LA PATRIA | MANIZALES

Después de cinco años, el debate sobre el uso de las terrazas, antejardines y el posible cobro de un impuesto por el aprovechamiento económico del espacio público sigue en el limbo.

Las terrazas comerciales son espacios que ocupan, por lo general, restaurantes, bares y gastrobares para instalar mesas para atender a sus clientes, pero que toman parte del espacio público. La situación se presenta principalmente en sectores como Milán, La Enea, El Cable y Palermo.

La queja constante de los gremios obedece a que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) aún carece de esa normativa y regulación para determinar las condiciones de ese uso que está destinado para el disfrute de los ciudadanos.

Aunque desde el 2018 la Alcaldía de turno, gremios y comerciantes han tratado de acordar la forma de retribuir el uso de las terrazas, aún no se logra tener nada claro.

Por ejemplo, en el 2018 la Administración de Octavio Cardona impulsó el Proyecto de Acuerdo 111 que buscaba una solución a dicho problema. Sin embargo, terminó hundido en el Concejo e incluso provocó malestar en los vendedores que adelantaron jornadas de protestas para rechazar la iniciativa ese año.

Los gremios

Lina María Ramírez, presidenta de la Cámara de Comercio de Manizales (CCM), cree que sí hay una mejor posibilidad de usar el espacio público para que los ciudadanos lo disfruten y a su vez se tenga una opción de uso comercial. "La mirada debe ir enfocada hacia el POT para corregirlo y, por ende, arreglar el desorden. La idea no es quedarse con los brazos cruzados y que la situación siga empeorando sin control", indicó.

Agregó que no está de acuerdo con que el comercio pague un elevado impuesto por el uso de las terrazas, pues en su concepto eso desanima, en lugar de estimular el comercio. "Creo que la discusión no debería enfocarse como un tema rentístico".

La posición de Juan Carlos Franco, director de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco) en Caldas, coincide con la de Ramírez, en el sentido de que la discusión va mucho más allá de pagarle una renta al Municipio.

"Lo importante es que hay un vacío jurídico frente al uso comercial de esos espacios y es necesario que se concierte y se define una norma que permita es uso debido de las terrazas", sostuvo.

El comercio

Algunos comerciantes también están en desacuerdo con la idea de remunerar al Municipio por ocupar las terrazas y también con la idea de regular su uso. Por ejemplo, Gian Duri Lendi Villegas, director de Innovación y Copropietario de Pastelería La Suiza, dice que la sede de El Cable cercó la terraza para brindar privacidad a sus clientes. Aclaró que si bien la Alcaldía expresa que ese espacio les pertenece, el negocio paga impuesto predial por el terreno completo y lo mantiene limpio.

Asimismo defendió que todos los negocios del sector utilizan las terrazas, pero no los andenes, que mantienen despejados para el tránsito de la ciudadanía.

"En varios lugares del mundo, como en París, en Barcelona y en Madrid, hay muchos restaurantes que hacen uso de ese espacio y no hay regulación, simplemente con que se apersone y mantengan el aseo es suficiente. Esto parece cacería de brujas de la Alcaldía para sacar más recursos, no sabemos cuál es realmente la intención", dijo.

Juan Fernando Mejía, propietario del establecimiento Vradinó, también mostró su desacuerdo con el adelanto de una regulación que no considera necesaria, al igual que el pago de algún aporte por el uso de esos espacios. por los cuales ya tributan al Municipio. "Las terrazas son muy importantes para estos negocios porque a los clientes les parece agradable y es nuestro interés satisfacer esa demanda de las personas", señaló.

Otra administración

Lo único que parece cierto a la fecha es que el debate será tarea de una próxima Administración. Pues, aunque Carlos Mario Marín anunció desde que era concejal que enfrentaría este problema, aún no hay una solución cercana, ni se han hecho todos los debates ni con la ciudadanía, como lo promulgó en ese tiempo.

Según la Alcaldía, se invirtieron $373 millones en un estudio de aprovechamiento del espacio público que ya está listo y que está siendo socializado con gremios, comercio y comunidad, pero el tiempo no le alcanzará para aprobarlo e implementarlo.

Daniel Quiceno Arcila, secretario de Planeación, indicó que el estudio se adelantó en dos fases. La primera se trató de una fase diagnóstica que ya culminó y la segunda que consiste en la implementación, para la cual se están adelantando mesas de trabajo para dar a conocer el estudio.

"La idea es plantear y definir la fórmula para determinar los valores que los comerciantes pagarán por los espacios. El propósito es culminar la socialización para, después de elecciones, presentar el proyecto de acuerdo en el Concejo. Buscamos organizar una deuda histórica de 7 años con el ordenamiento del territorio".

Diferente

El jefe de despacho mostró optimismo en el proyecto, pues sostuvo que será diferente al recordado Proyecto 111 que terminó por hundirse. Asegura que será diferente porque la idea es construirlo con la ciudadanía. "No se trata de hacer un cobro que no se ajuste a las realidades, la idea es hacer un estudio juicioso. Es una utopía, pero es nuestro propósito".

En su concepto ese Proyecto 111 se hundió porque planteó una fórmula exorbitante. "Imagínese que un negoció de La Enea terminaba pagando $1 millón 200 adicionales por la terraza, eso no puede ser. La cuestión es plantear algo ajustado a la realidad".

La meta de la Alcaldía de Carlos Mario Marín, quien como concejal fue uno de los mayores opositores del 111, es presentar el nuevo proyecto de acuerdo en diciembre de este año, lo que significa que al igual que otros proyectos, será el próximo alcalde el que tendrá que enfrentarlo.

Contexto

* El debate del 111 se inició en abril del 2018, cuando la Alcaldía presentó al Concejo el proyecto en el que propuso que los comerciantes que aprovechan económicamente las terrazas o antejardines pagarán una tarifa del 7,5% del salario mínimo legal mensual vigente por metro cuadrado. Esto generó molestias en los comerciantes.

* El 7 de mayo del 2018, la Alcaldía reconoció que la tarifa propuesta fue alta y admitió que se equivocó. Ese día el alcalde de Manizales, José Octavio Cardona, dijo que el 111 se presentó a extraordinarias.

* El 25 de junio, el Concejo hundió en segundo debate el Proyecto de Acuerdo con 15 votos a favor, 2 ausentes y 2 impedimentos. Entonces el control a terrazas y antejardines quedó en el limbo, y comerciantes y Alcaldía no llegaron a un acuerdo.