11 mujeres conforman la Asociación de Vendedores Informales de la Plazoleta Alfonso López. Ellas cultivan una huerta urbana en el antiguo terminal de Manizales.

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

11 mujeres conforman la Asociación de Vendedores Informales de la Plazoleta Alfonso López. Ellas cultivan una huerta urbana en el antiguo terminal de Manizales.

LA PATRIA | MANIZALES

Cerca de 8 horas todas las semanas dedican 11 mujeres de Manizales al cuidado de una huerta urbana. Desde hace dos años visitan todos los días el viejo terminal de la ciudad, donde reposan 16 camas con los cultivos del proyecto. Por ahora se benefician con el consumo de esos alimentos, pero la meta es pronto obtener ganancias de su comercialización y así ayudar al sostenimiento de sus hogares.

Las mujeres pertenecen a la Asociación de Vendedores Informales de la Plaza Alfonso López de la ciudad. La mayoría son madres cabeza de familia, desplazadas y migrantes venezolanas. Para alimentar a sus hijos comercializan en el parque empanadas, tintos, pintaditos, confitería, cigarrillos, gaseosas, ropa interior, entre otros productos.

Claudia Patricia Monte Londoño, lideresa de la Asociación, comentó que ella y sus compañeras no la han tenido nada fácil. La estigmatización, la xenofobia e incluso el hecho de enfrentar una acción popular que las obligó a retirarse por dos meses del parque, son algunas de las adversidades que con resiliencia han superado.

Pese a las dificultades las comerciantes sostuvieron que nunca dejaron de cosechar la huerta. Aseguraron que la Alcaldía de Manizales les tendió la mano para organizarse y capacitarse para avanzar en los cultivos.

Las mujeres construyeron las camas en madera para sembrar los cultivos, también los materos con llantas, donde sembraron repollo, cilantro, ají, pimentón, tomate, cebolla larga, aromáticas, cebolla de huevo y demás cultivos.

La reunión

María Pérez, oriunda de Barinas (Venezuela), es una de los 2,5 millones de personas que migraron a Colombia a raíz de la crisis social y económica en el vecino país. "Llegué aquí hace cuatro años y no conseguí trabajo, entonces decidí sacar un termo de tinto para sostener a mis dos hijos. Así conocí a las demás mujeres de la Asociación de Vendedores Informales", contó.

En el Alfonso López coincidieron más mujeres venezolanas y colombianas, que como María Pérez compartían algo en común: El comercio informal y la necesidad de alimentar a sus familiares. Entonces conformaron la Asociación bajó el liderazgo de Claudia Patricia Monte Londoño. "Ella es la que nos impulsa a seguir adelante en todos los proyectos", aseguró Pérez.

La lideresa de la Asociación explicó que antes participaba en un sindicato, pero decidió salirse para constituir dicha asociación y cobijar tanto a colombiana como a venezolanas. "Lo hago porque me gusta ayudar a la gente, pese a que también soy humilde. Si tengo una libra de arroz y la otra persona la necesita yo se la doy", dijo Monte Londoño.

Las desalojaron y volvieron

El 2 de junio de este año, los vendedores informales de la plaza Alfonso López tuvieron que abandonar el parque, entre ellos las 11 mujeres de la huerta urbana del antiguo terminal de Manizales. La Alcaldía de municipal tuvo que retirarlos para dar cumplimiento a una acción popular, sin embargo el 25 de agosto los vendedores volvieron. La Personería de Manizales ayudó a los comerciantes removidos y tras instaurar una tutela invocando derechos al trabajo de los afectados, se logró la orden para que regresaran a trabajar al sector.

Opinan las mujeres

Andreína Mora, vendedora venezolana de arepas 

"La idea es buscar algún ingreso para ayudarnos económicamente. La producción creció y queremos implementarlo como mercado y empezar a vender".

María Aguirre, vendedora colombiana de ropa interior

"Lo que más me gusta es regar las matas y darles cariño. Yo les hablo porque estos cultivos también tienen vida, les digo que están muy bonitas y que las vamos a deshijar para que se pongan más bonito".

Euladia Rentería Sinisterra, vendedora de dulces y tinto nacida en Buenaventura (Valle del Cauca)

"Hace 20 años llegó a Manizales. Me encanta sembrar de todo y me siento muy bien. Llevo 20 años vendiendo en la Plaza Alfonso López. Mis hijos me motivan asalir adelante".

Magda Yepes Osorio, vendedora de tinto, oriunda de Manzanares (Caldas)

"Queremos subir muy alto con la ayuda de Dios. Soy desplazada y tengo dos hijos y dos nietos y vivimos del día a día. La idea es seguir adelante y recibir las inducciones de la Administración municipal".

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