barrio Malabar

Foto|Archivo|LA PATRIA

El barrio Malabar surgió en Manizales de la modalidad de autoconstrucción.

El arquitecto Gustavo Guzmán Rojas, que fue gerente del desaparecido Instituto de Crédito Territorial (ICT) entre 1978 y 1982, menciona los programas de vivienda para familias de escasos recursos en ese entonces.

Una opción era entregar el lote urbanizado y las familias con sus ahorros y por autoconstrucción desarrollaban la vivienda. El segundo programa era hacer préstamos para autoconstrucción; se les adjudicaba la vivienda y las construían los fines de semana, el Instituto les prestaba para materiales y el SENA los capacitaba. Así se construyeron los barrios José Restrepo y Malabar 2, entre otros.

“Cuando se habla del lote urbanizado se refiere al lote con el trazado de las vías, sin pavimentar (posteriormente eran pavimentadas por las mismas familias por el sistema de valorización), y con todas las redes de servicios públicos”.

Inicialmente se entregaron lotes de 21 metros cuadrados, posteriormente de 40 por unidad de vivienda. Se compraban fincas, -La Enea fue un ejemplo- y se llevaban las acometidas de servicios públicos hasta el lugar, costeadas por las mismas viviendas. Los terrenos aledaños se valorizaban tanto que no se podían comprar, lo que encareció el programa. Cada proyecto jalonaba el crecimiento de la ciudad.

Otros ejemplos

Guzmán Rojas menciona el proyecto el Guamal, pero cuando la gente encontró un lote bien ubicado y bonito lo nombraron El Paraíso. “Compramos el lote ya urbanizado y trasladamos a la gente de los barrios Cervantes y Nevado -que tenían problemas de estabilidad- a cambio de un lote en El Paraíso que era más seguro.

"Agrega que Corpocaldas tomó el lote entregado y le hizo el tratamiento de mitigación del riesgo, previa demolición de los tugurios en minga con el Ejército, la Policía, Bomberos, Defensa Civil, etc. Se armaron campamentos con carpas al fondo del lote nuevo, donde se reubicaron las familias, mientras se construían las viviendas nuevas”.

Recuerda que un día amaneció invadido un lote muy pendiente, contiguo al barrio Aranjuez. El alcalde de la época lo llamó para solucionar el problema. Se reunieron con los líderes de la comunidad, los capacitaron con el SENA y arrancaron a hacer sus casas de guadua con diseños elaborados por arquitectos egresados de la Universidad Nacional.

Señala que los requisitos para acceder a vivienda eran muy sencillos: no tener ni haber tenido vivienda propia, pertenecer a un grupo familiar consolidado y que la cuota no afectara más del 30% de los ingresos del hogar.

Lo que se ofrece hoy

El arquitecto Juan David Arboleda Ramírez, profesional especializado de la Unidad de Gestión de Vivienda adscrita a la Secretaría de Obras Públicas de Manizales, enumera los subsidios de vivienda que brinda el Municipio, reglamentados por la norma nacional y estructurados desde el Ministerio de Vivienda.

Existe un subsidio enfocado al mejoramiento de vivienda, que suple el déficit cualitativo urbano y rural y al que cualquier propietario que cumpla con los requisitos puede aspirar e inscribirse en la Unidad de Vivienda.

“Para atacar el déficit cuantitativo estamos amarrados a las políticas del Gobierno nacional. Por ejemplo, tenemos ahora un programa con el Ministerio de Vivienda y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) que busca darle vivienda nueva a personas que la perdieron en la ola invernal del 2017, ubicado en el barrio San Sebastián; 100% subsidiado, en un predio del Municipio destinado para ese fin (Vivienda de Interés Prioritario)”.

Arboleda añade que con el Fondo de Adaptación, adscrito al Ministerio de Hacienda, se está iniciando la construcción de dos nuevos bloques para 60 soluciones, para damnificados del invierno del 2011. Ya está aprobado por Curaduría y se espera que sean entregadas a finales de este año o en el 2024.

Adicionalmente están buscando formas de constituir proyectos de vivienda nueva -ya no 100% subsidiada- en un modelo en el que las familias puedan aportar parte del capital para la construcción, aunando esfuerzos con la Gobernación de Caldas y el Ministerio de Vivienda. Sería un proyecto para construir 500 viviendas nuevas, dirigidas no solamente a quienes perdieron su vivienda, sino también a quien no la tengan; tomando subsidios del orden nacional tipo Mi casa ya y forjando un cierre financiero junto a los ahorros de las familias. Sería una opción diferente a la de constructores privados.

"Tenemos el lote y vamos a iniciar el licenciamiento urbanístico, terminar el cierre financiero y hacer contactos con el Ministerio porque tiene que haber un compromiso de los actores para lograr que el aporte de los hogares sea el mínimo posible y hacer mucho más asequible la vivienda a quienes la necesitan. La idea es que el aporte no sea de más del 10%”.

Buscan cómo estructurar financieramente el proyecto, entendiendo que la vivienda que no supera los 90 salarios mínimos no es viable para desarrollarla por el sector privado debido a la topografía de la ciudad, pues el valor del suelo tiene un peso muy fuerte, lo que hace que los proyectos de Vivienda de Interés Prioritario prácticamente no existan en el mercado.

Subsidios municipales

* MIB (Mejoramiento Integral de Barrios): busca mejorar las condiciones de vida de la población en extrema pobreza mediante la renovación de su entorno habitacional. Se realiza entre la nación, el municipio y la comunidad mediante el ordenamiento urbano, la legalización, regularización y obras de infraestructura básica del barrio.

Requisitos: debe estar en suelo mitigable. Si es un suelo legal o ilegal debe pertenecer a uno de los 12 barrios de tratamiento MIB inscritos en el POT (Bajo Villa Jardín, Bosconia, Campamento, Bajo Andes, Bajo Cervantes, El Tierrero, Chachafruto, Vivienda Popular, Sacatín, La Linda parte alta, Villa Julia y Persia).

* Mejoramientos de vivienda: orientado a disminuir deficiencias básicas habitacionales y mejorar las condiciones de las unidades básicas (baño, cocina, habitaciones -en caso de hacinamiento-, pisos o techos en mal estado).

Requisitos: Tener documento de propiedad de la vivienda. Residir en la vivienda. No tener hipoteca o embargo. Llevar residiendo en la ciudad como mínimo cinco años. No tener ingresos superiores a dos salarios mínimos. No haber recibido subsidios en los últimos 10 años.

* Vivienda 100% subsidiada para afectados por eventos naturales: afectados por pérdida total de vivienda, registrados en los censos oficiales de la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) o en el Registro Único de Damnificados (RUD) en la UNGRD y que se ubiquen en suelo mitigable, no mitigable o de protección y con tenencia legal o ilegal.

 

* Arquitecto.

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