Antonio Bueno, en el centro, acompañado de Jairo Osorio a su izquierda.

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Antonio Bueno, en el centro, acompañado de Jairo Osorio a su izquierda.

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Lejos estaba de medir los 1.85 metros de Sergio Goicoechea, el reconocido portero argentino, pero con sus 1.60 era suficiente para destacarse como una “leyenda” del fútbol marmateño. No en vano, se ganó el mote por sus atajadas, las que lo llevaron a participar en cuanto torneo hubiera.

Se trata de Antonio Bueno, a quien hoy lloran en el Pesebre de Colombia. El sábado pasado en la noche, un hombre cercano a su familia lo atacó a puñaladas en el bar la Caseta de Jiménez y le causó la muerte. La Policía capturó al presunto asesino y aún se desconoce qué provocó la agresión.

Jairo Osorio lo recordó como una persona amigable, sociable, noble, espontánea y de un carisma increíble. Su padre, Jairo (q. e. p. d.), lo contrató como minero y durante unos 15 años trabajó para él en la minería, hasta que llegaron grandes mineras y debió disolver su sociedad.

Sin embargo, Antonio, a quien conocían cariñosamente como el Indio, Toño Erizao o Goicochea, siguió trabajando como independiente, sin dejar de lado su afición por el fútbol.

Hizo parte de los equipos de don Jairo y el más famoso fue el Club Deportivo Molino El Ceibo, aunque también perteneció a otros combinados y cuando no jugaba como arquero, lo hacía como lateral.

Antonio era natural del resguardo San Lorenzo, en Riosucio, pero desde muy joven llegó a Marmato. Allí se instaló en un sector que lleva el mismo nombre de la comunidad indígena, habitado por gran cantidad de ciudadanos provenientes del municipio vecino.

Wilson Giovanni Castro, un amigo, destacó a Goicochea por su compañerismo, su trabajo y también por ser buen deportista. Trabajaba en la mina Villonza, además de ser un buen ciudadano.

 

Sepelio

Ayer se llevó a cabo el sepelio de Antonio en el resguardo de San Lorenzo. Desde Marmato salieron hasta chivas para acompañarlo en su última morada.

 

El primero

El homicidio de Antonio es el primero que se registra este año en Marmato.

 

Lo mataron en Neira

En la vereda El Corozo, de Neira, hallaron en la noche del domingo el cuerpo de Gonzalo Niaza, de 60 años, a quien atacaron con arma cortopunzante. De la víctima se conocía que era una persona trabajadora y había llegado a vivir a la vereda a realizar trabajos del campo.