Foto | freepik.e | LA PATRIA Durante el primer semestre de 2022, la economía colombiana tuvo un crecimiento interanual de más del 10 %.
EFE | LA PATRIA | Bogotá
La economía colombiana crecerá un 8,1 % este año pero se prevé una desaceleración para 2023 cuando el PIB aumentará un 1,2 %, según el informe de perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicado este martes.
En su previsión, el organismo internacional señaló que espera que la economía colombiana tenga un leve rebote en 2024 y crezca el 1,7 %.
"El consumo y la inversión seguirán siendo moderados, mientras que los hogares y las empresas se enfrentan a una inflación y a unos tipos de interés elevados y a la incertidumbre sobre las perspectivas económicas y la política económica", señala el documento.
La OCDE anotó además que la inflación anual de 2022 será superior al 10 %, listón ya superado en el interanual hasta octubre (12,22 %) pero proyecta que gradualmente regrese al rango del 2-4 % en 2024.
También espera que la política monetaria siga siendo estricta en Colombia y que cesen los aumentos de la tasa de interés una vez se estabilice la inflación.
El pasado 28 de octubre, el Banco de la República, emisor de Colombia, anunció un incremento de 100 puntos básicos en la tasa de interés y la fijó en el 11 % como consecuencia de que "se agudizaron las condiciones financieras adversas que enfrenta la economía, causadas por factores globales y factores idiosincráticos".
Sin embargo, la OCDE considera que "el aumento de los ingresos públicos reducirá el déficit presupuestario según los planes de gasto actuales, que incluyen un aumento necesario del gasto social".
"Es necesario ampliar la cobertura de la protección social y simplificar el régimen del impuesto de sociedades para lograr un crecimiento más fuerte e inclusivo", agregó el organismo internacional.
Desaceleración a la vista
Durante el primer semestre de 2022, la economía colombiana tuvo un crecimiento interanual de más del 10 %, impulsada principalmente por el "vigoroso consumo privado" que fue consecuencia de la recuperación del empleo y del aumento del crédito de consumo, así como por la recuperación de las inversiones.
Sin embargo, "el consumo cayó en el tercer trimestre y la confianza del consumidor se deterioró aún más en octubre".
El organismo también achacó la desaceleración de la economía a la depreciación del peso, "que disminuyó casi un 10 % frente al dólar estadounidense solo en octubre" y "ha aumentado el costo de las importaciones y la inflación".