven manizaleño que sufre de distrofia muscular. No obstante, el compromiso no se pudo jugar porque no salió la autorización para el uso del estadio Palogrande.

LA PATRIA habló con José Horacio Basualdo.

No se jugó el partido. ¿Qué piensa?

Es una lástima que por terceros o por burocracia no se pueda hacer el partido, sabiendo para quién es el beneficio. Tuvimos todos la actitud. Nosotros viajamos desde muy lejos para participar, pero contra eso no se puede, seguro que quedará pendiente y en otra ocasión lo haremos.

¿Se enamoró de la causa de Santiago cuando lo invitaron?

Me ha tocado el tema de cerca, fui padrino de un chico con esa misma enfermedad, sé lo que se padece, sé que es irreversible y damos nuestro apoyo, nuestro granito de arena, divirtiéndonos en la cancha y divirtiendo a la gente. Siempre, acá estamos.

Venir desde tan lejos y no poder jugar, ¿duro para ustedes que hacen eso?

Es frustrante, incluso, pudimos cambiar de cancha, pero los burocráticos nos ganaron esta vez. Los chicos del Once Caldas estaban preparados.

¿A qué se dedica hoy?

Siempre ligado al fútbol, haciendo estas causas, escuelas de fútbol, participando en causas, sobre todo con los chicos, me gusta transmitir la experiencia de mis vivencias. Me gusta hablar con los padres, hablar con ellos porque el entorno perjudica un poco por la presión que les meten a los chicos.

¿Se prioriza el resultado por encima de la formación?

Mucho. Ahora quieren vender ligero, muy jóvenes y muy crudos. Hay una necesidad de los clubes que no se compadece con el crecimiento de los chicos. Se crece, pero no a lo que es la formación del jugador.

¿Viene mucho a Colombia?

Poco, pero sí tengo muchos amigos. Espero venir más seguido porque acá tengo excelente amigos con los que jugué.

¿Algún recuerdo de la final de la Copa Libertadores del 2004 con el Once Caldas?

Poco y nada, la vi por televisión, fueron dos grandes equipos, pero Juan Carlos Henao fue el que me quedó en la cabeza porque atajó de todo. Le vi cosas de Gatti y de Higuita. Un portero atípico y me quedó marcado.

¿Qué piensa del fútbol de hoy respecto al que jugaron ustedes?

Hoy se ha crecido mucho en lo físico. Se prioriza lo físico por lo técnico y eso permitió que se perdiera el espectáculo para la vista. No me gusta mucho, pero es lo que hay.

¿Se corre más y se piensa menos?

Esto lo viví en 1989, cuando fui a Alemania. Ellos no tenían la base técnica, todo era físico. Y ahora, ellos sumaron la técnica y crecieron mucho, y nosotros fuimos para atrás. Abandonamos nuestra técnica, nuestro fuerte, y agregamos lo físico y eso no nos conviene. Por eso no salen muchos suramericanos, excepto los brasileños.

¿Brasil sí mantiene esa técnica?

Sí, ellos se mueven muy bien, mantienen esa idiosincrasia y mire la calidad de talentos que sacan.