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Hernán de Jesús Quintero Prieto, de 67 años, nacido en Manizales. Está detenido en Doña Juana.
LA PATRIA | MANIZALES
Marleny, Álvaro y María cayeron en las redes extorsivas de Hernán de Jesús Quintero Prieto, quien desde la cárcel Doña Juana, de La Dorada, les metió miedo para pedirles dinero a cambio de no hacerles daño.
Logró en parte su objetivo y dos de estas personas le consignaron $3 millones 600 mil y $500 mil. Así lo narró la Fiscalía, que acusó a este sujeto por concierto para delinquir, en concurso con extorsión agravada. El señalado no aceptó cargos el pasado lunes. El proceso no quiere decir que sea culpable, afrontará un juicio.
Al parecer, hace parte de una banda que opera desde Doña Juana, cuyos integrantes se identifican como cabecillas de grupos armados ilegales, extorsionando a incautos de todos los departamentos. Piden entre $500 mil y $10 millones de vacuna, a cambio de no atentar contra su vida. Las consignaciones las reciben colaboradores afuera del penal.
Las tres denuncias
- La primera denuncia, de Marleny, data del 30 noviembre del 2019. Hernán de Jesús, diciendo ser comandante del Clan el Golfo, le pidió $7 millones 600 mil, o sino debía abandonar su pueblo porque la matarían junto a su familia. Pagó una parte a nombre de Enrique Quintero, pero la cédula corresponde al hoy procesado.
- El 18 de marzo de ese mismo año extorsionó a nombre de las Auc a Álvaro y le pidió $10 millones. El señor pagó $500 mil a nombre de Enrique y la misma cédula anterior.
- El 19 de marzo del 2019 María fue intimidada, amenazada con que debía irse de su pueblo y le solicitaron, a nombre del Clan del Golfo, $2 millones 500 mil. Le dieron la tarde para conseguir el dinero, pero prefirió denunciar y no pagó. La investigación demostró de dónde salían las llamadas y quién fue el real beneficiario de los giros, contó la Fiscalía. El delito da entre 8 y 18 años de cárcel.
Las víctimas son del Meta.
154 celulares decomisaron el año pasado las autoridades dentro de la cárcel Doña Juana de Las Dorada, sin contar otro tipo de elementos. Es el centro penitenciario desde donde se da la mayoría extorsiones telefónicas, en las que han caído muchos caldenses.