Foto | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA
Juan Sebastián Gallego Arango salvó a sus familiares.
LA PATRIA | MANIZALES
Mientras se servía un café en la madrugada del sábado, Juan Sebastián Gallego Arango vio una rara luz en la parte trasera de su casa. Cuando abrió la ventana, el fuego lo obligó a esconder rápidamente la cabeza.
Luego empezó a escuchar los gritos desesperados de los hermanitos Brayan Alexánder y Haustin David, de 4 y 6 años, por lo que cogió un balde y empezó a lanzar agua, pero ante la fuerza que rápidamente cogieron las llamas, no tuvo de otra que correr a salvar a su familia.
El incendio se originó en la carrera 27 con calle 26 del barrio San Joaquín, que acabó con dos viviendas y causó afectaciones a otra. Juan Sebastián llegó a la habitación de sus abuelos y los sacó de allí, lo mismo hizo con otro familiar, sus dos perros, un gato y las aves, hasta que el fuego no le permitió avanzar. Perdió dos gatos.
Mientras él corría por salvar a los suyos, en la parte baja, los vecinos intentaban abrir la puerta a la fuerza, pues una moto obstruía la entrada. Hasta intentaron usar un bolardo de cemento que estaba desprendido, pero todo fue infructuoso. Incluso, las ventanas estaban reforzadas con rejas.
Tras la llegada de los bomberos, estos lograron entrar, pero ya fue tarde. A los pequeños los encontraron al lado de una cama, mientras que a Juan David Giraldo Morales, de 31 años, y su madre Gloria Inés, de 52, estaban en la parte trasera de la casa. También murieron tres mascotas. La inhalación de gases sería la causa de su muerte.
El capitán Jorge Iván Quintero, comandante del Cuerpo de Bomberos, comentó que el primer reporte se recibió a la 1:00 de la mañana y cinco minutos después llegó el primer vehículo.
Sin embargo, se presume que las llamas empezaron mucho tiempo antes, pero no eran perceptibles hacia el exterior. Muestra de ello, fueron la destrucción del 70% del entrepiso y el hollín en las columnas. En un nochero, al lado de la cama de la mujer, se abría iniciado la conflagración.
Añadió que los gases tóxicos, sumados a los que se desprendieron del tanque de gasolina de la moto, habrían causado la muerte de las cuatro personas, e incluso de los animales, pues los que encontraron no estaban incinerados y entre cinco y siete minutos les tomó controlar las llamas. Todavía se realizan análisis para conocer las causas.
Ayer, los afectados, incluidos dos familiares de Juan Sebastián, quienes llegaron de Neira a visitarlo, se lamentaban porque perdieron todo en su casa. Realizaban gestiones para lograr obtener el subsidio y encontrar un apartamento para instalarse y empezar de cero. Todos sus enseres quedaron hechos cenizas.
Los vecinos de las víctimas recordaron que vivían en esa vivienda hacía unos tres años. A Bryan y a Haustin solían verlos a diario jugando con sus amigos y recordaron la decencia con la que los pequeños trataban a la gente. Su padre se dedicaba a la soldadura y la abuela los cuidaba.
Ojo con las conexiones
El capitán Jorge Iván Quintero hizo un llamado a los manizaleños para que estén pendientes de las instalaciones navideñas y de veladoras para evitar tragedias. Desde el 8 de diciembre han tenido que atender emergencias causadas por estos artefactos.