En la entrada la Catedral de Manizales recibieron el féretro con el padre Diego Rivera, reconocido por sus obras en barrios de la ciudad. Algunas señoras le tomaron fotos a la foto del sacerdote.

Fotos | Óscar Veiman Mejía | LA PATRIA

En la entrada la Catedral de Manizales recibieron el féretro con el padre Diego Rivera, reconocido por sus obras en barrios de la ciudad. Algunas señoras le tomaron fotos a la foto del sacerdote.

LA PATRIA | Manizales

Leonardo Arias abrazaba, como un tesoro, un paquete de fotos con la imagen del padre Rivera. La Catedral Basílica estaba llena. Llegaron feligreses de Manizales, sobre todo de la Comuna Ciudadela del Norte. También arribaron de municipios del Tolima como Murillo, Lérida, Ambalema y Fresno. Vinieron a decirle gracias y adiós al pastor fundador de colegios, de templos, equipos de fútbol y de otras obras.

El padre Diego Rivera Álvarez falleció en la noche del domingo a los 88 años de edad. En las fotografías que en la misa cargaba Leonardo, habitante del barrio Comuneros, se leía: "… Muchas gracias por todo, comunidad y exalumnos S.J.B.S. (San Juan Bautista de La Salle)".  

Leonardo hizo una pausa y un esfuerzo para hablar del sacerdote: "El padre Diego llegó como una señal de Dios. Él ya había hecho muchas labores en otros sectores, en Comuneros no teníamos iglesia. Entonces, con él logramos construir el templo San Juan Pablo II. Además, como rector fue un ejemplo desde el colegio de La Salle".

En eso coincide Marleny Arias, quien levantó la foto en el momento en que los sacerdotes, todos vestidos de blanco, acompañaban la entrada del féretro con el presbítero fallecido.

Leonardo Arias, del barrio Comuneros, acompañó la misa al padre Rivera.

Mensajes

El padre Fernán Llano, vicario de la Arquidiócesis de Manizales, celebró la misa. En sus palabras iniciales recordó apartes de la vida de Rivera. "Hijo de Agustín Rivera y Cecilia Álvarez nació en Neira el 24 de julio de 1935".

Narró a los asistentes que luego de la primaria ingresó al seminario, siguiendo los pasos de su tío Pedro José Rivera, quien era el obispo de Socorro-San Gil. Y se ordenó como sacerdote el 7 de julio de 1963, en su patria chica.

El padre Llano evocó el libro Don y misterio, escrito por Juan Pablo II cuando cumplió 50 años de sacerdocio. Resaltó una parte del texto acerca de los pasos de la ordenación sacerdotal. "... y cuando hace mención del momento de la postración, mientras se invoca la intercesión de los santos y los mártires, él dijo que sintió que el mundo pasaba sobre sus espaldas, y de verdad que así fue su pontificado".

Añadió: "De igual manera podríamos decir que el padre Diego sí que sintió cómo el mundo pasó sobre sus espaldas, respecto de la obra incansable que realizó en su ministerio".

Una voz saltó desde las bancas de la Catedral. Un hombre se paró y manifestó: "Es un sacerdote que no muere (Rivera)". Entonces, pidió un aplauso. Y por un minuto llovieron palmas en el recinto, a lo que siguieron oraciones, ruegos y miles de gracias al fundador de templos y colegios.

El homenaje

El 5 de octubre del 2022, el colegio de La Salle le rindió un homenaje a su fundador el padre Diego Rivera, fallecido el domingo pasado. LA PATRIA publicó lo siguiente:  

  • "¡Yo creí que esto iba a estar bueno, pero no tan bueno!". Así es como el sacerdote Diego Rivera Álvarez reaccionó al homenaje que le rindió la Institución Educativa San Juan Bautista de La Salle, la cual fundó hace 37 años.
  • Entre bombas, banderas blancas, disfraces y música, a cargo de la banda sinfónica del colegio (la que también creó), estudiantes y profesores recibieron al sacerdote y a benefactores con el propósito de dar comienzo a la Semana Lasallista, que se celebra todos los años.
  • La Institución abrió sus puertas por primera vez el 4 de febrero de 1985, en la antigua Escuela José Celestino Mutis, con 62 alumnos. Los primeros bachilleres académicos salieron en 1990 y los primeros de promoción social en 1995.
  • En medio del público, el presbítero Diego Rivera mencionó aquellos tiempos, los cuales dijo recordar con alegría. "Con trabajo buscamos seguir adelante y cada día ser mejores", anotó.
  • Ana Sofía Acevedo, estudiante del grado once, destacó la labor del religioso: "Son muy pocas las personas que han dirigido su mirada hacia estos barrios periféricos, por lo general se enfocan en el centro de la ciudad, en lo bonito de Manizales. Entonces, sin el padre esta comunidad no estaría como está, la cual ha evidenciado la evolución de decenas de generaciones".

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