LA PATRIA | MANIZALES

"Las importaciones de café sí se hacen, pero no solo son legales sino que están aprobadas por Ley, como una forma de abastecer el consumo nacional. Sin embargo este no se mezcla con el café colombiano para luego volverlo a exportar".

Con estas palabras el actual presidente del Comité Directivo y Nacional, Eugenio Vélez Uribe, defendió el proceso que se realiza en el país con el grano importado y las diferencias que existen con el café nacional.

Las críticas

La respuesta se generó, luego de las recientes críticas que hicieron dirigentes de Dignidad Agropecuaria y Cafetera, y analistas económicos como Aurelio Suárez Montoya, quien alertó por el crecimiento en las importaciones de café.

Su reporte se centró en un reciente informe que publicó LA PATRIA, en el que se destacó, según los mismos datos de la Federación Nacional de Cafeteros, que en el último año, a junio, las compras externas de café ascendieron a los 2 millones 298 mil sacos de 60 kilos, un crecimiento del 20,8% con respecto al último año.

Esto fue lo que cuestionó Suárez Montoya, quien sostuvo que es necesario entonces que los colombianos sepan que consumen café extranjero y no su propio producto, de mayor calidad.

Tampoco descartó que incluso haya cafés de bajísima calidad, de Brasil, que pone entre el 60% y el 70% en robustas, y que termine mezclado con el grano de origen que se exporta desde Colombia, lo que pone en riesgo la prima de calidad.

Oferta - demanda

Sin embargo, de acuerdo con Vélez Uribe, son dos negocios distintos. Su explicación es que los cafés excelsos del país se exportan casi en su totalidad, como quiera que son mejor pagos en el exterior, como una forma de tener mejores recursos para los cultivadores. Un ejemplo fue el del año pasado, donde se tuvo una producción por los 11 millones 84 mil sacos.

En este caso, el nivel de granos inferiores que se registró no superó el 5%, lo que significa que solo bordearon los 500 mil o 600 mil sacos que quedaron en Colombia para el consumo local. "Eso significa que si el país hoy en día consume unos 2 millones de sacos al año, se tuvo que importar ese faltante de 1,5 millones de sacos", estimó.

El consumo

¿Entonces los colombianos no consumen su café nacional? En un 75% u 80% se podría decir que no.

Aunque parece paradójico que el país con el mejor café suave del mundo, no disfrute de su propio grano, para el dirigente es vital entender que, tal y como sucede con otros productos agrícolas del país, siempre se busca el mejor producto para el mercado externo por sus características, exigencias, condiciones de compra y precio. "Incluso, en ocasiones es mayor el número de café importado, ya que en muchas ocasiones esos cafés de calidades inferiores también se exportan, porque también son demandados y mejor pagos en el mercado externo. Si el consumidor nacional solo quisiera café colombiano, tendría que pagar un mayor precio, hecho que afectaría solo su bolsillo. Incluso, se bajaría el consumo del país, ya que muchas personas no están dispuestas a pagar mayor precio por esta bebida", destacó.

Sin embargo, resaltó, que dentro del país también se consigue un café ciento por ciento colombiano, a un precio más alto, en tiendas especializadas como Juan Valdez y los cafés de origen que ya se venden en muchas tiendas y cafés del país.

¿Y el café de Buencafé es nacional?

Esta se convirtió en otra crítica de Suárez Montoya, quien llamó puntualmente la atención, al recordar una denuncia el año pasado por las compras que hizo Almacafé, brazo derecho de la Federación de Cafeteros. Supuestamente era café colombiano, pero tenía trazas de robustas, de menor calidad. Aunque inicialmente iba para Buencafé, la entidad lo rechazó en julio del 2022, luego de hacer un análisis de taza y de comprobar que no era producto nacional, por lo que Almacafé debió venderlo para el mercado nacional que sí consume este tipo de mezclas.

Según Vélez Uribe, ese rechazo de Buencafé se debió a que la empresa solo puede usar café colombiano para sus productos y, aunque también procesa grano de menor calidad nacional, esa tarea la puede hacer, ya que a través de sus procesos de liofilización logra extraer el ciento por ciento de calidad del producto.

¿Y porqué Almacafé compró ese café?

Las compras las hizo, ya que Buencafé no compra directamente sus cafés inferiores en el mercado. Esa labor la hace Almacafé. "Por esta razón, el año pasado, debido a la buena calidad del café colombiano, el grano estaba escaso, y por eso se dispusieron a los distintos Almacafés para buscar esa calidades inferiores que usa la fábrica. Sin embargo, luego de realizar las pruebas se detectó ese porcentaje de robustas, por lo que Buencafé rechazó esa compra", explicó el presidente.

Ese hecho fue el que generó el despido de varios funcionarios de Almacafé, incluyendo su gerente Octavio Castilla y algunos subdirectores de esta entidad, ante la falla de los funcionarios y además motivó una auditoría en los distintos Almacafé del país para determinar dónde había más de ese café mezclado.

Para Vélez Uribe, todo esto demuestra que aunque efectivamente el problema se produjo, los controles existen. "Por ese motivo tenemos esa distinción en la Bolsa de Nueva York, donde se le paga una prima por ser calificado entre los más suaves del mundo, por lo que es falso que se vaya a perder la imagen de calidad".

Sin embargo, en medio de este explicación y de los debates que se han generado, en un sondeo realizado por LA PATRIA, se confirmó el poco conocimiento que se tiene sobre el origen del café. Allí, en un sondeo realizado entre, personas, el **% aseguró que no sabía que el café que consumía era importado, contra un **% que suponía que su bebida no era la mejor.

La frase

"Ojalá ese consumo migrara hacia calidades superiores y así se tendría que importar menos café"

Eugenio Vélez Uribe, presidente del Comité Directivo y Nacional, Eugenio Vélez Uribe

Fondo Nacional del café

El presidente del Comité Nacional también destacó los resultados que se han obtenido en el Fondo Nacional del Café, pese a las críticas y al interés que ha tenido el Gobierno de manejar estos recursos parafiscales de los cafeteros. Los ingresos incluyen la contribución cafetera, la comercialización de café en el exterior y las regalías por el uso de la marca Juan Valdez como de cualquiera que quiera usar la marca, además de las utilidades de la fábrica Buencafé Liofilizado de Colombia.

De acuerdo con los resultados, solo en la actividad comercial el FNC tuvo un resultado neto de 8 millones de dólares en el primer semestre, la Fábrica Buencafé tuvo un resultado de 23 millones de dólares. Se incluyó otro rubro de la actividad institucional o provisión de bienes públicos, más el lastre de la Flota Mercante Gran Colombiana que arrastró unos 12 millones de dólares. Al final, el resultado en el primer semestre fue de 20 millones de dólares, antes de intereses, tasas, depreciaciones y amortizaciones (Ebitda, por sus siglas en inglés). "Gracias a esta utilidad y a que los productores han venido entregando ese café que estaba retrasado, el patrimonio creció a 374 millones de dólares, Ante este hecho, los cafeteros defienden su solidez y la necesidad de que siga siendo manejado por el gremio, como ha sido desde 1940.