Un hombre en Manizales podría pagar una pena en prisión de entre 9 y 13 años, de hallarlo culpable la justicia por actos sexuales con menor de 14 años. Lo señalan de abusar de una niña de 4.

La madre de la pequeña denunció que el sujeto arrendó una habitación en la casa de su suegra desde el 2021. En noviembre del 2022, la mujer le indicó a su hija que debía quedarse al día siguiente donde la abuela, pero le respondió que no quería volver porque le daba miedo del inquilino.

Al cuestionarla sobre ese temor, aseguró que este sujeto le practicaba tocamientos en sus partes íntimas cuando la abuela estaba en la cocina y le rogó a su progenitora que no contara nada porque le daba pena. Al parecer, los abusos ocurrieron en incontables ocasiones.

De acuerdo con la madre, los abusos se daban en la habitación del tío de la niña, mientras este no estaba. Luego de conocer el presunto abuso, un familiar de la menor llamó al sujeto que estaba laborando en un taxi y le pidió que enviara a alguien a recoger sus pertenencias, porque de lo contrario, la reacción sería violenta.

Tras lo acontecido, el supuesto abusador envió un mensaje por WhatsApp a los familiares de la víctima, en que manifestaba que nada de lo que ella comentaba era real y que ellos eran su segunda familia. Sin embargo, la mujer acudió a la Fiscalía y lo denunció.

Imputado

Al señalado le imputaron cargos en agosto pasado.

Ojo

Padre de familia, no olvide esto: un alto porcentaje de los delitos sexuales contra menores ocurre en los entornos más próximos a ellos, como sus hogares, sus barrios, sus colegios y otros lugares que normalmente frecuentan.

"Peor aún, la mayoría de los actos de violencia sexual son cometidos por personas muy cercanas a ellos, incluso de su misma familia. Hay estadísticas que demuestran que muchos de los abusadores son los padrastros, los abuelos, los tíos, los primos, los padrinos, los hermanos, e incluso, los mismos padres. No obstante, también pueden ser profesores, vecinos, entrenadores, cuidadores o personas que tienen un contacto constante los niños”, advirtió el ICBF.

La confianza

Que la mayoría de los casos de abuso sexual con menores ocurran en sus entornos más cercanos tiene un común denominador: la confianza. Precisamente, por eso, suele ser tan difícil identificar a tiempo una situación de riesgo.

El objetivo del agresor es generar una atmósfera en la que sus intensiones pasen desapercibidas y logren ganar espacios de privacidad donde, finalmente, puedan quedarse a solas con el menor de edad.

"Los agresores siempre buscan ganarse la confianza, intentan ser muy cercanos, se inventan actividades lúdicas y recreativas con el propósito de compartir mucho tiempo con su víctima; tienden a ser muy cariñosos y suelen dar regalos sin motivo alguno. También se valen de guardar secretos o de darles dinero como una forma sutil de manipularlos y extorsionarlos", contó el ICBF.