Foto | Freddy Arango | LA PATRIA
Los ganaderos insistieron en realizar campamentos para ubicar el ganado en las zonas altas y protegerlos ante una eventual erupción del Nevado del Ruiz. En la foto, ganado de la vereda Montenegro en Villamaría, en la ribera del río Molinos, a la altura del hostal La Laguna.
LA PATRIA | MANIZALES
* 6 mil 950 reses.
* Entre un 85% y 90% son ganado lechero.
* 35 predios.
* 74 familias, unas 260 personas.
Estos son algunos de los principales registros del ganado bovino que hoy se tiene entre Villamaría y Manizales, en el área cercana al volcán Nevado del Ruiz, en un radio cercano a los 15 kilómetros.
Este inventario que manejan los asociados al Comité de Ganaderos de Caldas, según sus censos de vacunación, es lo que les permite concluir que es prácticamente imposible pensar en una evacuación de estas reses, tal y como lo ha planteado el Gobierno nacional, como medida preventiva ante la caída de cenizas, elementos piroclásticos y una eventual erupción del volcán, clasificado hoy por el Servicio Geológico Colombiano (SGC) como inestable y con nivel de actividad Naranja.
Los efectos
De acuerdo con Andrés Jaramillo Bernal, presidente del gremio, aunque son conscientes de que ante estos eventos naturales prima la vida de las personas, también es vital entender la dificultad para mover este ganado o dejar su actividad agropecuaria por un tiempo indefinido, debido a que representa parte de su patrimonio o de los ahorros en los que ha invertido toda su vida.
Para el presidente del Comité es complejo pensar en una evacuación obligatoria, considerando además el impacto de lo que esto representa, puesto que un desplazamiento por esta actividad naranja puede significar días, meses y hasta años y, por ende, la gente no está tan dispuesta a dejar sus animales.
"Prima la vida humana, pero los animales tampoco pueden ser desprotegidos en una supuesta erupción y por eso hay que buscar la forma pragmática en que se les pueda ayudar a los productores para que no tengan que abandonar sus animales y generar un caos económico", destacó.
A este efecto se suma el costo de lo que significaría un sistema de transporte para mover las cabezas de ganado y disponer, por lo menos, de unas 4 mil hectáreas y de unas 120 toneladas de heno diarias, además del desplazamiento de las personas a las zonas de evacuación para realizar el ordeño, por lo menos dos veces al día, ante las enfermedades que pueden tener por retención de leche.
También existe el riesgo de cruce de enfermedades por el cambio del clima y menor productividad.
"Por eso vemos compleja esa propuesta, y no sería nada fácil llevarlos a otros sitios donde hay que cuidarlos y mantener la actividad productiva".
Las opciones
El viceministro de Asuntos Agropecuarios, Luis Alberto Villegas, sostuvo que en el caso del Tolima, donde hay unas 14 mil 500 reses en el área de influencia, se establecieron algunos acuerdos con unas comunidades en los que los productores mantienen el ganado en el lugar, pero lo pasan a sitios seguros en la noche y lo trasladan en el día a sus zonas de trabajo, para mantener sus actividades productivas.
Otra de las ideas es incentivar que los comercializadores de ganado se concentren en los municipios de mayor riesgo para que compren estos animales, de tal forma que el traslado que se haga en primera medida sea hacia las centrales de sacrificio y no hacia otras fincas.
Opción de campamentos
De acuerdo con Jaramillo Bernal, en Caldas se propuso montar campamentos en las partes altas, construidos por el Gobierno nacional, cerca de las actuales fincas, de tal forma que los ganaderos los protejan en la noche, pero sin tener que abandonar sus zonas de trabajo, junto con una buena red de alarmas. Eso también representaría la garantía de heno, medicamentos y forrajes.
También recordó que se necesita mejorar las vías de comunicación, pues ante la eventual evacuación se requieren buenas carreteras para transitar, como por ejemplo las vías alternas de la zona alta de Villamaría hacia Llanitos (vía a Chinchiná) y Santa Rosa de Cabal (Risaralda).
Recordó que aunque el frigorífico de Colanta ha mantenido su interés de comprar reses (de ceba o carne) por encima de los 425 y 430 kilos, a un buen precio, y ya se han hecho negociaciones desde la semana pasada de unos 180 animales, el problema es que en el caso de Caldas, la gran mayoría es ganado lechero, de razas Normandos o Mestizos Holstein, lo que tampoco facilita vender.
Aunque el Gobierno ha planteado que las regiones son las que hacen las propuestas y se decide en las mesas técnicas, los ganaderos insistieron en la necesidad de tomar acciones prontas, que se definan recursos y tareas, puesto que la actividad del volcán implica más decisiones y menos reuniones.
Lista de inquietudes
Ayer se efectuó una reunión en Villamaría con el viceministro de Asuntos Agropecuarios, Luis Alberto Villegas, con el fin escuchar inquietudes de los ganaderos, porcicultores y demás actividades en el Área de Influencia del volcán Nevado del Ruiz. El encuentro se llevó a cabo en el Concejo municipal.
La secretaria de Agricultura de Manizales, Cristina Otálvaro Idárraga, destacó el llamado que se le hizo al Gobierno sobre las ayudas económicas que se requieren para el mejoramiento de vías, combos de maquinaria, albergues o refugios en zonas intermedias para que los productores se puedan movilizar. También se insistió en tener un inventario claro del sector agropecuario, con el fin de determinar los costos de alimentos, forrajes y los kits prioritarios en caso de que se tenga que atender una emergencia, así como los tanques de abastecimiento de agua para el consumo tanto humano como animal.
Inventario animal en Manizales
La Unidad de Gestión del Riesgo local, junto a la Secretaría de Agricultura, realizó un censo de animales, entre la vereda El Desquite del corregimiento Río Blanco y el sector de La Violeta hasta el Kilómetro 41 en toda la cuenca del río Chichiná. En el listado se reportaron 3 mil 226 reses, 1.948 aves de corral (incluyendo gallinas ponedoras y pollos de engorde), 79 equinos y 19 porcinos.