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Se estima que el 30% de los negocios de ventas a futuro que hicieron las cooperativas fueron posiciones propias.
"Al Gobierno se le ha explicado y se le han mostrado todas las cifras, pero luego sale con una posición de esas, lo que le permite a uno concluir que el propósito es acabar con las instituciones, en este caso con la Federacafé, no es otro diferente".
Así lo consideró el presidente del Comité Directivo y Nacional de la Federación Nacional de Cafeteros, Eugenio Vélez Uribe, luego de las declaraciones del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en la Cámara de Representantes, donde volvió a culpar al gremio por la crisis que actualmente enfrenta el sector y la afectación de varias cooperativas de caficultores en el país, en gran parte por las compras de café a futuro que se adelantaron el año pasado.
No sabe o no entiende
"¿Dónde está la capacidad técnica de la Federación? ¿dónde estaba? La Federación es la culpable de la quiebra de las cooperativas y es la culpable de que los cafeteros hayan perdido credibilidad en el mercado de futuros”, dijo Bonilla.
También sostuvo que el futuro del café es una preocupación central del Gobierno, por lo que insistió en que: “Debemos pensar en cómo fortalecer la institucionalidad cafetera con organizaciones de base. También es importante hablar con los exportadores y reconstruir las cooperativas y organizaciones populares”, indicó.
Al respecto, Vélez Uribe le respondió: "Decir que la culpa de los futuros es de la Federación es un exabrupto, porque a él se le ha explicado de forma completa cómo son los futuros. Claramente el productor sabe exactamente a qué se atiene, porque cuando vende su café se establece un precio y tiene claro que tiene que entregarlo en el tiempo en que se pacte".
El repunte de precios
Paradójicamente, parte del problema del año pasado se debió al repunte de precios, pues muchos cultivadores tuvieron el dilema de entregar el café al precio que negociaron en su momento en los contratos a futuro por $1,2 millones por carga, justo en un momento en que ya valía en el mercado $2,5 millones por carga de 125 kilos.
Eso hizo que muchos prefirieran recolectar su cosecha y venderla en físico o directamente, y no cumplir con estos acuerdos que habían pactado en Bolsa, ante la opción de un mejor precio. El problema también se debió a las bajas cosechas que tuvieron varios cultivadores del grano y que los pusieron en aprietos para honrar su palabra y entregar este café.
Como si fuera poco, varias cooperativas también optaron por hacer sus fijaciones propias de precios o sus propias ventas a futuro, previendo que el valor del café en el mercado diario se empezaría a descolgar. Eso conllevó a que del total comprometido que se calcula con la Federacafé, cerca del 30% hayan sido posiciones propias.
100 años en riesgo
Por esta razón, para Vélez Uribe esta se trató de una coyuntura especial. "Pero estos contratos han funcionado así más de 20 años, siempre se hacen con particulares y el problema fue igual. La Federacafé no tiene responsabilidad, y menos en la quiebra de muchas cooperativas que sabemos que fue por culpa de gerentes irresponsables que hicieron posiciones propias".
Ante la arremetida de Bonilla, asegura: "Al Gobierno no le importa entender o no le interesa entender, por más información que se les dé". Por eso concluyó que quieren acabar con las instituciones. Haremos todo lo imposible porque esto no suceda, pues hay que preservar esta institución que va a cumplir 100 años y no puede ser que por un capricho de un ministro que no entiende la situación, vayamos a desbaratar una institución como estas. Eso no se puede permitir", indicó.
Considera que la tarea se seguirá enfocando en hablar con los ministros y buscar un diálogo permanente en los comités nacionales donde se encuentran. "Pues una cosa es lo que dicen en micrófonos y en esos espacios donde les gusta tener audiencia y otra es lo que dicen en el seno del Comité Nacional", indicó.
El impacto de las cooperativas
El año pasado LA PATRIA informó que por lo menos unos 48,5 millones de kilos de café se negociaron para entregas entre el 2019 y el 2022, igual a casi de $1 billón que comprometieron 23 cooperativas de caficultores del país, incluyendo la de Anserma en Caldas, en los contratos y entregas de café a futuro con el Fondo Nacional del Café. El problema es que gran parte de esos contratos, unos 38,5 millones de kilos se vencieron en el 2021, pero en su mayoría no se pudieron entregar, ante la paradoja que vivió el sector, con precios históricos de hasta $2,5 millones por carga.
* El estimado es que solo la Cooperativa de Anserma tenía un endeudamiento cercano a los 8,5 millones de kilos, con entidades como la Federacafé y exportadores privados como Expocafé, Ecom y Sucafina de Colombia, que le generaron unas deudas que, si hubieran tenido que pagar en ese momento, ascenderían a unos $50 mil millones. De esos 8,5 millones de kilos, 1,5 millones son contratos que se hicieron con productores, por los que deben responder los cafeteros, pero además había unos 7 millones de kilos que fueron compromisos de posición propia, responsabilidad directa de la entidad.
* En una reunión en el Recinto del Pensamiento, en Manizales, con la participación del exgerente de la Federacafé, Roberto Vélez Vallejo, se revisó la situación y el nivel de deudas de las cooperativas del país. Allí se tomó la decisión de otorgar un plazos de 3 años para los cafeteros y 5 años para las cooperativas para el pago de este café.
* Hoy la de Anserma ha logrado abonar un valor superior a 500 mil kilos, de los 1,5 millones comprometidos. Además de los 7 millones que tenían en posición propia se han logrado pagar cerca de 3 millones de kilos.