Foto | Archivo 1 LA PATRIA En septiembre se debe hacer el partido para el profesor Luis Fernando Montoya. Se lo debe el Once Caldas.
Septiembre fue el mes límite que el Once Caldas puso para hacerle el partido que le debe al técnico Luis Fernando Montoya, tras la conciliación laboral a la que llegaron en el 2006.
El lunes pasado, 1 de julio se conmemoraron los 20 años de la obtención de la Copa Libertadores de América. Mientras el Club citó a la rueda de prensa para anunciar que en septiembre hará el partido, la barra hizo un juego de integración con varios de los héroes.
En la rueda de prensa, con el profe Montoya y algunos jugadores, entre ellos, César Hernández, Arnulfo Valentierra, Rubén Darío Velásquez, Édgar Cataño, Jefrey Díaz, Elkin Soto, Miguel Rojas, Rolando Ramírez, Dayro Moreno, Edwin García y Mauricio Casierra, se hizo el anuncio.
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Néstor Hincapié, director comercial del Club, ante el llamado de Montoya, contó: "Lo vamos a lanzar en septiembre, estamos buscando dos equipos internacionales que jugaron contra nuestro Once. Queremos lanzarlo en septiembre, en una de las fechas del Campeonato Colombiano".
Agregó: "Dependiendo de la disponibilidad de esos dos equipos, de su confirmación, lo jugaremos en septiembre. Por eso todos los jugadores y el profe, que están acá, queríamos invitarlos, hacerlos participes para tener la noticia y primicia de este evento".
Finalmente dijo cuáles podrían ser los rivales: "Cada que haya información, les contaremos, una persona en Argentina, que pueden ser Boca Juniors o Santos".
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Así fue el acuerdo
Se firmó el 17 de agosto de 2006. El documento tiene las firmas de Luis Fernando Henao (inspector de trabajo), Paula Sigrid Delgado (abogada del Once Caldas), Adriana Herrera (esposa del profe Montoya) y Luis Alfonso Sossa (psicólogo de Luis Fernando). Tiene la huella del profe Montoya.
Allí se dice que, aunque el Club lo liquidó el 14 de diciembre del 2004, el técnico pidió que se le pagara por lo que devengaba: 1 millón 328 mil pesos de salario, y 13 millones 672 mil pesos por gastos de representación, premios y bonificaciones.
Como hubo conciliación, el Club compró el seguro para garantizar los estudios universitarios para José Fernando, su hijo; firmaron un contrato de prestación de servicios por 3 millones 500 mil pesos mensuales durante dos años y un partido de fútbol, cuyo recaudo sería para el profe Montoya.
Por un caso igual, el Club perdió una demanda de 700 millones de pesos con Jorge Agudelo, jugador de la misma época.
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