18 detenidos en cárceles y en calabozos de la Policía han perdido la vida en los últimos ocho años en Caldas.

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18 detenidos en cárceles y en calabozos de la Policía han perdido la vida en los últimos ocho años en Caldas.

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LA PATRIA | MANIZALES

Otro caso de una persona muerta dentro de un calabozo se reportó ayer en Manizales. Esta vez dentro del Centro Transitorio por Protección (CTP), situado en el barrio Las Américas.

La información inicial, a la espera de las investigaciones, indica que a ese lugar llevaron en alto grado de exaltación a Daniel Rodríguez Pérez, de 23 años de edad, natural del barrio Samaria. Al parecer, para evitar que se enfrentara con otras personas recluidas en el CTP, lo metieron solo a una celda. Allí habría acabado con su vida, usando una prenda de vestir.

El coronel Diego Enrique Fontal, comandante de la Policía Metropolitana, indicó que el joven estaba muy alterado, portaba un arma blanca y que trató, incluso, de agredir a los uniformados. El fallecido no registra antecedentes judiciales en los últimos cinco años.

"Poseía 38 órdenes de comparendo, la mayoría por portar armas cortopunzantes, y 10 entradas al CTP. La cámara muestra que estaba solo y que efectivamente acabó con su existencia. El CTI investiga", contó el coronel.

El Consejo de Estado ha dicho que las personas recluidas se encuentran en una situación de especial deber de protección, "lo que hace responsable a las autoridades por los daños que se le causen durante la privación de la libertad".

Añadió que si el Estado no devuelve al ciudadano en las mismas condiciones en que lo retuvo, debe responder patrimonialmente por los perjuicios, aunque haya puesto en funcionamiento todos los recursos de que dispone para protegerlo y evitarle cualquier daño.

 

Lo que debe saber

  • El Centro Transitorio por Protección (CTP) se creó en Manizales para cumplir con el Artículo 155 de la Ley 1801 del 2016 (Código Nacional de Policía). Le caben 14 personas.
  • Se ubica en el barrio Las Américas. Llevan allí a las personas encontradas en la calle en estado de exaltación, generando riñas o desprotegidas bajo el efecto del licor. O cuando está en peligro de ser agredida y el traslado sea el único medio disponible para evitar el riesgo que pueda correr. Cuando no hay un allegado o pariente que asuma la protección de la persona o cuando no es posible trasladarla a su domicilio.
  • También a quienes porten armas blancas o las usen para algún delito. Adicional, a borrachos que den “papaya” en las calles durante la noche o madrugada.
  • La retención, que se da por seguridad del conducido y de los demás, no debe superar las 12 horas. El promedio de traslados un fin de semana es de 200 ciudadanos. Cuando se cumple el tiempo, les entregan el comparendo y las pertenencias.
  • La persona tiene la posibilidad de hacer una llamada a quien desee, para avisar de la situación, previo a que le hagan el registro. Si no tiene cómo, la Policía se lo puede facilitar. Las pertenencias se guardan dentro de un casillero marcado con el nombre del trasladado, previa autorización del aprehendido. Luego le imponen el comparendo.
  • A las celdas no pueden entrar con cordones de los zapatos, cigarrillos, pipas, celulares, cinturones o similares, prendas diferentes a las adheridas al cuerpo, objetos de vidrio, entre otros. La idea es evitar que cuenten con elementos para hacerse daño.

Nota: El CTP costó $250 millones. Se ubica en la carrera 16 con calle 17, antiguo Marco Fidel Suárez. Cursa una acción popular en la que los vecinos piden retirarlo de esa zona.

En la ciudad llevan a sindicados y/o condenados también a estaciones de San José, Bosques del Norte y Maltería.

Recientes

  • Diciembre del 2022. Elkin Esteban Gómez Franco, de 20 años, dentro de los calabozos de la Estación de Policía Ciudadela del Norte, en Manizales. Se habría quitado la vida.
  • Febrero del 2023. Cristian Camilo Pamplona, de 34 años, murió calcinado dentro de la unidad de privados de la libertad del barrio San Joaquín, de Manizales (calabozo 6). Ocho quedaron heridos. Tras el hecho, 14 privados de la libertad que estaban allí, como condenados, fueron trasladados a La Picaleña. A La Blanca enviaron a 15 sindicados.