"El pacto educativo está roto". Lo dice Bayardo Rosero, director de formación y desarrollo de la Confederación Nacional Católica de Educación (Conaced).

La ruptura en la educación, argumenta Bayardo, es porque el Estado y la familia se han desentendido del propósito común de formar a niños y jóvenes, y se lo han dejado únicamente a los colegios.

Así las cosas, Rosero llega a Manizales con la misión de reforzar la pedagogía, la unión y los objetivos que preparan a los estudiantes para enfrentar un mundo multicultural y globalizado.

Se hará a través de la conferencia 'El pacto educativo global en la gestión educativa', la cual tendrá lugar hoy, miércoles 4 de septiembre, en la Institución Educativa Instituto Técnico San Rafael a partir de las 3:00 p.m. Participarán los 16 colegios que integran la delegación de Conaced en Manizales.

Bayardo Rosero, en conversaciones con LA PATRIA, expuso puntos y enfoques que abordarán durante la conferencia.

¿Por qué vienen a Manizales?

Uno de los propósitos de Conaced es visitar, acompañar y visibilizar a las federaciones, por eso estamos aquí. Igualmente estuvimos en Pereira e iremos a Armenia. Y dentro de esta responsabilidad orientamos con diferentes temas que son propios de acuerdo a las necesidades de los colegios y docentes afiliados.

¿Qué necesidades identificaron en los colegios?

Son dos. La primera es fortalecer la red de educación católica en Colombia. El papa Francisco nos ha insistido que mientras estemos unidos podemos sacar adelante proyectos comunes, uno de esos es la educación. La segunda es fortalecer la parte pedagógica, mirar hacia dónde va la educación e identificar esas experiencias que cada uno de los colegios está realizando.

¿Hacia dónde va la educación religiosa?

El papa Francisco desde el 2013 nos ha hecho orientaciones sobre el pacto educativo global. Él empieza haciendo un análisis del contexto sobre la corresponsabilidad en la educación. Entonces la preocupación del papa es la necesidad de hacer un pacto educativo global en donde estemos involucrados el Estado, la familia, la sociedad y las instituciones educativas. Ese pacto tiene que pensarse en promover una educación global humanista. Ese es el gran reto. Un aspecto es la persona como centro del proceso educativo formal o informal.

¿Cómo lograr el pacto educativo?

Hay que promover a la mujer. Igualmente, trabajar en lo que tenga que ver con el fortalecimiento de la Fraternidad. Se necesitan estudiar muy bien los sistemas económicos y políticos. Hay que trabajar y proteger la casa común, el medioambiente: esto a nivel de compromisos. Y tenemos el impacto educativo global, y para eso está la urgencia de pensar en una formación o en un plan de estudios que contemple el trabajo de los derechos humanos, que se trabajan desde la aulas de clases.

La escuela debe promover la armonía en cuatro dimensiones: con uno mismo, con los demás, con la naturaleza y con lo espiritual. Entonces, para la escuela católica son unos retos que promueven este pacto, pensando en una educación humanista.

¿Con qué herramientas docentes, padres y sociedad pueden atender estas necesidades?

Cuando se habla de herramientas se puede pensar que hay fórmulas dadas. Y en esto lo fundamental es cómo nos involucramos todos, cómo logramos construir la educación que es corresponsabilidad de todos.

Docentes: volver a identificar ese amor, qué los llevó a esa vocación. Cuando el docente vuelve a revisar su vocación, a ponerle interés, pasión, empeño, dedicación, alma, vida y corazón a su práctica pedagógica estamos seguro que se empieza a cambiar la educación.

Padres de familia: la escuela católica ha hecho muchos esfuerzos de traer a la familia a la escuela. La familia tiene que sentirse corresponsable con la formación de sus hijos e hijas, es un trabajo arduo, pero es un trabajo constante en el que la familia se convenza que no es problema de la escuela, que ella es la primera educadora y que entienda que esa primera misión de educadora no se la tiene que delegar a la escuela, por el contrario, tiene que ir a meterse más a la escuela y ser parte activa de este proceso educativo.

Estado: la Constitución Política dice que la educación está bajo la responsabilidad del Estado, la sociedad y la familia, y dentro de la sociedad está claro que estamos nosotros como educación católica, que nos organizamos para promover una educación pertinente una educación de calidad e inclusiva.

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