Foto | Cortesía de Minhacienda | LA PATRIA
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, celebra con los puños cerrados la aprobación de la reforma tributaria el el jueves 3 de noviembre en la Cámara de Representantes.
Tres meses tomó en aprobarse en el Congreso de la República la reforma tributaria del Gobierno, radicada al día siguiente de que Petro asumiera el poder en Colombia. La semana pasada se aprobó en el Senado, y el jueves en la Cámara de Representantes. La diferencia en ambas instancias fueron mínimas.
Las mayorías de la Administración en el Congreso se sintieron y la voz de la posición no fue suficiente para frenar el proyecto. Aunque el articulado inicial de Petro tuvo cambios y conciliaciones con diferentes sectores, la esencia de la Tributaria se mantuvo, como su principio de progresividad y la apuesta por recaudar más dinero del sector minero energético, así como gravar a las personas naturales.
La promesa
Ante la aprobación, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, celebró: "Esto va a contribuir a reducir una enorme deuda social. Vamos a erradicar el hambre, reducir la pobreza y la desigualdad, al igual que los privilegios de unos pocos y avanzar frente a la inequidad, una promesa fundamental de este Gobierno”.
El jefe de cartera aseguró que los recursos se destinarán a financiar programas sociales y de desarrollo productivo, necesarios para mejorar la calidad de vida de los colombianos y avanzar en la transformación productiva. Agregó que la apuesta es disminuir la pobreza monetaria en cuatro puntos porcentuales, que equivalen a dos millones de personas.
El mayor recaudo
La reforma pasó de buscar un recaudo de $25 billones, a $20 billones para el 2023. El mayor recaudo vendrá de los hidrocarburos, especialmente del petróleo, el sector ya no podrá restar de su impuesto de renta el pago de las regalías, es decir el dinero que se le paga al Estado por extraer los minerales del subsuelo.
El martes 15 de noviembre, se estima que Cámara y Senado presenten el articulado final y pase a sanción presidencial para convertirse en Ley.
Alimentos ultraprocesados y bebebidas azucaradas
Alimentos ultraprocesados, como embutidos y productos similares a la carne, papas fritas, patacones, chicharrones empacados, entre otros, deberán pagar impuestos.
El cambio están en que productos como el pan, la miel, la leche, el bocadicllo, las obleas, el yogur y los lactosueros quedaron exentos.Las bebidas azucaradas, como gaseosas, maltas, energizantes y néctares también pagarán impuestos de acuerdo a los gramos de azúcar que contengan.
Estos impuesto entraría en vigencia en julio del 2023 para la bebidas azucaradas y en septiembre de ese mismo año para los ultraprocesados.
Impuestos ambientales
La Cámara y el Senado aprobaron los impuestos planteados para el carbono y para los plásticos de un solo uso, como los desechables. En los debates hubo una fuerte discusión porque se planteaba que el 20% del recaudo de este impuesto se destinará para financiar el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos. Finalmente ese porcentaje del dinero que se recaude sí irá a financiar ese programa y el 80% restante será para el sector ambiental.
Impuesto de renta
Analistas ven con buenos ojos este impuesto. Lo califican como un primer paso para gravar las personas naturales y aplauden su elemento de progresividad, ya que las personas que ganen más de $10 millones deberán pagar más renta, estos representan al 2,5% de la población.
Esta medida se mantuvo tanto en Senado y en Cámara, pese a la críticas de los congresistas de oposición que argumentaron que la medida atacaba el bolsillo de los más pobres.
Lo que se concilió
* Dividendos
En los debates el Senado se aprobó la tarifa del 20% para la retención en la fuente de los dividendos. En cambio la Cámara se votó una reducción de 5 puntos porcentuales dejándola en el 15%.
* Impuestos a la iglesias
Uno de los casos más particulares fue el artículo para gravar a las iglesias. Mientras que en el senado se negó, en la Cámara sí se apoyó. La iniciativa plantea un impuesto del 20% sobre las actividades económicas de las iglesias, concretamente las actividades no relacionadas con la fe.
Finalmente se concilió el jueves pasado excluir el impuesto a las iglesias. Tras una fuerte discusión que empezó el martes y que dividió a la misma bancada de Gobierno. La representante a la Cámara, Katherine Miranda, fue quien propuso el impuesto a las iglesias. El miércoles denunció que hubo un chantaje, ya que un grupo de senadores enviaron una carta a los conciliadores exigiendo excluir dicho impuesto o de lo contrario estaría en peligro la aprobación del proyecto.
* Pensiones en el exterior
Congresistas de oposición denunciaron un artículo que supuestamente eximía las megapensiones en el exterior de impuestos. La queja fue porque el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, al parecer se beneficiaba de esa medida, pues el jefe de cartera trabajó por muchos años fuera del país.
* Renta diferencial para Mipymes
El impuesto de renta para las empresas en Colombia es del 35% y en esta reforma no se modifica. Aunque en el Senado no hubo cambios, en la Cámara se apoyó la iniciativa de la congresista, Jénnifer Pedraza, de bajar el impuesto a un 30%, pero solo para las Mipymes.
El jefe de la cartera de Hacienda, José Antonio Ocampo, mostró su malestar ante la propuesta. Dijo que no se podía avalar porque ese iniciativa implicaría cerca de $1,5 billones menos de recaudo.
Al final se decidió prescindir de este en la conciliación. Congresistas explicaron que las mypimes ya cuentan con beneficios, como el régimen simple de tributación y además de aprobarse habría una evasión muy grande.