Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
Sebastián Castella salió en hombros ayer de la Plaza de Toros de Manizales luego de cortarle las dos orejas al toro Descarriado de la ganadería Las Ventas del Espíritu Santo.
PREGONERO | LA PATRIA
Lo mejor estaba al final. Y con el buen quinto de Las Ventas del Espíritu Santo y el potable sexto de Ernesto Gutiérrez Arango, el regreso de Sebastián Castella resultó triunfal.
Aunque, con toda seguridad, eran otras las cuentas del torero francés y de la parroquia entera que estuvo a punto de llenar la plaza. Tanto en trofeos como en el desarrollo mismo de la tarde.
Igual, la imagen que quedó, como en el boxeo, fue el de esos dos asaltos de cierre en los que, tal cual sucedió en toda la tarde, el torero fue superior a sus adversarios.
E, incluso, hay que decir que en esos cuatro turnos previos fue Castella quien se encargó de mantener los ánimos arriba o, al menos, no dejar que la esperanza se evaporara.
Lo hizo en ese primero de Gutiérrez, del cual aprovechó la bondad para ligar tandas de mérito en las que no hubo tacha. La plaza, aún fría, le devolvió con palmas no solo el volver sino el estar como anduvo.
De ahí en adelante, el festejo entró en un bache. Primero, por culpa de la sosería del segundo de la tarde, del hierro de Juan Bernardo Caicedo. Y luego por lo poco que tenía por dentro el primero de los de Las Ventas, al que cuidaron en la vara. Aún así, no tuvo con qué responder en la recta final de la lidia.
El cuarto, segundo de Caicedo, mostró bravura en el caballo, sin embargo, luego se quedó a mitad de camino en la muleta.
Pero llegó la luz de ese quinto y el espada actuante en solitario lo advirtió desde un principio. El toro pareció responder a esa confianza y se entregó sin poner pegas. Por el contrario, colaboró hasta hacer ver grande la dimensión de la lidia del torero de Beziers, muy acertado en el planteamiento de construir en los medios. Dos orejas y vuelta al ruedo al toro fueron los pañuelos que aparecieron en el palco presidencial.
Quedaba el sexto y nada más indicado que dejar todo arriba. Ese, del hierro de Gutiérrez, tuvo movilidad y fijeza, aunque sin rayar en la excelencia. Igual, Castella se impuso con su verticalidad y la excelente preparación física y mental con que llegó a un compromiso de semejante talla. Pero lo que pintaba para un cierre de categoría tropezó con una espada esquiva.
Ya, a esa hora, entrada la noche, Sebastián Castella había vuelto a lo que más le gusta y donde piensa quedarse para sentir y hacerse sentir.
Ficha de la corrida
Dos toros de Ernesto Gutiérrez Arango, nobles. Dos de Juan Bernardo Caicedo, uno soso; el otro, bravo en el caballo pero luego se paró. Y dos de Las Ventas del Espíritu Santo: uno blando y descastado; el otro, quinto, bravo y con calidad, premiado con la vuelta al ruedo.
Sebastián Castella: palmas, silencio, palmas, silencio tras aviso, dos orejas y palmas tras aviso.
Plaza casi llena, tiempo fresco.
Los jurados
Catedral de Manizales
Fotos | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA
Maria Carolina Andrade Sánchez
Maria Alejandra Gómez Uribe
Santiago García Jaramillo
Voceador de LA PATRIA
Foto | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA
Harold Ronderos Mateus
Foto | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA
Eduardo Pineda Villegas
Foto | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA
Natalia Succar Jaramillo
Sebastián Castella que se encerró con seis toros en la tarde de ayer ejecuta un derechazo teniendo como respaldo el tendido de la Plaza de Toros pleno de aficionados.
Un natural ejecutado por Sebastián Castella al toro Zafiro de 440 kilos de la ganadería de Juan Bernardo Caicedo.
Sebastián Castella torea al ejemplar Oculto de 442 kilos de la ganadería de César Rincón: Las Ventas del Espíritu Santo.
Un natural ejecutado por Sebastián Castella al toro con el que obtuvo las dos orejas en la tarde de ayer.
El torero Sebastián Castella, de malva y plata, instrumenta un derechazo al toro Arabesco de 470 kilos de Juan Bernardo Caicedo.
César Rincón en compañía de su hijo se lamentan del comportamiento del público mediante una bronca por el desempeño de su toro.
El gerente de Cormanizales, Juan Carlos Gómez Muñoz y Sebastián Castella se funden en un abrazo con motivo del brindis que le hizo el torero a la empresa, la cual facilitó la presencia del torero en Manizales encerrado con seis toros.
En esta temporada los banderilleros han tenido actuaciones destacadas. El público ha obligado varias a desmonterarse a los subalternos en este caso Emerson Pineda y Andrés Herrera son autorizados por el matador de turno para desmonterars como signo de una buena actuación.
Al inicio de la tarde de ayer mientras comenzaba la faena Sebastián Castella, el matador de toros Guillermo "Perla" Ruiz salió como espontáneo vestido con una camiseta que reclamaba la presencia de toreros colombianos en la temporada taurina.