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El accidente ocurrió el 9 de noviembre del 2017, entre Arauca y La Rochela, en zona rural de Palestina (Caldas).
LA PATRIA | MANIZALES
A Juan Camilo lo había condenado el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Chinchiná por homicidio culposo y lesiones personales culposas. Sin embargo, tras la revisión pedida por su abogado, el Tribunal Superior de Manizales cambió la sentencia y lo absolvió. Esto fue lo que pasó.
1. Los hechos
El 9 de noviembre del 2017, iniciando la noche, en vía de doble carril, dividida por doble línea amarilla, que conecta el corregimiento de Arauca (Palestina) con La Rochela (Alto del Paisa), se presentó una colisión entre una motocicleta Bajaj Pulsar, conducida por Juan Camilo, quien iba para Chinchiná, y una bicicleta en la que, en sentido contrario y hacia Arauca, se movilizaba Rubiano Alexis López Loaiza, de 13 años, quien perdió la vida por los politraumatismos. Lo acompañaba Ricardo Giraldo Muñoz, de 15, quien tuvo lesiones que le implicaron incapacidad médico legal y deformidad física transitoria.
2. La condena
Se le condenó porque, a pesar de que los dos menores que se movilizaban en la bicicleta lo hacían sin elementos de protección, ni reflectores, la razón del accidente de tránsito fue, según la Fiscalía, "que el motociclista ejecutó una maniobra de adelantamiento prohibida, violentó el deber objetivo de cuidado y así fue como invadió el carril contrario por el que se movilizaba la bicicleta". La sentencia fue de 36 meses y de 32 la prohibición para manejar vehículos.
3. La absolución
- El lesionado en el accidente dijo en audiencia que la moto iba sin luces, a sabiendas de que ese tipo de automotores, de fábrica, trae luz directa, es decir, una vez encendido el automotor no se pueden apagar las luminarias. Además, al inicio de su declaración expresó que estaba en Acacías, cuando se comprobó que permanecía en Chinchiná.
- El abogado dijo que se acreditó que los ocupantes de la bicicleta violentaron ostensiblemente el deber objetivo de cuidado, ya que bajaban adelantando vehículos, lo hacían en un medio de transporte que tenía los frenos en mal estado, pues mermaban la velocidad con los pies, no llevaban luminarias ni reflectivos a pesar de la hora, tampoco elementos de protección y se transportaban dos personas a pesar de que la bicicleta estaba adecuada para una solamente.
- Además, el procesado nunca fue escuchado por la Fiscalía, "quien tenía una versión que sí se acompasaba con información objetiva".
- "Ninguno de los implicados en el accidente contó con algún otro testigo directo que pudiera decir que vio las trayectorias de los vehículos, por lo que no había modo de clarificar desde la percepción directa de terceros quién irrumpió indebidamente en la marcha del otro. Esta información, que tan relevante resulta en un proceso en el que se debate la responsabilidad penal de una persona, muchas veces logra establecerse a través de una experticia, pero esta pieza científica no se consiguió en el presente asunto. Nunca se levantó un croquis, tampoco se registraron vestigios relevantes que pudieran dar cuenta de acciones de frenado de los implicados que sirvieran de insumo", anotó el Tribunal.
- Además de eso, el sobreviviente dijo que observó los vehículos luego de la colisión, a pesar de que quedó inconsciente (él mismo reconoció que despertó dos días después y que ni sabía que se había chocado), y de otro lado, quiso hacer ver como si el accidente se hubiese presentado cuando ya había oscurecido, cuando otras pruebas apuntaban a que aún había luz solar. El procesado fue absuelto por dudas, pues su posible responsabilidad penal no fue comprobada.
El fallecido
"Yo sé que no merecía esto. Lo que más piedra me da es que solo soñaba, como todos nosotros, en ser futbolista", escribió en redes sociales, al día siguiente del accidente, Juan Vélez, para lamentar la muerte de su amigo Rubiano Alexis López Loaiza.
Rubio vivía en el sector Barrio Nuevo, de Arauca. Amigos recordaron que para cumplir el sueño de ser futbolista viajaba en su caballito de acero y entrenarse en La Rochela. Sergio Tangarife manifestó que lo extrañarán mucho por su manera de ser y sus locuras. Ese año, en Caldas, habían muerto 11 personas en bicicleta, ocho de ellas menores de edad.