Entre 1965 y el 2014 reportaron 1.096 personas desaparecidas en el Magdalena Caldense, que comprende a La Dorada, Victoria, Norcasia, Samaná y Marquetalia. Fue el 2002, con 193 casos, el año de más notificaciones, según cifras de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).

La directora de la entidad, Luz Marina Monzón Cifuentes, explicó que desde el 2019 se recibieron los informes, producto del trabajo que las organizaciones Fundecos, CEDAT y Equitas realizaron con las familias de las víctimas. Esto los llevó a construir el Plan de Búsqueda de esta región y en el 2020 se inició una labor masiva que permita dar respuestas a quienes buscan a sus seres queridos.

Indicó que con la puesta en marcha se dio con aliados importantes como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Corporación Catalana, que brindaron apoyo económico en procura de hallar participación y reparación para las víctimas.

Las declaraciones se dieron durante un acto para recordar a los perdidos, que se realizó el lunes en La Dorada, con representantes de 161 familias de los desaparecidos que causó un conflicto de 59 años en esta región.

Como parte de los resultados, la UBPD mostró que ya se entregaron ocho cuerpos, se tomaron 434 muestras de ADN y se abordaron 34 sitios de interés forense a campo abierto en Victoria y Samaná. Medicina Legal tiene 59 cuerpos analizados de los 99 que se recuperaron dentro del plan.

Monzón Cifuentes aseguró que la Unidad no solo tiene la responsabilidad de acompañar a las víctimas en la búsqueda y contribuir al alivio de su sufrimiento, sino también en contribuir a la verdad y a reconocer lo que significa enfrentar la desaparición de miles de personas en el contexto del conflicto armado.

Documentados

Fundecos, Equitas y el CEDAT han documentado 187 casos de desaparecidos en el Magdalena Caldense, con los que se inició la búsqueda activa.

Ordenan intervención en Riosucio

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ordenó a la Fiscalía la exhumación de cadáveres en 52 lugares de dos sectores de Jardines de la Resurrección, en el cementerio El Carmen, de Riosucio. Los cuerpos recuperados pasarán a manos de Medicina Legal para su identificación, que tendrá que rendir informes cada dos meses sobre los avances.