Foto | Tomada de Isagén | LA PATRIA
Miel II generaría 120 megavatios. Es 3,3 veces más pequeña que Miel I, que tiene capacidad efectiva de 396 megavatios. Miel I pertenece en el 100% a Isagén. Se inició la operación comercial en el 2002.
LA PATRIA | MANIZALES
"O era pagar el millón de dólares (cerca de $4 mil 107 millones a pesos de hoy) o perder los $30 mil millones de los estudios que se habían hecho sobre el proyecto hidroeléctrico Miel II".
La reflexión es del exgobernador de Caldas Guido Echeverri Piedrahíta y actual senador de Caldas por el partido En Marcha, luego de conocerse de la decisión de la Corte Suprema de Justicia, que lo acusó de presunto delito de peculado.
La acusación surgió por el posible detrimento patrimonial en la Promotora Energética del Centro cuando era gobernador de Caldas. Esto por el pago que tuvo que honrar la región con la Nación por $1 millón de dólares, ante el incumplimiento en la obra, que no se logró construir en el 2022 ni en el año de gracia que dieron, el 2023.
Con prudencia
El problema se generó, luego de que el Gobierno avaló la hidroeléctrica como necesaria, por lo que la incluyó en la subasta nacional de energía que se hizo en el 2019 de cargo por confiabilidad (ver recuadro: ¿Qué es?).
Sin embargo, para ello se tenía que firmar una garantía bancaria que le diera un respaldo al Ejecutivo.
No obstante, la defensa de Echeverri Piedrahíta es que se actuó con prudencia y responsabilidad, puesto que se trataba de pactar ese acuerdo o perder los $30 mil millones que costó la estructuración y actualización del proyecto, junto con sus licencias ambientales. "Suscribir la póliza era un prerrequisito para continuar con la gestión, era un condición para lograr ese cargo por confiabilidad", explica.
¿Por qué se firmó?
Las preguntas que se genera es por qué se firmó el acuerdo en un proyecto del que se ha venido hablando por años, pero no se ha materializado en la región y no tenía un socio estratégico.
La defensa de Echeverri Piedrahíta es que cuando entregó su Administración (2016-2019) el proyecto solo tenía 14 días de retraso y que ya había varias firmas internacionales interesadas en avalarlo.
De hecho, justificó que estuvo a punto de negociar con una firma francesa para que fuera socia de Miel II, pero que por una discusión de abogados el proyecto se retrasó. "Posiblemente si hubiéramos continuado en la Gobernación ese problema se habría superado, pero llegó Luis Carlos Velásquez (gobernador de Caldas 2020-2023), que tenía otro criterio y no sé cómo actuó, pero las cosas se vinieron un poco abajo", comenta.
"Lo que no podemos controlar es lo que pasó luego, que incluyó la pandemia y el problema de Hidroituango. Mi responsabilidad era terminar cuando el proyecto iba bien y es lo que estamos tratando de explicarle a la Corte".
En manos de Luis Carlos
Sostiene que su afán no es cuestionar la Administración que lo sucedió ni hablar de negligencia, pero dice que hubo factores que no se tuvieron en cuenta como, por ejemplo, la firma que hizo efectiva la póliza no contó con la pandemia. Se refiere a XM, expertos comerciales de energía, que actuaron en representación del Estado.
También reiteró el caso de Hidroituango, que llamó la atención nacional para acelerar la construcción de nuevos proyectos, ante el riesgo de un apagón como el que se presentó en la época del presidente César Gaviria Trujllo, que se inició el 2 de marzo de 1992, inicialmente para Bogotá. "Ellos también tendrán que decir. Supongo que tendrán razones de peso para explicar, por qué después de 5 años el proyecto sigue parado", lamenta.
¿Hubo detrimento?
Echeverri Piedrahíta también defiende que no hubo detrimento patrimonial, como asegura la Corte, pues no solo existían reservas de una adición accionaria, sino que además se planteó que de siniestrarse la póliza, estaría bajo la responsabilidad de quien se ganara el proyecto.
Resaltó que la firma comercializadora XM siniestró la póliza y dicha decisión se demandó, ante la imposibilidad de avanzar en la obra por los problemas de la pandemia.
El senador insiste que el proyecto sigue siendo vital para el país, más cuando ha estado ad portas de un apagón y se requieren nuevas fuentes de generación energética sostenible, sin mayor impacto ambiental, como Miel II, puesto que sería a filo de agua, sin afectar los caudales del río (Ver recuadro: Filo de agua).
Aun así reconoció que es vital seguir conversando con las comunidades, llegar a acuerdos con ellos y explicarles claramente el interés de la obra, ante las reservas y prevenciones que se tienen por la mala experiencia con otros proyectos. "Es absolutamente necesario para el país, en la medida en que estos fenómenos de cambio climático van a seguir generando mucha preocupación en términos de producción de energía", indicó.
¿Qué es el cargo por confiabilidad?
Es un seguro que toma la Nación para garantizar la oferta de energía en Colombia cuando las condiciones de abastecimiento sean críticas. Sin embargo, la condición de aceptar Miel II era que el proyecto entrara a operar en el 2022 o, por tardar, en noviembre del 2023. Por esta razón se debía tener un contrato de respaldo o garantía bancaria para cubrir la obligación, en caso de que no fuera capaz de honrar el año de gracia.
Esto llevó a firmar esa garantía bancaria por el millón de dólares, más ajustes por efectos de la variación de la tasa de cambio, el 1 de abril del 2019 con la Promotora, en la que Caldas tiene el 99% de participación.
La garantía se firmó después de que el Gobierno avaló Miel II como un proyecto necesario en la subasta nacional de energía que se hizo en el 2019 de cargo por confiabilidad. Esto significa que se le permitía al departamento proveer inicialmente energía al país por 74,41 gigavatios hora/año, un 7% de su capacidad total.
Negativa de la nación
El 18 de mayo del 2020 la Promotora Energética le solicitó a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) una ampliación del plazo de entrada en operación. En junio recibió una respuesta negativa. La firma XM había realizado 3 auditorías, evidenciando el atraso del proyecto. En su último informe de agosto del 2020 cuestionó un retraso de 731 días y lo calificó como "incumplimiento grave e insalvable" frente al cronograma de ejecución.
A filo de agua
La energética Miel II estaría ubicada en los municipios de Samaná, Victoria y Marquetalia. Generaría 120 megavatios de energía a filo de agua, es decir, no tiene que construir embalse, como el que sí tuvo que construir Miel I.
El proyecto cuenta con licencia ambiental, estudios y diseños fase 3 realizados por la firma Ingetec, más un diagnóstico total de los componentes sociales, ambientales, técnicos, jurídicos y financieros, realizados en la presente vigencia.
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