Fotos | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA
Color Siete creció con el liderazgo de marcas como Rosé Pistol, Rosé Pistol Kids y Jack Supplies.
LA PATRIA | MANIZALES
Luz Stella Patiño Candamil laboró en la empresa Color Siete desde el 1 de octubre del 2007 hasta el pasado 22 de enero. Aunque asegura que era feliz en su trabajo como examinadora de productos, debido a su estabilidad económica y a la posibilidad de tener pronto una pensión, lo que lograría en abril de este año, todo cambió el lunes 22 de enero hacia a las 3:00 p.m. cuando les notificaron que la empresa entraba en liquidación.
"Fuera de esa noticia tan horrible que recibimos, madrugué el martes a Colpensiones y me llevé otra gran sorpresa, porque me dijeron que ya no son tres meses los que me faltan para pensionarme, sino siete, pues Color Siete no me había pagado pensión desde octubre. Eso me parece horrible, ya que confiaba en que pronto me podría jubilar".
En Colpensiones le explicaron que ante esa situación tendría que pagar un promedio mensual de unos $370 mil para poder ponerse al día, pero que en todo caso su proceso de pensión se va retrasar más, recordó.
"Por eso llamé de inmediato a Carlos Oyola (jefe de recursos humanos) para consultarle, y me dijo que me respetaron todo mientras estuve en la empresa. No entiendo cómo me dice eso, pues quedaron debiendo y ahora no sé qué voy a hacer para pagar un arriendo y para comer. Yo tengo familia y me ayuda, pero no como para volverme una carga", sostiene.
Unido a ello, Luz Stella lamenta que no la hayan tenido en cuenta para seguir laborando, pues pudo confirmar que se creó otra empresa que siguió operando en el mismo lugar, Tabukia, con menos empleados. "A los dos días ya tenían otra razón social para atender a un cliente externo, y ni siquiera nos liquidaron, me da pena, pero tengo reclamar por lo mío", insistió.
En manos del liquidador
En diálogo con LA PATRIA, el jefe de gestión humana de la empresa, Carlos Oyola, reconoció el problema, pero insistió en que se trata de un proceso que queda en manos del abogado liquidador, así estén ad portas de una jubilación. "Cuando nos dieron oficialmente la resolución de que la Superintendencia ordenó la liquidación de la sociedad el 22 de enero, hasta ese día todos fuimos trabajadores de Color Siete", explicó.
Aunque la queja es por el incumplimiento con sus empleados, previo a la liquidación, incluyendo cuotas de pensión, Oyola reiteró que eso ya queda en manos del liquidador. "Desde la gerencia hasta la persona del aseo, puesto que ya se hace la terminación con justa causa de todos los 270 contratos que se tenían aproximadamente", justificó.
Aunque reconoció el montaje de la nueva empresa, explicó que se trató de una decisión de los mismos socios que ya tenían ese proyecto y se tuvo la posibilidad de continuar con una empresa menor para seguir generando empleo.
Sin embargo, sobre el manejo de equipos y de maquinaria y con respecto a cómo obtuvieron el permiso de utilizar esos bienes intervenidos a solo dos días de la liquidación de Color Siete, pidió acudir a los socios o al representante legal de la empresa para explicar la figura que se logró. "Me parece mejor que esa información oficial salga de los dueños de la compañía o a través de la Superintendencia de Sociedades", planteó.
En seguimiento
Ante el problema pensional, el director de la territorial del Ministerio del Trabajo en Caldas, Darío Escehomo Díaz, argumentó que por ley el proceso laboral ya es responsabilidad del liquidador y, por ende, su entidad no tiene competencia.
Reconoció que a su despacho ya se acercaron varias exempleadas con la misma angustia y desespero, por lo que la tarea consistió en explicarles el proceso y darles algo de tranquilidad, en el sentido de que en estos casos la mayoría del patrimonio de la liquidada Color Siete se enfocará en los empleados y en el pago de impuestos.
Sí se comprometió a que esta territorial estará atenta al caso, más cuando a la empresa ya se le han abierto varios procesos, uno por el manejo de horas extras y otros por supuestas anomalías en la actual liquidación.
Recibiendo la empresa
LA PATRIA contactó Laura María Velasco, la liquidadora que nombró la Súper, quien ayer estaba recibiendo la empresa. Sin embargo, informó que apenas estaba en el proceso de empalme, por lo que aún no tenía mayor información.
Sobre la factibilidad de que se pueda crear o no otra empresa donde estaba la extinta Color Siete y opere con los mismos equipos, declaró que se tiene que empapar muy bien para determinar si ya estaba creada o no. "Apenas estoy recibiendo, pero no le puedo dar mayores respuestas, pues podría incurrir en desinformación y generar conflictos mayores", insistió.
LA PATRIA también llamó al gerente de Color Siete, Luis Felipe García, y al ingeniero encargado de Planta, Jhon Alberto Escobar, pero al cierre de esta edición no respondieron a sus celulares. Mientras tanto, Luz Stella Patiño seguía ayer consultando su caso y buscando cómo y quién le va a responder.
Algo de historia
Color Siete fue fundada el 4 de marzo de 1987, bajo el nombre de M & R Compañía Limitada, como una empresa de maquila,. Un año después decidió acogerse a los beneficios tributarios y fiscales, y montó su factoría en el municipio de Villamaría, en Caldas, en la zona de influencia del Volcán Nevado del Ruiz.
La compañía tenía un mercado que creció hacia 16 países, con el liderazgo de marcas como Rosé Pistol, creada en el 2006, además de Rosé Pistol Kids, creada en el 2009 para niños entre los 4 y los 14 años. También estaba Jack Supplies.
Balance de la empresa
Según la información que reportó Color Siete ante la Superintendencia de Sociedades, con corte al 30 de septiembre del 2023, la compañía terminó con:
- Activos: $13 mil 397 millones 189 mil
- Pasivos: $28 mil 763 millones 222.
- Patrimonio: - $15 mil 366 millones 33 mil.