"Hubo un arreglo fue el 26 de junio, con una pavimentación que ya se está dañando. Hace 20 días reiniciaron obras, dizque para templar los cables, pero solo trabajan por ratos y pronto van a decir que terminaron. Por esta razón, seguimos inconformes y pensamos en hacer una nueva protesta con posibles cierres en la vía".

La advertencia la hicieron algunos habitantes del barrio Galán, ante los arreglos que se iniciaron desde finales del mes pasado, debido a los pocos avances que se ven el puente y la necesidad de un reforzamiento de fondo.

Unido a ello, también se quejan por el paso que autorizó la Secretaría de Movilidad para que circulen camperos con carga y pasajeros, aunque el tránsito normal es por el sector de Los Cedros.

Las obras

De acuerdo con Gloria Consuelo Ramírez, quien fue reguladora del consorcio Los Cedros y líder del barrio Galán, el problema es que aunque se comprometieron a trabajar en la noche para concluir el 10 de octubre, se siguen viendo los mismos problemas en la estructura, que además vibra continuamente, lo que aumenta el temor de la comunidad.

La queja de los habitantes del sector, es que aunque antes circulaban por la vía unos 100 vehículos por día y el paso por el Galán no era tan concurrido, luego de las obras en Los Cedros el paso supera los mil por día por Olivares. "Eso ha hecho que hoy el puente haya perdido fuerza y cuando uno pasa siente que el puente ondula en la mitad, además que la estructura tiene mucha maleza, moho y tablas que están partidas", se quejó Daniela Quintero, líder del barrio Puerta del Sol.

A esto se sumó el paso de vehículos de carga pesada, que supera el límite de carga permitido o sugerido de carros livianos y no más de tres por una estructura que ya cumple cerca de 100 años.

Revisión general

De acuerdo con el grupo Argale, contratado por el consorcio Innova, encargado de los trabajos, las tareas en Olivares consisten en hacer el cambio de dos de los tensores o tirantes que tiene el puente en la vía Manizales - Neira, sumado a la tensión de los demás, tanto en esta parte de la vía como en el sector de Galán. También se hará el cambio de 6 pendolones que están en el puente y la tensión de los demás.

La promesa del contratista es realizar una inspección general para determinar el estado y vulnerabilidad del puente, ante los llamados continuos que ha hecho la comunidad sobre los posibles riesgos que tiene. El contrato, estimado en $127 millones 500 mil no incluye pintura, mantenimiento, y cambio del asfalto.

Sin embargo, la firma advirtió que después de la tensión se deberá hacer un nuevo mantenimiento del pavimento de parte de la Secretaría de Obras Públicas, pues al tensarse puede generar grietas, lo que calificó como un hecho normal.

Sí hay avances

De acuerdo con la secretaria de Obras Públicas, Claudia María Salazar Velásquez, la autorización del paso de camperos con pasajeros y carga se permitió ya que el peso de estos carros no supera las 2 toneladas y el puente tiene una tolerancia de 9 toneladas en total. Por eso, dijo, se permitió el paso máximo de tres vehículos por el puente, sin que se queden quietos.

Explicó que el puente siempre va a vibrar porque no se trata de una estructura rígida, pero que el interés es reforzarlo.

Frente al avance, sostuvo que aunque ya se cambiaron los cables y se atirantaron otros, falta el ajuste de pendolones, para lo cual harán trabajos en la noche, con el cierre de una hora, como máximo, tal y como lo autorizó el Plan de Manejo de Tránsito. La meta es concluir todas las obras el 15 de este mes.

Sobre la promesa de una inspección general para determinar el estado y vulnerabilidad del puente, sostuvo que los estudios se tendrán la otra semana. Con respecto a los reclamos de la comunidad y al posible cierre, sostuvo que el objetivo es hablar con la comunidad y mantener un diálogo permanente para escuchas sus quejas y reclamos.