LA PATRIA | MANIZALES

Si de echar vueltas se trata Alba Lucía Arcila Escobar tiene la habilidad. Desde que tenía 10 años teje sombreros y entrelazando iraca mantiene viva la tradición en la ciudad de las brumas, como se le conoce a Aguadas, pues entre más pares de iraca usa más fino es el trenzado y más costoso el sombrero.

“Mirando a una vecina de mi mamá aprendí. Me encantaba ir a verla tejer y recuerdo que me paraba detrás de ella. Desde entonces hago toda clase de sombreros y trenzados”, dice Alba Lucía, de 62 años, mientras elabora un sombrero fino aguadeño de ala ancha.

Humedece la paja, porque, según ella, es más fácil de utilizar mientras sostiene que tejer uno le toma cuatro días, pero si es de ala achanta tarda 15 días en terminarlo. Asimismo, se ha encargado de enseñarles la tradición a su hija y a su nieta porque “somos de Aguadas, de donde se hace el sombrero, y si nos preguntan si sabemos echar una vuelta es bueno decir que sí”.

Alba Lucía Arcila Escobar teje un sombrero aguadeño con la rapidez que la experiencia le ha dado.

Reconocimientos

Por su quehacer ha participado en varios concursos. Por ejemplo, el año pasado se inscribió en El putas de Aguadas y aunque no lo ganó se animó ha participar en el concurso Sombreros Artesanos en el que se llevó el primer lugar. La competencia fue con 54 tejedoras en diferentes categorías, siendo la de ella Artesanas, pues con la misma materia prima con la que elabora sombreros aguadeños saca a flote su creatividad para hacer múltiples accesorios u objetos como aretes, llaveros, chapoleras, parejas de pasilleros, tejedoras, muñecas y cartuchos.

“Sentí una alegría inmensa al resultar favorecida. Si le digo que me gané $500 mil usted dirá que es muy poquito, pero cuando les hablo de medio millón les parece más”, afirma entre risas y agrega que el reconocimiento lo recibió en compañía de su nieta, de 18 años, a quien le enseñó la tradición desde los 7 años.

Dato

Durante el Festival Nacional del Pasillo Colombiano que se realiza en Aguadas, Alba Lucía Arcila Escobar se hizo popular entre los visitantes del municipio caldense al ubicarse a un lado de la entrada de Café al Parque, ubicado en el Parque Principal, en el que empezó a elaborar sombreros, exhibirlos y venderlos de 10:00 a.m. a 7:00 p.m. “Me llamaron porque necesitaban una tejedora durante el Festival y me fue muy bien. Continuó con mi arte en mi casa y ahí tengo un taller porque me encanta trabajar, llevo toda una vida tejiendo”, asegura.

Estas son otras creaciones que realiza con la iraca.