LA PATRIA I Manizales

Otilia Bejarano era una reconocida docente en La Dorada, municipio del oriente de Caldas. Enseñaba en la primaria del Instituto Nacional Dorada.

También era exaltada por sus luchas sociales. Era líder de la mujeres afrodescendientes y fundadora del grupo Cimarrones, asociación afro del puerto caldense, ubicado en la margen izquierda del río Magdalena.

Otilia falleció ayer en Bogotá. “En la actualidad era profesora de primero en la sede Francisco de Paula Santander. Yo llegué en el año 2005 y ella era de las docentes más antiguas del plantel. Hasta donde tengo entendido toda su vida la laboró en la Institución Educativa Dorada”, indica el rector del plantel, Nicolás Alberto Molina Marín.

La maestra nació en 1955 e ingresó al magisterio en 1979. Era especialista en pedagogía de derechos humanos y licenciada en educación básica primaria.

La Institución Educativa Dorada expresó ayer lo siguiente en un mensaje titulado En nuestros corazones siempre: “El más sincero y fraternal saludo de condolencias a la familia, compañeros y amigos por el sentido fallecimiento de nuestra profe Otilia”.

El colegio también comentó sobre la eucaristía que por el eterno descanso de la maestra, se llevó a cabo a las 6:30 de ayer, de manera virtual, desde la capilla de Santa Cecilia en el municipio de Páratebueno (Cundinamarca). Desde allí el padre Rodolfo Delgadillo ofició la ceremonia religiosa, pues él vive en esta localidad, pero es muy reconocido en La Dorada, donde trabajó y conoció a la docente.

Algunas reacciones

La coordinadora de la Institución Educativa Dorada, Olga Lucía Díaz, manifestó que es un día profundamente triste para el colegio y para todo el municipio de La Dorada.

"Pues lamentamos la partida de la profesora Otilia Bejarano, una mujer que dedicó toda su vida al servicio de los demás a través de la educación por más de 40 años en la docencia, que son testimonio de su compromiso social y de su pasión por enseñar".

Comenta que la educadora desempeñó su labor con una entrega absoluta hasta el último momento en que su salud se lo permitió. Que siempre mostró la mejor disposición, el más grande amor y una inquebrantable vocación de servicio.

La coordinadora expresa también que la alegría y la sonrisa eran características constantes, que llenaron a la comunidad de optimismo, esperanza y de fe. La exalta como una una líder en la educación, en su comunidad religiosa, en su familia, a la que tanto amó y en la representación de su raza afrodescendiente. Además, que llevó toda esa responsabilidad con humildad y representó con dignidad y orgullo.

"Profe Otilia tenemos tanto que agradecerle. Hoy nos embarga la tristeza, pero también el orgullo de su legado, de su ejemplo y de su trayectoria en nuestro municipio. Extrañamos profundamente la alegría incomparable de una gran mujer. Gracias, Profe Otilia, por todo lo que nos dejó. Su memoria vivirá en nuestros corazones y en cada rincón de nuestra institución", finalizó la directiva.

Más voces

"Mi nombre es Esther Moreno Palacios y quiero primero que todo darle gracias, muchas gracias a Dios por haberme permitido conocer a una persona intachable como era la profesora Otilia Bejarano de Palacios".

Esther añade que a pesar de ser paisanas, se conocieron en La Dorada, donde compartieron durante muchos años los valores que ella le transmitió, pues fue una persona que siempre quiso servir a la comunidad que la rodeaba.

"No solamente a la niñez que educó durante tantos años en la Escuela Galán. Recuerdo que en la Institución Educativa Dorada estuvo en la Escuela Francisco José de Caldas, en La Santander primero que todo en La Policarpa y últimamente en la sede Santander, donde laboró por corto tiempo debido a su enfermedad", agrega Esther.

También comenta que Otilia además de servir a la educación, también se dedicó a catequizar, a evangelizar y a servir a toda persona que la necesitaba, es decir, fue muy solidaria con toda la comunidad.

"Muy entregada, una líder incondicional de la comunidad afrodoradense y con grandes valores. Grandes valores. Hoy el Señor sé que la está premiando, que ya la premió por tantas cosas maravillosas que compartió con quienes la rodeábamos. Otilia, persona intachable, especial amiga, madre compañera de trabajo, persona servidora porque toda la vida dedicó a servir".

Concluye: Madre excelente. Hoy deja un vacío bien grande, bastante grande porque de verdad Otilia era una persona bien, bien especial. Solo le pido a Dios que la tenga en su santo reino. Ella se lo merece. Muchas bendiciones Otilia, muchas muchas bendiciones".

El poema

A una negra hermosa

El docente Jhon Jairo Botero, de la Institución Educativa El Carmen, de La Dorada, compuso el siguiente poema en homenaje a la profe Otilia Bejarano de Palacio:

Era su piel negra, manchada de rocío

tiritando como estrella en el cielo oscuro

una sonrisa de luz en medio del frío

un grafiti vibrante en la piel de un muro.

Era su piel negra, florecida en espiga

cosechando el pan sobre la blanca tierra

eran sus ojos de mirada amiga

el yin y el yang en constante guerra.

De puntitas se escapó de la vida

envuelta en su sonrisa, mortaja de holán

hoy es una batuta que desde el cielo

guía las olas blancas que vienen y van.

Se ha ido mi negra hermosa

se ha ido OTI como el viento

en el mismo silencio en que reposa

se queda en mi un canto, un lamento

Jhon Jairo Botero, docente.

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