LA PATRIA | MANIZALES

En el occidente de Caldas, entre el abrazo verde de las montañas, León Darío Bañol y sus estudiantes de grados décimo y undécimo recrean y comercializan las recetas ancestrales del resguardo indígena Escopetera y Pirza. Su propósito es impulsar la independencia económica y la soberanía alimentaria del corregimiento Bonafont, de Riosucio.

Debido a esta iniciativa, la Gobernación de Caldas reconoció el pasado 7 de octubre, entre los 5 mil 42 docentes que tiene el departamento, a León Darío Bañol como el mejor educador de este año.

Son los títulos de ingeniero de Alimentos y candidato a magíster en Biotecnología Alimentaria los que le permiten a León desempeñarse desde hace siete años como formador de Agroindustria en la Institución Educativa Bonafont, en la cual nació este proyecto.

Formación

Hace 35 años dicho corregimiento vio nacer al que hoy es el mejor docente de Caldas, y las aulas de la Institución Educativa también fueron testigos de su formación básica y media.

León es de piel rojiza -característica de los indígenas- tiene un cabello tan liso que al verlo se podría jurar que chuza y mide un metro con sesenta y cinco centímetros. Es un apasionado por su profesión.

La rectora de la Institución Educativa, Elcy Viviana Morales Hoyos, reconoce la labor del docente: "Es una persona muy curiosa, que le gusta innovar, investigar y que se ha formado muy bien profesionalmente. El reconocimiento es merecido, y como institución creemos que no es un proceso que termine aquí, sino que continúa".

Alexánder Largo y Jhon Freddy Bañol son estudiantes del profesor León. Ellos anotan que gracias a la metodología del docente pueden contar con una visión más neutral. "Es un buen orientador. Nos explica muy bien cómo deben ser los procesos, por ejemplo del olor, textura y sabor de los productos que estamos realizando. Siempre se ve envuelto en el procesamiento de estos, por lo que contamos con un gran acompañamiento", narra Alexánder.

Jhon Freddy complementa: "Yo como estoy en 11 estuve en la parte productiva de la elaboración de un vino espumoso hecho a base de mango, plátano y naranja. Empezamos desde preguntas investigativas, y siempre con el acompañamiento de León".

La academia

En el 2004 León obtuvo el título de bachiller y técnico en Procesamiento de frutas y hortalizas, y con base en lo aprendido ingresó al Sena para formarse como tecnólogo en Procesamiento de Alimentos.

Luego, con el deseo de profundizar en esta área del conocimiento, empezó en el 2010, en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, la carrera profesional en Ingeniería de Alimentos.

"Cuando cursé la tecnología en Procesamiento de alimentos, también hice una tecnología en Gestión pública contable con la Escuela Superior de Administración Pública. En ese sentido, busqué ofertas laborales en ambas especialidades y di con una muy buena empresa. Fui supervisor de producción y empaque en la compañía galletas Noel, y desde allí fue cuando me incliné más por la Ingeniería de Alimentos", relata Bañol.

La agroindustria

La Institución Educativa Bonafont cuenta con dos modalidades: Música y Agroindustria. Bañol cuenta: "Para el 2015 el entonces gobernador, Reinel García, buscaba un ingeniero de Alimentos para reforzar el enfoque agroindustrial. Me contacté con él, envié la hoja de vida y fui aceptado en la Secretaría de Educación de Caldas".

La familia del docente recibió con alegría la noticia, pues ahora León regresaba a su comunidad para aportar a la formación de niños, niñas y adolescentes.

"Estoy sembrando esa semilla de conocimiento, esa semilla del amor por la ciencia, la tecnología y la innovación, y sobretodo, también el fortalecimiento del emprendimiento dentro de los hogares", apunta.

Materia prima

Las materias primas de los estudiantes del Bonafont son los cítricos, el plátano, la caña panelera, los cultivos de pancoger y la sábila.

Procesamiento

• El colegio de Bonafont cuenta con 7 sedes y cerca de 600 estudiantes, los cuales deben elegir en el grado décimo una de las dos modalidades que se ofertan. Si escogen la ruta del agro se encontrarán con el docente León Darío, quien programa una sensibilización técnica en el aula. Seguido de ello, los estudiantes deben emprender un proyecto de investigación sobre las frutas y el producto final que deseen recrear.
• En el grado once empieza la práctica. Cada estudiante toma como guía su proyecto de investigación teórica, recordando el uso de manufactura para evitar contaminación de los productos en la planta de procesamiento.
• Se especifican las etapas de proceso de cada producto a través de diagramas de flujo y se procede a la recepción de la materia prima.
• Los estudiantes y el docente hacen la limpieza y desinfección de espacios, ambientes, equipos, utensilios y personal manipulador.
• Una vez el laboratorio está listo comienza el trabajo de despulpado, tamizado, obtención de jugos y cocción de los productos que se vayan a preparar, sean bocadillos, mermeladas o néctares.
• Pasteurizan de acuerdo con el producto. Se hace la desinfección del empaque, se empaca y almacena para la distribución y venta.

El comienzo

Para el 2003 la Secretaría de Educación de Caldas, la Gobernación y el Sena, con el apoyo de varias entidades, pusieron en marcha el proyecto Arcano, que tenía como objetivo aprovechar los productos agrícolas de las zonas rurales del departamento por medio de las instituciones educativas para fortalecer el emprendimiento dentro de los hogares.

Red de mercado

Aunque el proyecto agroindustrial nace en la institución, el profesor Bañol asegura que "esto es un trabajo conjunto, tanto del colectivo de docentes y estudiantes como de padres de familia".

Agrega: "Tenemos apoyo de los padres de familia porque nos suministran las materias primas. También hemos capacitado a los papás para que utilicen el laboratorio de alimentos que es tan importante para nuestra comunidad".

El procesamiento de alimentos es un proyecto del corregimiento. Ha trascendido al Cabildo indígena y ahora también recibe el apoyo del gobernador, Diego Bañol. El respaldo de la Gobernación indígena es económico y con espacios de difusión, pues han invitado a la Institución a ferias en donde pueden mostrar y comercializar los productos.

Además, la Asociación de Frutas y Hortalizas (Asofrulab) les sirve de intermediaria para la venta de los alimentos. El docente explica que lo anterior sucede porque no tienen una marca propia. "No tenemos lo que son registros de empaques. Eso es un gasto muy elevado, el cual como institución educativa no podemos costear. Hemos ido tocando puertas para que nos apoyen y sacar estos productos ya con estándares de calidad al cliente, pero esto es un proceso de gestión largo, sobre todo por la falta de recursos económicos".

La directora Cindy Viviana Morales comenta que lo anterior no sería posible sin el apoyo de instituciones. "El Programa Ondas nos ha permitido posicionarnos a nivel municipal, departamental y nacional. Ahora vamos a una feria internacional en México, por lo que le solicitamos a la Gobernación y al Ministerio de Agricultura apoyo para comercializar los productos y generar empresas dentro de la región".