Foto | Archivo | LA PATRIA
El hombre apuñalado estuvo hospitalizado, pero las lesiones se complicaron y murió en mayo.
Las disputas verbales entre Jorge Eduardo Arias Aristizábal y su primo Ómar Montoya Aristizábal eran constantes, especialmente cuando consumían licor, pero nunca se fueron a los golpes hasta el fatídico 26 de marzo de 2023, cuando el primero acabó con la vida del otro.
Hacia las 12:30 de la mañana, en una vivienda del barrio 20 de Julio que habitaban ambos, Jorge le propinó una herida con un arma cortopunzante a Ómar, que le afectó el pulmón izquierdo. Al lesionado lo trasladaron al hospital de Caldas, pero el 3 de mayo murió.
Según otros dos habitantes de la casa, estos empezaron a discutir por la plata del arriendo. La víctima, de 65 años, acusaba a su familiar de ladrón por deberle $150 mil, pero este respondió que ya le había pagado.
Jorge se fue a dormir y encontró la cama mojada, se desafiaron y luego se escucharon los gritos desesperados: "me chuzó, me chuzó".
Su captura
El 17 de mayo capturaron a Jorge Eduardo y lo presentaron ante el Juzgado Tercero Penal Municipal de Manizales, ante quien la Fiscalía le imputó cargos por homicidio agravado, cargos que no aceptó.
Un testigo escuchó la discusión desde su habitación y no le prestó importancia dado que era común que eso ocurriera, pero no pasaban de palabras. Momentos después, Ómar lo llamó: "Ayúdeme que Jorge me chuzó y me mató".
Apenas salió, vio al hoy occiso bañado en sangre. Con otra habitante del inmueble lo socorrió y llamó a la Policía. Jorge observaba con las manos ensangrentadas, pero no decía mucho, salvo que iba a esperar que llegaran los uniformados. Como se tardaron, huyó.
La mujer también relató algo similar al otro testigo: "Sáqueme el cuchillo que me está chuzando", "me chuzó, me chuzó, ayúdeme", le alcanzó a oír a Ómar. Al salir de su pieza. Vio a Jorge secándose la sangre con una toalla y decir que fue su primo quien primero le tiró con otra arma cortopunzante y quién empezó la pelea.
La fiscal narró que todo fue causa del asedio constante que la víctima ejercía sobre su allegado, quien reaccionó de manera violenta, razón por la que se le permitió el atenuante de la ira e intenso dolor. El Juzgado Quinto Penal del Circuito avaló el acuerdo.
Con domiciliaria
Al homicida le otorgaron el beneficio de la detención domiciliaria. Sin embargo, la representante de la Procuraduría apeló y pidió que lo enviaran a la cárcel. Será el Tribunal Superior de Manizales el que decida su suerte.
La víctima, sin arma
El señalado indicó que su primo lo atacó primero, pero la Fiscalía argumentó que en la escena no se encontró otra arma y el occiso no tenía signos de defensa.